De Portugal y Uruguay dos escritores eternos
Dos libros en defensa de los viejos: 
'En nombre de la tierra' y 'Memoria y esperanza'
Comentario:: Oswaldo Paz y Miño J.

Esta página se escribe horas después de que ha pasado 'el día del padre' por los hogares y cementerios. Con total intencionalidad hemos escogido dos libros escritos por viejos, para romper lanzas por ellos, por los viejos; contra todos esos insolentes, ignorantes, inhumanos, intolerantes, tullidos del alma y escasos de materia gris, que, sintiéndose 'dueños' de una juventud que creen les será eterna, agraden a los viejos con premeditación, alevosía y sucia ventaja y con la complicidad pacata, de gran parte de la sociedad, que mira y escucha impasible. De un estado que ha probado querer eliminar a los viejos de la faz de la tierra, lo más pronto posible.

 

Ingratitudes y cegueras


Vivimos en un país ingrato con los viejos. Alienados, por la infame propaganda consumista, que rinde culto al cuerpo, a la imagen juvenil irresponsable, hueca, lejana de la realidades sociales lacerantes. Inducción subliminal a que los jóvenes a que rechacen a los viejos. A que a los viejos se les cierren las puertas y las oportunidades. El estado aúpa, por que no interviene en la defensa, las discriminaciones que se aplican a los maduros y a los viejos. Las puertas se cierran todos los días por el único pecado, de que el calendario ha pasado más vueltas por ellos. Porque las canas son visibles y muchas. Porque las arrugas hablan de sabidurías que a los más jóvenes no interesan.

 

Radiografía de la sociedad

Los pueblos se desnudan, se exhiben como son; tal y cual, por la forma de tratar a sus viejos. Las gentes que maltratan a los viejos, sólo entregan, con esos actos, fotografías de cuerpo entero de sus oscuridades y miserias, de sus complejos, de su pastosa y ruin entraña. Nuestro silencio nos hace cómplices. ¿Cómo es posible que ciertos canales de televisión permitan que en sus programaciones 'comicas' se incluyan segmentos en los que se busque la risa fácil del espectador burlándose de los viejos, denostando a los ecuatorianos mayores? Mofándose de ellos y de su respetable ancianidad. Tanta barbarie. Tanta basura de mal gusto. Tanto mal ejemplo, sólo demuestra que los guionistas, están lejanos de la civilidad y además, que su creatividad es limitadísima.


La nobleza de la vejez


Se ha de respetar a los mayores. Se ha de proteger a los viejos. ¡Basta de gritar la palabra viejo como insulto.! Que torpeza tan grande. Que ignorancia. Es que estos, que así hablan, de seguro no tendrán padres y abuelos. Porque de mal nacidos es el ejercicio de la bravuconería con los viejos. Abusivos, delincuentes, los que le ponen la mano encima a los ancianos. Los que los abandonan a su muerte, después de haberles esquilmado. Los que cultivan y promueven la ironía, la burla, la broma pesada, en contra de los viejos. Han de llegar a viejos y quizá allí, cosechen lo que mal sembraron, de jóvenes.

'Memoria y esperanza'.

 

En esta 'Vitrina de Los libros' veneramos a los viejos. A todos. Tienen tanto que decir, que mostrar, que quisiéramos volvernos viejos solo escuchándolos, o leyéndolos. Y de dos viejos , sabios y maestros, en esta ocasión traemos un par de libros.

De Mario Benedetti, Uruguayo Universal. Poeta prolífico, ensayista, dramaturgo. Octogenario maravilloso, que no para de escribir, para beneficio del mundo quien ahora nos regala 'MEMORIA Y ESPERANZA', un volumen, dedicado enteramente a los jóvenes. Alimento para el alma, para la mente. Sabiduría casi a flor de piel. Letras elaboradas en el día a día de vivir ochenta años. La casa Alfaguara ha publicado en más de noventa paginas, el mensaje tierno, directo, y profundo de un preclaro ciudadano del mundo, que advierte a los chicos, de no dejarse atrapar, por el 'american way of death', la trampa del consumismo, el conformismo castrante, la ausencia de ideas, la mentira repetida, de que el éxito, es dinero.

 

 

"Qué puede decir un poeta de más de ochenta años a la gente joven, que no lo haya dicho ya? Poco. Sólo contarles qué satisfecho y bien me siento, cuando octogenario, veo que mis valores de toda la vida siguen vivos, presentes, que nunca tuve la tentación de renunciar a ellos, y que los sigo sosteniendo. Y que toda la vida pude arreglármelas con tan poco, y estar contento.

