Introducción al Derecho, libro del Dr. Oswaldo Paz y Miño Jaramillo

Prólogo del Dr. Jorge Machado Cevallos

Docente universitario y de la Academia Notarial Americana de la UINL

Presidente de la Federación Ecuatoriana de Notarios

Miembro fundador del Instituto Ecuatoriano de Derecho Procesal

Notario Primero de Quito

El estudio del derecho en sus amplias perspectivas configura una disciplina de cierta complejidad, cuyo conocimiento demanda de un conjunto de elementos fundamentados en principios y doctrinas que estructuran la concepción del Derecho como ciencia.

El acceder a este conocimiento obliga a preparar el camino o la senda por la cual deberá transitar quien tenga afición por su estudio, para lo cual requiere necesariamente de una orientación que le allane y facilite su acercamiento a través de una herramienta sustancial que le conduzca a compenetrarse de la esencia de las materias jurídicas creando adicionalmente afición por ellas, así como destreza y apego al Derecho en sus distintas manifestaciones.

Este propósito orientador asume con loable aptitud y conocimiento el Dr. Oswaldo Paz y Miño Jaramillo, distinguido profesional del derecho, académico por excelencia, estudioso asiduo y profundo de las ciencias jurídicas, con una amplia trayectoria como docente universitario, al entregarnos la segunda edición de los estudios de la introducción al Derecho, en la que se aprecia de manera muy clara e inteligible que se trata de una obra depurada, con un gran contenido doctrinario, un sistemático tratamiento de cada uno de los temas que aborda con prolija profundidad,  llegando al análisis jurídico en el ámbito de la filosofía del derecho, lo cual no es fácil en un texto de Introducción al Derecho, que por su propio contenido se encontrará limitado al estudio de los conceptos iniciales del derecho.

No podemos soslayar el avance que las ciencias jurídicas han tenido en el contexto de los nuevos conceptos que han ido superando los aspectos tradicionales  esbozados en los albores del Siglo XX y que ahora se proyectan hacia otros horizontes, los cuales no podrían ser analizados dentro de un contexto comprensible, si no contamos con los conocimientos sistemáticos que nos proporciona la ciencia de la Introducción al Derecho. Como podríamos desentrañar las teorías del Derecho como un Sistema Normativo, que como afirma Norberto Bobbio en su obra Teoría General del Derecho, “la experiencia jurídica es una experiencia normativa” y de ello conceptuar las teorías del Derecho como Institución y del Derecho como Relación. El autor con un enfoque global presenta en su primer capítulo el estudio que nos permitirá acceder a estas nuevas concepciones del derecho desde la perspectiva de un amplio referente doctrinario acerca de las distintas escuelas jurídicas respecto del Derecho como Ciencia, como Institución y como fenómeno social, del que se desprende que el concepto de derecho debe contar por lo menos con tres elementos esenciales, que siguiendo la Teoría de Bobbio, se reducirían al concepto de sociedad en primer lugar; la idea del orden social que sirve para excluir todo elemento que implique el arbitrio puro o simple o la fuerza material, en segundo término; y, como tercer elemento, que el orden social se estructure a través de las normas reguladoras de estas relaciones sociales.1

A continuación plantea el estudio de las normas, su contenido y clasificación, dando especial énfasis en el estudio de las normas jurídicas y su concepción dentro del  Derecho Positivo, apoyando en el principio de la hiperactividad, de donde emana todas las características de las normas jurídicas para que tengan aplicación plena en la sociedad y regulen las relaciones individuales y colectivas dentro de un régimen de derecho, cuyas fuentes son analizadas en su auténtica dimensión en la que prevalece su contenido en la formación y creación del derecho[1].

La proyección  que presenta sobre las fuentes del Derecho supera las limitadas concepciones tradicionalistas, exponiendo con singular relevancia, la influencia que el avance de las ciencias jurídicas han tenido en la demarcación adecuada de todas las fuentes para llegar al tratamiento de la eficacia del derecho y que se traducen en nuevas normativas como es el régimen de Derechos Humanos, cuyos instrumentos internacionales sobre esta materia integran nuestro ordenamiento jurídico.

Continúa el desarrollo de la obra refiriéndose a la división de acepciones del Derecho, como llama el autor, en las que ubica y dedica con precisión y cabal hermenéutica  al estudio del Derecho Objetivo y Subjetivo, del Derecho Natural y del Derecho Positivo, de las normas adjetivas y sustantivas, de la vigencia y aplicación de la ley en el tiempo y en el espacio. Todos estos aspectos no se presentan como simples conceptos o transcripciones de doctrina jurídica, sino que van enlazadas a una metodología apropiada para que su texto de introducción  al Derecho.

En todo el enfoque jurídico no deja de establecer dentro de los elementos valorativos de las normas, el sentido de justicia como finalidad suprema del derecho, por ello es que al analizar su validez y la eficacia busca que las normas jurídicas cumplan esta función esencial en su aplicación dentro de las relaciones humanas, con lo cual nos invita a adentrarnos en el estudio de ordenamiento jurídico en todo su contexto.

Siguiendo la secuencia sistemática de la obra llegamos al estudio del Estado, su concepción filosófica, el origen y estructura, con el aporte de doctrinas reguladoras de su existencia, la división de poderes, las formas de gobierno, relevando en forma analítica el sistema democrático como garantía del derecho a las libertades individuales como expresión máxima de la dignidad y respeto humano.

