Un día con los abuelos... |
María Guillermina es la protagonista de esta bellísima historia contada por Sylvia Puentes en una pequeña obra autobiográfica. Los abuelos de este cuento podrían ser otros, pero los que conocemos a Sylvia sabemos que no todos los abuelos podrían ser los de este cuento. |
–Filiflama alabe cundre... –dice la abuela. |
Palabras
inventadas, rimas, adivinanzas y el alma de la poesía están sutilmente
entramadas en esta historia que relata la visita de María Guillermina a
sus abuelos y que comienza afanosamente en la cocina. El abuelo y
Guillermina recogen los huevos para hacer los bizcochos de la merienda.
Los toman de la gallina Floppy, mascota que le ha regalado el abuelo.
Entre los tres mezclan los ingredientes y amasan, pero María Guillermina,
aunque puede usar el cuchillo para cortar la masa no debe tocar el horno.
Y, como no podía ser de otra manera, una abuela que es médica, pero que
no trabaja en el hospital porque ahora solo escribe y cuenta cuentos,
propone unas adivinanzas mientras se hornean los bizcochos. |
Me suelto como saeta |
La
abuela escritora no solo pasa el día con jitanjáforas y adivinanzas,
sino que le enseña a María Guillermina una palabra que hace mucho tiempo
dejó de usarse “ex libris”. La niña recibe los ex libris que llevan
su nombre y un dibujo especial, y la abuela le propone hacer algunos en la
computadora para sus amigos. Y en la pequeña biblioteca donde tiene sus
libros, Guillermina pega los ex libris en cada uno de sus ejemplares: La
Bolita Azul, Caperucita Roja, El Rey Mocho y Los Tres Chanchitos. En
seguida, la abuela multifacética ahora cose para las muñecas y tiene en
su cueva mágica puntillas, cintas, botones, cadenitas, moñas y cierres
que María Guillermina observa encantada. La aguja entra y sale y la muñeca
quedó preciosa. Ahora es el turno de los juegos de palabras |
Pedro Pérez Pereira, pintor profesional |
Por la tarde se desata una tormenta. Relámpagos y truenos asustan a la pequeña y además algún fantasma deambula por el patio. Es mejor tomar una taza de leche tibia mientras la abuela cuenta cuentos. Toca el de “La Princesa y el guisante” de Andersen y más tarde las canciones: |
Se me ha perdido una niña |
El
día llega a su fin con el taller de Nina, donde Guillermina aprende a
pintar y decorar. Luego llega mamá a recoger a la niña después de un día
maravilloso con los abuelos. Un cuento para los más pequeños narrado en primera persona por la misma María Guillermina como una invitación a compartir con ella un día especial. Las páginas con ilustraciones a colores de Ana María Dolder, llenas de juguetes tradicionales, recuerdan que es un día para divertirse, para jugar y también para aprender jugando. La inclusión de otras formas textuales como canciones, adivinanzas, rimas y jitanjáforas permite a los niños, durante la lectura, sentirse en un entorno familiar en el que cada texto colocado en el lugar perfecto logra una lectura significativa. Además, acompañan al cuento, en un sobrecito que viene entre las páginas, la receta de “Los bizcochitos de la abuela” y un ex libris. Ojalá todos los niños pudieran tener una abuela médica, escritora, costurera, repostera y cuentacuentos... ¡Ah!!... y un abuelo fantasma. |
Título:
Un día con los abuelos
Autora: Sylvia Puentes de Oyenard
Ilustraciones: Ana María Dolder
Ediciones: A.U.L.I.
ISBN: 978-9974-552-82-1
16 págs.
Distribuye Gussi (Montevideo, Uruguay)
Isabel Mesa
(Bolivia)
Ir a índice de América |
Ir a índice de Mesa, Isabel |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |