Sí ahora Liga de Ecuador, como bien llaman, al mejor equipo del país, la mayoría de comunicadores sociales, no sectarios, no regionalistas, no fanáticos de otros equipos, está cerca, muy cerca y tan lejos, de todas formas, de ser Campeón de la Copa libertadores de América. EL interés fundamental se centra en lo que los ligados puedan hacer en el Maracaná y esperemos que sea mucho, por ellos, que dependen de sí mismos y por sus seguidores que crecen a lo largo y ancho de nuestra tierra.

La segunda final será para el infarto y para el de mayor jerarquía, el que tenga menos, morirá en la orilla, después de haber nadado tanto. Liga lleva una ventaja importante. Los del Brasil saldrán a por todas. Esa su vulnerabilidad. El Equipo que representa a la gloriosa Universidad Central, ha trajinado en el extranjero con óptimos resultados en la reciente década. Sus jugadores no son novatos. Saben lo que se juegan y son confiables, que no sean confiados, para que no se repitan las malas sorpresas.

Para cuando nos encontremos el próximo sábado en esta misma columna, la historia se habrá escrito, ojalá podamos comentar que Liga llegó a campeonar. Nada más objetivo que el fútbol. Si lo logra será porque lo merecía. Caso contrario, pues que no.

Y de que más hablar. Del momento importante del Deportivo Quito, que logró un primer objetivo. Bien por los amantes de esa camiseta corajuda. Del paupérrimo desempeño del Olmedo. De la injusta salida del técnico del Espoli. Del fracaso sonado del Barcelona. Otra vez. De su penosa situación. De la frustración permanente de su hinchada. De sus problemas interminables. De la peligrosa situación de la U Católica. Del esfuerzo del Emelec por ser protagonista, y no le alcanza. Del Cuenca y sus desaciertos dirigenciales constantes. De la Selección y su eliminación temprana.

Visto lo visto. Hoy era más importante escribir de Liga. Ojalá pronto sean otros equipos los que den tanto y tan bien que hablar.