Los mundos del andariego de Adriano Corrales

Por Carlos Midence

Este poemario (La suerte del andariego, 2000) de Adriano Corrales contiene una poesía que pareciera escribirse y des-escribirse a la vez. Es decir, es una poesía que se destruye y se reconstruye en el siguiente verso, en el siguiente poema. Es como su título lo indica: una poesía andariega, que vagabundea por diferentes estadios humanos o bien por distintas zonas poéticas y que al final resume su decir en uno único e indisoluble: el propio, el que funge como rescate del resto, de lo que quedó atrás. Corrales traslada su ámbito poético a zonas desconocidas como lo hiciera Alejo Carpentier con el personaje de sus Pasos Perdidos.

 

En ambas obras se contraponen realidades, contextos, misterios e identidades imaginativas y primarias. Por un lado se contraponen los pensamientos cartesianos o más bien post-cartesianos de un mundo en el que domina la elementalidad del mercado y la banca y el otro en el que, como el Stur und Dramg, la edad media o los pueblos descubiertos por el personaje de Carpentier o de Corrales la existencia se simboliza en elementos más espirituales, más cerca del hombre en su esencia, en su existencia que en su materia, que en su unidimensionalidad, univocidad diría Marcusse.

 

La suerte del andariego le brinda la posibilidad al lector de construir un itinerario en el que su única suerte puede se el llegar a un lado específico dentro de una confusión, dentro de un caos conformado por las mismas construcciones de sentidos centradas o desprendidas de las mismas formas de narrar. Es decir, Corrales narra o poetiza las conflictualidades o paradojas entre un mundo que se dice moderno y otro al que se le hadado el mote de pre-civilizado.Para esto vale de igual modo la comparación con Un Mundo Feliz de Huxley en el que los mundos están disociados totalmente y en el que al final el lector se interroga ¿cuál es el verdadero mundo feliz, a qué felicidad se alude?.

 

En la obra de Corrales toma relevancia la estructura misma de la obra en la que, como dijimos al inicio pareciera escribirse para luego desaparecer y re-escribirse más adelante y en el que la sensación de vacío está presente de principio a fin. Esto lo logra a través de espacios en blancos, versos cortos, estrofas entrecortadas y continuadas y a veces cuasi-descontinuadas y en las que domina el sopor de la angustia de lo inacabado.

 

En uno de los versos de ese gran poema que es la La suerte del andariego y en el que a veces parece ganarle lo sub real a la realidad aprehensible, en su calidad de realidad verificable el andariego, el personaje lírico afirma: La patria es lo que resta/ la subasta... Mi país es un tigre evaporándose, es frecuente encontrar versos como el anterior en el que los apuntes del andariego dan fe de lo que observa y en el que éstos apuntes se tornan en un acto de escritura denunciante.

 

Corrales contrasta y trata de hacer alcanzar entre el mundo que descubre o recorre su personaje, y en el cual habita la idea de Humanidad. Precisa que en el mundo descubierto y anotado de forma poética la idea de humanidad está ligada a otro sentido, evocando incluso en esa idea otros conceptos como el de economía y desarrollo , pero no un desarrollo sesgado a la dimensión fachadista como sucede en el mundo del cual viene.

De esta forma Corrales descubre un mundo que se contrapone a esa idea de humanidad y modernidad que se maneja en su mundo original y lo hace desde dos práctica muy usuales en ese otro mundo: el andar y la poesía.

Carlos Midence

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