Tentaciones de San Antonio (Brueghel)

poema de Enrique Molina

Jan Brueghel Tentaciones de San Antonio Abad

Google Art Project

Del extremo del grueso tronco hueco

—tal vez comido por el rayo o las ratas—
                             ¿por qué
ese extravagante individuo en forma de embudo

con su violín en la cintura

tiende hacia mí una olla? ¿Pero quién

echó allí las cebollas y el aceite y esas

    merluzas rojas

qué criatura obscena salta y enseña el ano

    entre las flores?
Toco el relámpago de tiernísimo vello

de este muslo que hace brillar su curva suculenta
con la embriagadora humedad cálida de ese sudor
hacia arriba donde sus piernas

se entreabren de una manera insólita

sosteniendo la enorme forma obesa

la ciega terrible urdimbre de órganos

   palpitantes

bajo lo tibia redondez de su piel
                                 He ahí
la cerda con oscilantes caderas y tocas de monja
el cálido jardín animal de la bestia

y roncando con profunda satisfacción

entre los vasos de whisky vaciados mientras

    la canción brasileña

desenrosca sus voluptuosos anillos de una

   seducción visceral

a la orilla del mar sobre la arena morbosa

    bajo la luna

¿qué es lo que ensaya esta criatura seductora

esta misteriosa tentación de los placeres de la costa ... ?

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