El amante de madera
Alfredo Ortiz García

Soy amante de tus curvas en secreto, 
no puedo dejar de contemplarte, 
no puedo resistir que mis errantes pasos, 
me jalen a tu encuentro para espiarte. 

Así soy, inofensivo y adorador.

Humeante como sombra me confundo 
y me escondo entre los árboles del patio, 
me meto a sus raíces en lo oculto, 
para crecer un tiempo en tu jardín de viento, 
para observarte en las noches de penumbras, 
cuando en tu cama estás siendo dibujada 
curva a curva por la línea de la luna.

Voy creciendo embelesado con tu forma, 
toda ella voluptuosa a diario veo, 
al ir naciendo mis ramas en las noches, 
la inspiración de tu perfil desnudo 
en mi duro cuerpo va apareciendo.

Mientras te miro en mi escondite de vigilia, 
voy recreando tu figura en mi ramaje, 
cada uno de mis troncos crea tus curvas, 
cada rama moldeando en mí tu forma: 
los frutos de tu piel huelen a ti, 
las hojas de tus labios me seducen con tus besos.

Cuando termine este año la escultura, 
habrá dejado terminada tu silueta, 
y yo, convertido en el árbol amante de madera, 
podré seguirte contemplando en este patio, 
por fin podré tenerte entre mi cuerpo 
y estar soñando que por siempre 
en ti me sigo yo adentrando…

20 de mayo 2005

Alfredo Ortiz García
Escritos sobre el cuerpo de una dama
Enero 2007

Ir a índice de América

Ir a índice de Ortiz García, Alfredo 

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio