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Secuestro Express[1]
Jorge Paz Arita
jpazarita@yahoo.com

Prudencio es un ejecutivo comisionista dedicado a los negocios, le fascina en su tiempo libre, el entretenimiento cultural. En la ciudad capital hay muchos lugares donde se reúnen artistas e intelectuales a presentar sus creaciones de pintura, música, danza, teatro, poesía etc.

Entre ellos: Centro Cultural España, Teatro Reforma, Teatro Nacional Manuel Bonilla, Teatro Renacimiento, Alianza Francesa, auditorios de las principales universidades y librerías Café etc.

La familia de Prudencio está integrada por cuatro mujeres (incluida su esposa) y tres varones es decir, que en su hogar, se consumen veintiún platos de comida diariamente y no hay excusa.

Él y su esposa trabajan con mucho entusiasmo para suplir a sus hijos las necesidades básicas, las más importantes: Salud, educación y sano entretenimiento.

-¡Esto es un asalto!... cualquier movimiento que hagan y serán muertos; nosotros no queremos matar, solamente queremos dinero, si están tranquilos y sin hacer señales de auxilio, nada les pasará -dijo el delincuente que segundos antes abordó el taxi frente a la SERNA, como cualquier pasajero, mientras apuntaba con un revólver 38 pavón plateado, en las costillas de Prudencio quién iba sentado en medio del asiento trasero; a su izquierda iba una hermosa dama de piel canela, vestido carmesí que aparentaba treinta años de edad, en ese momento ella fue presa del pánico.

-Haber vos viejo, dame tu cartera, sácate todo de tus bolsas quiero ver que andas, ¡uupa… andas un Blackberry! Pásame tu billetera, dame ese maletín para ver que andas, ¿y este cheque? -es un cheque no negociable - viejo y tus tarjetas de crédito? - no tengo, - no hagas ningún movimiento porque te mueres - Y vos vieja, pásame tu cartera. En el asiento delantero derecho, ya venía uno de los dos delincuentes; él registraba las carteras y maletín; en forma sincronizada los delincuentes intimidaban al taxista, que a lo mejor también pudiera estar involucrado en el crimen organizado, eso solo ellos lo sabían.

Los tipos de pulcra apariencia (bien vestidos), tenían acento, corte de pelo y modales de estilo militar, eso aparentaban, pero eran delincuentes, mostraban sus rostros con mirada amenazante.

-Vos taxista pendejo, poné atención, vas a conducir donde te indiquemos y sin hacer ningún mate porque si no haces lo que decimos, también te quemamos.

-Dale, vas a salir al Hotel Marriott, luego subes al lado de Mc Donal´s, hacia las Lomas.

El taxi subió con los cinco pasajeros sin dar sospechas que era un Secuestro Express.

Luego hicieron una parada en una residencia de Lomas del Guijarro, zona de alta sociedad, había un portón de metal estaba un individuo esperando; los delincuentes le dieron una orden al tipo con apariencia de jornalero y se quedó allí. Bajaron por una calle que conduce al Mall Multiplaza, luego tomaron la que va hacia a la Villa Olímpica, luego tomaron el anillo periférico rumbo a Ciudad Mateo.

-Viejo, nosotros integramos una organización, tenemos un jefe, nos pone una cuota, si no la cumplimos nos manda a matar.

Si les pedimos dinero a ustedes y se ponen al brinco, entonces tendremos que matarlos.

-Mira joven, no me aferro a las cosas materiales, las cuales se pueden volver a obtener, toma lo que tengo, no me opongo a tus amenazas - le respondió serenamente Prudencio.

-Este viejo si coopera vos, así me gusta, calmado viejo, no te haremos daño.

Prudencio comenzó a meditar resignado, pidiendo perdón al Señor Dios Poderoso, clamando a Uriel (uno de los siete Arcángeles mensajeros de Dios que dan servicio y auxilian a la humanidad cuando está en peligro.)

Prudencio comenzó a sentir una paz interior, más allá de todo entendimiento.

-¡Que barbaridad!... por doscientos pesos que tengo me quieren matar ustedes -decía la dama.

-Sssst, no les diga nada señora, tranquila - le susurraba Prudencio con el dedo índice en sus labios señal de silencio para calmar a la angustiada dama.

-Cálmate vieja, no te compliques, dame las claves de tus tarjetas de crédito, no te pongas al brinco, no te queremos hacer daño, solo que-remos que cooperes, danos tu dinero, atrás de nosotros vienen mis compañeros en otro vehículo--- decía el delincuente sin dejar de apuntar con su pistola al costado de Prudencio.

El secuestrador del asiento delantero iba hablando por celular con el jefe de la banda alias "El Divino", quien daba órdenes desde algún lugar de la capital.

El taxista dio un viraje en la intersección del anillo y la salida hacia Mateo siguiendo instrucciones de regresar por el periférico para detener-se frente a Universidad Tecnológica de Honduras (UTH).

Allí estaba el jefe de la banda en un lujoso turismo gris con dos de sus secuaces y puerta trasera abierta.

-Vaya viejo, bájate y pasa al vehículo, no hagas ningún movimiento pidiendo auxilio porque te disparamos. Prudencio hizo como le indica-ron.

El tráfico era normal, la gente pasaba en sus vehículos, sin saber que allí se gestaba un secuestro.

Prudencio pensó en su adentro ¿que pasará ahora, que harán conmigo, que pasará con la dama secuestrada que llevan dentro del taxi, hacia donde la llevarán?

-Oye viejo has cooperado, eres un hombre luchador, inteligente; tranquilo, no te haremos daño, dame ese reloj, tu identidad, los anteojos de sol, cierra los ojos, no nos mires -

Una mujer bien vestida, estaba sentada en el asiento trasero revisó los calcetines de Prudencio, mientras ponían en marcha el vehículo; después de medio kilómetro recorrido, se detuvieron.

-Viejo, te damos éste dinero para que tomes un colectivo; le dieron treinta Lempiras de los mil trescientos que le robaron, bájate, camina sin ver hacia atrás, has como si nada te ha pasado. Prudencio temeroso que le dispararan por la espalda, caminó resignado, por el anillo periférico, bajo un sol ardiente de la una de la tarde, después de estar dos horas con un revólver apuntando a su costado, fue liberado, sano y salvo.

La vida continúa…

[1] Nota: El presente trabajo está escrito con extranjerismos y algunos vocablos costumbristas de Honduras.

Jorge Alberto Paz Arita
jpazarita@yahoo.com
 

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