Quito místico y eterno - Patrimonio de la Humanidad
Iglesia de Santo Domingo
Dr. Oswaldo Paz y Miño J.

La Capilla de San Luis Beltrán y los túneles que cruzan la plaza.

Exacto, cada cuarto de hora como se nos ha dicho suenan las campanas menores del reloj conventual, mientras nos acercamos a la casa del Postulantado Dominicano, que es el lugar donde se forman los futuros predicadores de la fe. Advertimos en el camino, que la residencia estudiantil está de alguna manera camuflada, por una puerta disimulada de menor importancia, en la parte baja oriental del convento.

Nos ha demorado un poco el ingreso, un asunto de poderes, ya que nuestro anfitrión, el Padre Cazarla, Prior del Convento, no tiene mando en esta zona y se debe contar con la anuencia del Padre Regente de tan especial lugar.

Ingresamos recelosos, porque el lugar impone, y como por arte de magia, luego de un encendido seco y rítmico, desde la oscuridad, se hace la luz y aparece, se muestra, ella, la Capilla de San Luis de Beltrán, algo tímida, de ojos vivaces de color dorado. Como saliendo de su propio sueño, huraña nos observa, ya que ella casi no recibe forasteros. Es un lugar dedicado a la meditación, lo que excluye las visitas.

Este rincón pequeño y maravilloso dedicado a la formación de los aspirantes a frailes, tiene su propio secreto. Bajo el altar están, y las hemos visto, las puertas que conducen a un sector de catacumbas y a los túneles que dan a la Plaza de Santo Domingo: son cavernas que protegen los momificados despojos de los frailes que ya duermen el sueño eterno. Son rutas subterráneas que han sido selladas no hace mucho tiempo, por constituir peligrosos laberintos en los que seres de la noche permanente: descomunales roedores y tarántulas circulan libremente.

Existen en todo el Monasterio varias entradas a estos tétricos espacios, pero la mayoría han sido clausurados, sobre todo, para evitar que los chicos que estudian en el San Fernando contiguo, por su natural curiosidad queden entrampados, quizá para siempre. Los túneles están allí, a los pies de los viandantes.

Historia y arte

Hay mucha historia bajo el adoquinado que hace pocos años, con muy mal gusto, se instaló, rompiendo la armonía del entorno que recubre la plaza. La Capilla iluminada se exhibe ante las miradas deslumbradas y nos ha dejado ver su artesonado sin igual, hecho con los restos del altar de la Iglesia Principal del Convento que se quemó a fines de el Siglo XIX, cuando un cirio, traicioneramente, decidió demostrar que, pese a que estaba por consumirse, en su último aliento mantenía fuego suficiente y se las tomó con el altar mayor.

Se lograron salvar varias vigas de la estructura del altar primitivo y con esos restos de arte, se reencarnó más arte. Se construyó un mosaico, una pieza maravillosa de arte árabe español, rutilante, llena de rosetas y figuras de pan de oro, custodiada por cabezas de Ángeles niños. Un barroco sin igual, en el que destacan las columnas Salomónicas, llenas de uvas, dedicadas a Nuestra Señora del Rosario, a quien franquean por los costados preciosas imágenes de Santo Domingo y Santa Catalina de Ciena. La Virgen Matrona de los Dominicos, serena y eterna, mira con el niño en brazos y su rosario a cuentas, la devoción diaria de los postulantes.

Una bella historia contada en lienzo

Las paredes de esta coqueta capilla están decoradas por cuadros de Fray Enrique Mideros, hermano de Víctor, el famoso pintor. Las pinturas cuentan de la vida en el convento y de momentos estelares de los Dominicos y su Patrono. Destaca uno que relata la visión en lienzo de Santo Domingo que cuando el llegó al cielo y no encontró allí a ningún Dominico muy triste, a la Virgen preguntó: "Madre, pero no hay ninguno de mis hermanos", a lo que ella respondió, abriéndose la capa mostrándole que todos estaban a cubierto, bajo su manto sagrado. Que de los creadores del rosario -que es el Evangelio de la gente que no sabe leer- la madre de Dios no se había olvidado.

Dr. Oswaldo Paz y Miño

Publicado en el diario La Hora, Quito, Ecuador

22 de setiembre de 2002
La Hora

Gentileza de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/

Ir a índice de América

Ir a índice de Paz y Miño, Oswaldo

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio