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La elegancia del erizo, de Muriel Barbery 

Reseña ensayística por Oswaldo Paz y Miño J

‘La elegancia del erizo’ fue publicada por primera vez allá en el 2006, por Ediciones Gallimard en Francia. Literatura de fondo. Del siglo anterior a la fecha poco ha cambiado en los seres humanos, por ello la novela de marras no pierde vigencia y sigue rutilante. 

El lector de cuerpo presente apreciará que en la realidad sucede lo que en la ficción en la casa número 7 de la Rue Grenelle, en París. Que en cualquier condominio, quizá en el suyo, se replican puertas adentro las personas que se empeñan cara al viento en duplicar sus vidas. Aquellas que se camuflan en mostrarse como no son, apostando por las apariencias siempre engañosas. Seres que han escogido vivir los trances de soledad, depresión, desamor y miedos, que reúnen y agobian a las protagonistas de la novela: Paloma, una huraña adolescente de inteligencia superior que cuenta con 12 años y Renée una mujer madura, inteligente y voyeur, portera de su vida y de la vida ajena.

No hay residencia en la que no se guarden secretos. Las personas tienen claros y oscuros. La amistad se construye de impulsos opuestos. De preferencias dispares, gustos complementarios, afinidades en la diversidad, irrespetos pactados, complicidades divertidas y dolores unificados. 

‘La elegancia del erizo’ sincronizará al lector con la magia de los finos detalles, con los placeres escondidos en las pequeñas letras de los grandes libros, en las lecciones de los eternos escritores. Y en los erróneos e inevitables apuntes que se pueden hacer leyendo el destino: ”Déjenme que les diga algo: si hasta el momento se habían imaginado que, a fuerza de fealdad, vejez, viudez y reclusión en una portería, me había convertido en un ser miserable resignado a la bajeza de su suerte, es que carecen de imaginación”. (Pág. 53).

Y de lo dicho va la novela. De reflejos de individuos y de colectivos viviendo en desarraigo, atrapados todos en las garras de las sonoras soledades. Reconfortados algunos en los bálsamos de las mentiras piadosas y en el ejercicio de especiales placeres solitarios: leer y escribir, y permitir al prójimo que haga para su deleite evaluaciones equívocas sobre uno mismo. 

Ternura, dolor, desaliento, roces entre clases sociales, enfermedades y pasiones rotas, miserias y opulencias. Enfrentamientos dialécticos en parrafadas que no excluyen a la ironía y al humor propio de los seres inteligentes. Y muchos espejos que son amigos prudentes, que miran en silencio con ojos gatunos. 

Seix Barral, la casa editorial dueña de todos los derechos en nuestra lengua, ha publicado la reimpresión 2010, en 367 páginas en las que, como dijo Joseph Joubert: “Las ideas cumplen la función de la luz y participan de su naturaleza, pero el razonamiento es como un bastón que realiza una especie de tanteo allí donde debe hallarse algo muy palpable”. 

Muriel Barbery

Nació en Casablanca, Marruecos, el 28 de mayo de 1969. Escritora francesa, profesora de Filosofía, autora de las novelas ‘Una golosina’ (2000), traducida a 12 lenguas, y ‘La elegancia del erizo’ (2006)). Esta última obra ha tenido un gran éxito en su país con más de 30 ediciones y más de un millón de ejemplares vendidos, ocupó el primer lugar de ventas durante 30 semanas consecutivas y ha sido traducida a numerosos idiomas. La directora francesa Mona Achache ha rodado la película ‘El erizo’ basándose en esta novela.

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