Vientos de la mitología 
Tragedias griegas 
Reseña ensayística Dr. Oswaldo Paz y Miño Jaramillo

La lectura, tiempo de por medio, va modelando con rigor y sin pausa la mente y sobre todo el espíritu del individuo. El lector marca diferencias con los de su especie que no leen y son los otros los que se enteran.   

El leyente de oficio mientras más se interna en su tarea multiplica sus opciones para romper los temas herméticos de la vida, se reconstituyen en él todas las células dionisíacas que su cuerpo integran. Toma contacto con los dioses pues ellos están en todos los ambientes, ya que desde el Olimpo no ha dejado de fluir la vida y la muerte. 

Arte que es la lectura, produce alquimias en sus practicantes. Los sentidos y los sentimientos sufren afinaciones. Los libros sugieren, provocan, inducen, dan paso a las ilusiones, a los errores, a los sueños y a los aciertos.

Agudizan las contradicciones existenciales. Nos llevan de la mano por entre los laberintos de la vida y producen catarsis. 

La lectura brinda soportes más sólidos cuando se producen ironías trágicas. La buena lectura prepara al ser para ser libre y pensar, sufrir, reír, amar, jugar, crear, desear, odiar, tocar, oler y degustar bien. 

Escrito en forma y lleno de fondo está el tomo de hoy: Tragedias griegas, para entender la paradoja de la vida desde la meditación forzosa, desde el dolor ajeno que se refleja como propio.  

El indagador de turno sometido a repasos interiores. Constan relucientes las hojas plateadas de la muerte, el suicidio y la locura. El lector frente a la vertiente de todos los excesos: la vida, también ante el límite de todos los desafueros: la Parca en el mismo escenario. 

Tragedias griegas, para explicarse lo inexplicable. La necesidad de recurrir al mito, a lo Freud, la anticipa José Carlos Somoza en el tratado. Edipo y sus dudas, Fedra y sus razones suicidas, Electra y su venganza. Las máscaras del día a día se camuflan con todos los pretextos frente al espejo de las palabras. 


El placer, el dolor, la resurrección y el reciclaje eterno de las almas. Dionisio a perpetuidad junto al Partenón en la Acrópolis. Atenea tutelando el santo lugar. Letras que llegan con vientos mitológicos impulsadas por la divinidad que hace a la vida soportable, el dios más humano de todos. 

Firman el libro: José Carlos Somoza, Goran Tocilovac, Lola Beccaria, David Torres, Manuel García Rubio y Juana Salabert, Son 163 páginas, cuyas tintas se han tomado de los vericuetos del ser humano, de las profundidades sórdidas de la psiquis. En el barullo de todas las pasiones vigentes o extinguidas. La piel del manuscrito lleva el sello 451 editores.

“Por mi casa, a partir de las diez de la noche, circula. Leer el Prometeo encadenado apenas le llevó una hora. Había pasado media mañana oyendo desvariar al hombre atado en la cama y le sorprendió descubrir que muchas de sus palabras repetían el dictado de un dramaturgo griego muerto en el siglo IV antes de Cristo”. (Pág. 88)

Biografía

José Carlos Somoza Nació el 13 de noviembre de 1959 en La Habana, Cuba. En 1960 su familia tuvo que exiliarse por motivos políticos. Según cuenta, unos amigos los recibieron y hospedaron en España donde llegaron sin pertenencias ni dinero pues no se les permitió sacar nada del país. Ha residido en Madrid y Córdoba, donde comenzó estudios de medicina y psiquiatría. En 1994, con el título de psiquiatra empezó a enviar manuscritos a concursos y editoriales. Su primera novela se publicó ese mismo año tras haber ganado un accésit en un premio. Abandonó la psiquiatría por la escritura, decisión que quedó confirmada con el éxito internacional de ‘La caverna de las ideas’, su quinta novela larga.  

Dr. Oswaldo Paz y Miño
18 de Octubre de 2009

Autorizado por el autor
Gentileza de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/

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