Pierre de Fredy Barón de Coubertin 
El humanista olímpico
 
por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J 

Experto en Derecho Deportivo
Vicepresidente Academia Olímpica del Ecuador

PIERRE DE FREDY Barón de Coubertin, nace en Paris el 1 de enero de 1863 en lo que sería una familia burguesa, con rezagos aristocráticos entre los que se encuentra a un antecesor, Fredy, quien había sido leal servidor del rey francés Luis XI, quien le concedió el titulo nobiliario en 1471. De la zaga de los Freddy en 1577 el primer Fredy adquiere el Señorío de Coubertin cercano a París tomando el nombre que luego toda la familia adoptaría.

Hizo sus estudios primarios en la capital francesa. Los secundarios con los jesuitas y los universitarios en la Facultad de Ciencias Políticas de la "Ciudad Luz". Su casa en Paris, en la que él nació esta ubicada en la calle Oudinot 20, allí sería el primer centro operativo del Comité Olímpico Internacional. También residió en Normandía en el castillo de Mirville.

Las huellas de su vida se encuentran siempre cercanas a la tarea educativa. La pedagogía es su principal vocación, y se dedica a ella con total entrega. "He decidido cambiar bruscamente mi carrera en el deseo de unir mi nombre al de una gran reforma pedagógica ya que lo más importante en la vida de los pueblos modernos es la educación que ha de ser el prefacio de la vida y lo que así expreso, es el resultado de las observaciones adquiridas en las distintas etapas de mis viajes por los Estados de Europa y América del Norte, en donde he podido constatar la existencia de grandes corrientes de reforma pedagógica, independientes de los sistemas gubernamentales e incluso superiores a las mismas tradiciones nacionales:" Pág. 9 Historia y Filosofía del Olimpismo Conrado Durantez.

El que sería, el "Padre de los Juegos Olímpicos Modernos", era un estudioso de la Filosofía y Mitología Griega, lo que influiría definitivamente en su intención de revivir los juegos. La causalidad abrió al mundo en vida de Coubertin, las excavaciones arqueológicas de las ciudades de Troya y de Olimpia, lo que hizo que Europa vuelva la vista a la antigua Grecia. Los estudiosos, investigadores, y científicos se volcarían al pasado. El griego y el latín, recuperarían espacios en el conocimiento de los jóvenes de la época, y Coubertin, no sería la excepción. En su pensamiento incidiría la precaria condición física de los jóvenes de su generación

El ideario pedagógico de Coubertin se empieza a plasmar cuando desarrolla la idea de un festival deportivo nacional, sobre la base, de lo que habían sido los Juegos Olímpicos Griegos. Era un creyente de las potencias de la juventud y de la educación en los reales valores: mente sana en cuerpo sano. Vio en el deporte el medio más idóneo para la formación y un instrumento directo y óptimo para la comunicación entre los pueblos que lo practiquen. Concibió a la paz sustentada en la fraternidad deportiva. La gnosis que le llegaba de los Juegos Olímpicos Griegos, le impulsaba a proponer al mundo una cultura común, vinculante, cuya raíz tuviese ramas nobles tales como: la tolerancia, el juego limpio, la solidaridad, el espíritu de competencia, de superación y sacrificio.

El Olimpismo para Coubertin debía ser una forma de vida y trabajó con denuedo en esa tarea, por ello, formó varias sociedades deportivas y difundió su mensaje, el 25 de noviembre de 1892 en la Sorbona de Paris, en una conferencia que lanzaría al mundo su proyecto de restablecer los Juegos Olímpicos, mensaje que no caló, a pesar de que la idea despertó curiosidad. Decía Coubertin:" Es evidente que hoy día el telégrafo, el ferrocarril, el teléfono, la investigación apasionada de la ciencia, los congresos y las exposiciones han hecho más por la paz que los tratados y todas las convenciones diplomáticas. Pues bien, tengo la esperanza de que el atletismo hará aun mucho más, exportemos remeros, corredores, esgrimistas. He aquí el libre cambio del futuro y el día en que este sea introducido en las costumbres de la vieja Europa, la causa de la paz habrá recibido el más importante apoyo."

La posibilidad de restaurar los juegos Olímpicos

1894, año crucial En el conclave que analizaba los principios del deporte aficionado, Coubertin, había logrado, incluir el tema: "La posibilidad de restaurar los Juegos Olímpicos". 79 delegados de 15 países presentes.