 

Que pese a haber vivido bombardeado por la misma publicidad que a todos nos dice lo importante que es el consumo, que lo que importa es generar riqueza (monetaria), y que la globalización y el libre mercado son el único camino que nos queda por delante, sigo pensando que nada de eso es cierto. Que el Che Guevara fue un proyecto de cambio y no sólo una camiseta, que el fútbol era un hermoso deporte muchísimo antes de ser un gran negocio, y que no todos en el mundo son de derechas." Pág. .7

'En nombre de la tierra'

 

De Vergílio Ferreria Melo, escritor portugués 1916 Lisboa 1996. Los bibliófilos de la tierra, que aún no pasen por sus letras no han de esperar más para hacerlo. Habrá una etapa en vuestras vidas de lectores, antes y otra después de conocer literatura tan enorme, tan magistral, tan honda. Cada página del libro que hoy compartimos tendrá en el lector efectos profundos, porque tocará sin piedad, en parcelas tales como: el cuerpo, el amor, el sexo, la religión, la vida en pareja, el deseo, los hijos, la enfermedad, la mutilación del cuerpo, la corrupción, la ley, la vida, la vida y la muerte total, y la muerte, en vida, y la vejez y la reclusión de los viejos, las angustias de los viejos, la desolación de la ingratitud, la comodidad del suicidio, la conveniencia de los asilos de ancianos para los hijos a los que los padres incomodan y que no saben que hacer con ellos, la reclusión para los padres que, engatusados, llegan a esas prisiones en las que habrán de esperar la muerte. Los asilos de ancianos, en blanco y negro. Dolor y amor totales cuando se ha cumplido en la pareja aquello de que 'hasta que la muerte los separe' ¿Qué seré yo sin ti? El amor por la compañera de toda la vida y de la muerte.

"Mi querida Mónica, el cuerpo aún no existe y tenemos que empeñarnos con ardor para que exista. Porque lo que existe es apenas la porquería de un trozo de carne que se vende en la carnicería de los antropófagos. O si no, existe sólo lo que en él no existe y se negocia en las sacristías de provincia. Amor mío, déjame decirte. -Ahora que estás muerta- que largo fue todo. Ahora pusiste las cosas en orden." Pág. 118.

 

Es la historia de una conversación reinstalada en una carta, en todas las cuartillas, sostenida en lo etéreo, en la memoria y en la soledad. En la ausencia de la mujer amada, que de joven fue, tan peligrosamente bella, y luego, tan entrañablemente vieja y enferma. Conversación que fuera interrumpida, por el llamado de la parca, pero, conversación tan necesaria de continuar. Y es que la muerte deja temas pendientes. Que sólo el amor y el deseo permiten rastrear, perseguir, aunque uno de los amantes, viva muerto, y el otro, haya muerto, y viva. Es la historia de Joao y Mónica. El amor se sostiene en los recuerdos. En el tacto, y en otros sentidos, que el cuerpo en su perfección no olvida. La piel de la amada adherida en las manos del amante que la recorrió. La muerte no puede con todo. Pasado y presente a cara descubierta. La juventud, un recuerdo, la vejez una realidad. El cuerpo una constante en la literatura de Vergílio Ferreira y por lo tanto en el libro con el que os provoco a leerlo: 'EN NOMBRE DE LA TIERRA', de editorial Siruela, 282 páginas en las encontrareis, sustancia.

 

"Porque debemos sentir amor por nuestro cuerpo, somos tan ingratos con él. Incluso en su degradación, pero lo que quiero ahora es amarte a ti. Amarte cuando existía tu cuerpo y todo lo que en él acumulé. El amor es eso, querida, acumular al principio para poder ir gastando durante el resto de la vida. ¿hasta cuándo duró lo que acumulamos? Estás entera joven perfecta. Ahora que bello es decir joven. Decir perfección. Decir Tierra, astros, y dioses. Y estar entero en tu cuerpo. Despacio, todavía dudo, despacio, No quiero perderme ni un átomo de ti, de todo lo que en ti acumulé, del universo en ti. Pág. 109

 

El desafío


Libros de octogenarios, estallidos de sabiduría que podemos recoger en cada letra. En homenaje a los viejos de esta tierra, hombres y mujeres, a los que tanto debemos. Que el destino se apiade, de los que creen que serán siempre jóvenes, ricos y famosos. Ante la democracia total de la muerte, todos somos iguales. Cuando ella escoge, no se fija en la cara, ni en el dinero. Simplemente, toma, y se va.

Dr. Oswaldo Paz y Miño
Texto publicado en Diario La Hora - 2005

Autorizado por el autor
La Hora

Gentileza de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/

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