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El reflejo de las palabras
de Kader Abdolah
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño

Dice Iván Egüez: ”La lectura es eterna porque la única manera de no gastar el tiempo es dejando constancia de que se ha gastado bien”. Ante vosotros una maravillosa novela: “El reflejo de las palabras” del autor Iraní Kader Abdolah, publicada por la Casa Salamandra, “colección narrativa”. Trescientas cuarenta y siete páginas de arte prodigioso. De recuentos tiernos, amorosos, de actos ejemplares, de relaciones solo posibles cuando el amor es la fuente de inspiración de: la tolerancia, la solidaridad, del sacrificio total. No me guardaré de contaros que “El reflejo de las palabras” ha roto la herida que mantengo desde la partida definitiva de mi padre, cuatro meses atrás. Leyendo ésta novela de memorias, las mías han despertado, como de seguro, resurgirán las vuestras.

Cuando crucéis el umbral de la última silaba, os envolverá la tristeza. Coral, es para mí la obra, cantan: la historia, el paisaje, las costumbres, las tradiciones, la religión, los sacrificios, la poesía, de un país fabuloso del que poco conocemos: Irán. Es de esos que brillan en la “lista negra”, de ciertos imperios.“El reflejo de las palabras”, prosa de altísimos quilates. Literatura forjada desde el exilio. Desde la angustia de la fugas, de las persecuciones provocadas por dictadores infames, que acosan a los que disienten con ellos, y de ellos. Dos voces destacan en una historia que tiene su veta en la particular relación padre e hijo, que tarde o temprano envuelve a toda una familia y a un pueblo combatiente: Irán. Dos tonos se imponen: la voz del “omnisciente narrador” y la de Ismail, el hijo, de Aga Akbar. El vástago, amoroso, paciente, inteligente, inquieto, vivaz por aprenderse todo y listo a comerse el mundo. El padre, sabio, sordomudo, tejedor de alfombras, poeta y burilador silencioso de un diario, único en su género, quien ha escrito sus incomprensibles trazos desde los símbolos tomados de una inscripción cuneiforme milenaria hallada y tallada en una cueva del Monte más hermoso de la tierra: “El del Azafrán”, el que atrapa en sus rocas coloridas los secretos de la vida y la muerte. El Sagrado. El vigilante eterno de los persas, que en sus entrañas guarda la historia misma de la humanidad. Diálogos mágicos. Llenos de silencios. De mimo. De pausas. De ritmos y cadencias gestuales. De histrionismo. De lágrimas, soledades, angustias, miradas y vacíos. Un manuscrito irrepetible, de un genial escritor. No diré más. Habéis de estar pendientes, para cuando esta joya esté en vitrinas. Os prevengo que literalmente volará como alfombra mágica. No cometáis el error de relajaros, aguardando cómodamente sin demandar a vuestro librero de confianza para que os aparte un ejemplar. Si no la leéis, habréis entonces perdido el tiempo.

“Era casi imposible traducir aquellos ricos textos poéticos del maestro al sencillo lenguaje de gestos de mi padre, pero tenía que resultar. Por algo estábamos tan compenetrados. Él captaba de inmediato lo que yo le decía y viceversa. Con unos cuantos gestos insignificantes, yo era capaz de narrarle prácticamente todo lo que acontecía en el mundo. Pero no nos comunicábamos tan solo mediante gestos, sino también usando los ojos, los labios las posturas; y además nos asistía el dios de mi padre, el dios de los sordomudos.” Pág. 162

BIOGRAFÍA

Kader Abdolah (Irán, 1954) estudió Física en la Universidad de Teherán. Participó en la resistencia estudiantil contra el Sha y, más tarde, contra el régimen del ayatolá Jomeini. Redactor de un periódico clandestino, tuvo que huir de su país en 1988 y encontró asilo político en Holanda, donde vive desde entonces. Si bien su verdadero nombre es Hossein Sadjadi Ghaemmadami Farahani, adoptó el de Kader Abdolah en homenaje a un amigo de la resistencia que fue asesinado. Autor de dos novelas y dos libros de relatos, escritos en holandés y ganadores de distintos premios, El reflejo de las palabras es su quinta obra publicada. Colaborador regular del diario más importante de Holanda, De Volkskrant, y galardonado con el Dutch Media Prize por sus columnas periodísticas, Abdolah es uno de los autores más destacados de los Países Bajos, y su obra se está ! traduciendo a varios idiomas.

Dr. Oswaldo Paz y Miño
Texto publicado en Diario La Hora 

Autorizado por el autor
La Hora

Gentileza de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/

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