La ceremonia había sido llena de emociones y cultura, no se dejaron de lado, la poesía, la música y las representaciones. Cada comisión fue homenajeada con el Himno de Apolo, arqueología musical descubierta en Delfos en 1893. La Asamblea en pleno, convencida y motivada por el visionario espíritu de Coubertin, por su tenacidad y en beneficio de la humanidad, en los recintos de la Sorbona, donde un par de años antes, la idea parecía morir en el intento, la semilla sembrada fructificaría. Se aprobaba el proyecto por unanimidad y se creaba el Comité Olímpico Internacional, mismo que designaría, para retomar el ciclo interrumpido por el fanático Teodosio I, a la Ciudad de Atenas como la primera Sede de los Juegos Olímpicos Modernos, los que se llevan a efecto en el año de 1896, con la presencia de trece países y doscientos noventa y cinco atletas varones.

Pierre de Coubertin sería el hombre orquesta, el director jefe de la campaña deportiva que había iniciado. Se estaba gestando el movimiento sociológico deportivo más grande y jamás pensando por algún otro ser humano. El andamiaje del Olimpismo se soportaba en la gestión directa de su mentalizador. La Carta Olímpica, el protocolo para las ceremonias inaugurales y de clausura, la recreación de la historia griega del deporte, el juramento a los atletas, el símbolo olímpico, y otros pequeños grandes detalles, de lo que sería la religión olímpica, la liturgia del olimpismo, apenas empezaban y adquirían sentido.

Fue éste francés, de tintes italianos, pero sobre todo universal, Presidente del Comité Olímpico Internacional, entre los años 1896 a 1925. Aportó intelectual, administrativa y económicamente. Un soñador práctico. Un Quijote en ejercicio. La historia registra por ejemplo, que él directamente, de puño y letra, contestaba las miles de cartas que de todo el mundo le llegaban interesándose por el movimiento universal del deporte que había creado. Puso a disposición del COI su propia fortuna personal, lo que en el ocaso de su vida le trajo problemas de subsistencia.

La obra ha quedado registrada en el tiempo y en el espacio. El Movimiento Olímpico Internacional es incontenible. Los testimonios de sus inicios son fuente de enormes conocimientos: investigaciones, libros, monografías, textos de conferencias, más de catorce mil páginas impresas recogen un ideario humanista. El legado de Coubertin, El Olimpismo, es universal e inmenso. Todos los que habitamos el planeta tierra estamos tocados de una forma o de otra por la luz de esta gigante estrella.

Pierre de Coubertin, uno de los más famosos y más desconocidos seres humanos. Entre el abundante material mencionado público: "La educación en Inglaterra", en 1888. Una trilogía pedagógica entre los años 1902 y 1916, obra que incluye: La gimnasia utilitaria, El análisis Universal y el Respeto mutuo.

En 1915, las tensiones políticas de Europa, y rencillas, y boicots, de un cierto número de franceses, obligaron a que el Comité Olímpico Internacional, traslade su sede a Suiza, a la ciudad de Lausana. Toda la Organización se instalaría en este territorio neutral, en el que le sorprendería la muerte a Coubertin, el 2 de septiembre de 1937, mientras caminaba en el Parque Grange de Ginebra. En el exilio Coubertin entregó todos los archivos del COI al ayuntamiento de la ciudad que lo acogió.

Humanista hasta el tuétano, dedicó sus mejores horas a trabajar por una mejor vida para todos individuos de la especie. En su testamento dejó señalado, su expreso deseo de que su cuerpo sea enterrado en Suiza, país, que le brindo el amor y el cobijo que el propio le negó y que su corazón fuera llevado al la Ciudad de Olimpia en Grecia, desde donde él había recibido el encargo del Olimpo de revivir los Juegos Olímpicos para la humanidad. En los terrenos de la Academia Olímpica Internacional ,en cripta de mármol descansan los latidos del corazón de Pierre de Coubertain. Cada cuatro años, las vibraciones de resuenan, se oyen en todo el mundo. Desde este lugar de reposo parte la flama olímpica citando a los atletas del mundo a la competencia magna.

El Olimpismo

"Es una gran maquinaria silenciosa, cuyo movimiento no cesa nunca. " Sentencio Pierre de Coubertin. Y el Comité Olímpico Internacional lo concibe como: "Una filosofía de vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu aliando el deporte con la cultura y la educación. El olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo y el buen ejemplo y respeto por los principios éticos fundamentales universales."

El Olimpismo, es un estado del espíritu. Una experiencia que surge de una iniciación voluntaria que reconoce al prójimo como cercano, como fraterno. Su fortaleza radica en que fomenta el respeto entre seres humanos, el culto al esfuerzo, al saber y no al tener, al amor por la patria. Es una doctrina. Una liturgia. Una ritualidad enfocada en la paz.

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Dr. Oswaldo Paz y Miño
Autorizado por el autor

Gentileza de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/

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