Expone con sustentado conocimiento los elementos y contenidos del Estado de Derecho y su valía como estructura jurídica a través del imperio de la ley, a la cual se encuentran sometidos todos los integrantes de una sociedad tanto en el ámbito privado como en el ámbito público, y,  de manera particular la autoridad, que debe concebirse como el perfecto equilibrio entre poder y servicio, que no puede tener otro referente que el respecto a la ley, por ello es que, aunque nuestra Constitución privilegie al ser humano como destinatario de la normatividad al establecer que ‘’el Ecuador es un  Estado constitucional de derechos y justicia’’[2]. No por ello se ha soslayado que el Ecuador se encuentra enmarcado en un régimen derecho, lo que significa el sometimiento a la voluntad de la ley, sin excepción alguna, pues de otro modo no podríamos entender su funcionalidad y existencia a través de códigos y leyes.

No podría quedar fuera del estudio de Introducción al Derecho, el estudio de la jerarquización de las normas, dando especial atención al estudio de los preceptos constitucionales, los Instrumentos Internacionales sobre Derechos Humanos, como parte integrante de nuestro nuevo ordenamiento jurídico, Leyes Orgánicas y Leyes Ordinarias, con un amplio análisis de su contenido y su eficacia, por lo que interfiere de manera clara, objetiva y descriptiva la relación permanente con los conceptos garantistas de nuestra Constitución, sin los cuales no podríamos comprender el alcance de las garantías fundamentales previstas en la Constitución de la Republica, y que constituye el soporte jurídicos del Ecuador.

Es necesario resaltar el énfasis que el autor pone en ciertos principios jurídicos que caracterizan a nuestro régimen de derecho, y dentro de ellos, merece capítulo aparte, como así lo ha tratado el doctor Oswaldo Pazmiño Jaramillo en esta segunda edición de su obra, el que se refiere a la Seguridad Jurídica, entregándose un vasto estudio de su naturaleza jurídica, sus elementos y su concepción a fin de que el ciudadano pueda advertir las consecuencias y efectos de los actos  y negocios jurídicos por estar enmarcados dentro de un ordenamiento jurídico, permanente e inmutable, en el que no exista viso alguno de discrecionalidad en la aplicación de las leyes y se construya como garantía del desarrollo de la sociedad y de la tranquilidad ciudadana.  De igual forma analiza la garantía fundamental del Debido Proceso, dentro del ámbito procesal, como sustento del Derecho de Defensa, en aplicación al Principio de Contradicción, y cuyos enunciados no sólo son aplicable dentro de la contienda judicial con el análisis de todos los principios, sino como medida de protección al ciudadano frente al abuso de poder de cualquier autoridad estatal. Todo ello se complementa con las reflexiones y conceptos de la jurisdicción y la competencia, que se enrolan dentro de la función judicial con el análisis de todos los principios que la inspiran.

Los últimos capítulos dedica el autor al estudio de los sujetos de derecho en un amplio y minucioso compendio de la persona humana y de la persona jurídica, su semblanza como titulares de derechos y obligaciones, profundizando su análisis a  los elementos fundamentales de la personalidad jurídica de los sujetos de derecho a fin de generar un estamento jurídico que les permita desenvolverse a través de las relaciones jurídicas que garanticen la convivencia pacífica y el desarrollo y el desarrollo individual y colectivo.

No quisiera cerrar este prologo sin mencionar de manera categórica y muy sincera dos aspectos fundamentales: la personalidad del autor y la estructura de la obra como guía  del estudiante y profesional del Derecho, convirtiéndose en estímulo para que quienes consulten su contenido se sientan atraídos por las ciencias jurídicas.   En lo que respecta al primer punto, no podría dejar de subrayar la encomiable y constante dedicación al estudio del doctor  Oswaldo Paz y Miño, lo que le ha permitido constituirse en un claro, sobrio y acertado expositor, un prestigioso profesional, dotado de una esencial habilidad argumentativa reflejando en ella la solidez de sus postulados sobre diversas temáticas en el campo del Derecho, ya sea que se trate de Derecho Civil, del Derecho Administrativo, del Derecho deportivo, del Derecho Constitucional, del Derecho Procesal y del Derecho Societario, ámbitos en los cuales he valorado con absoluta integridad y consecuencia a la verdad, sus valiosos dotes de académico y educador habiendo sido honrosamente reconocido por sus educandos y las autoridades de las diversas facultades en las cuales ha impartido sus clases.

En cuanto a la obra, cuyo prólogo me honro en presentar, es imperativo expresar la sistematización, la ordenada exposición y concreción de los temas tratados que enrumba al lector por la perspectiva de una orientación jurídica precisa, lo cual es fácilmente apreciable de la lectura de sus contenidos.  Es meritorio la paciencia, que se refleja en la construcción, planteamiento y redacción de cada uno de los capítulos robustecidos por una apropiada y extensa bibliografía, fruto de una prolija y paciente labor de lectura y condensación que le permiten transmitir conocimientos basados en pensamientos, razonamientos, conceptos y enunciados que se reflejan en la solidez de sus argumentos expuestos.

Quienes lleguen a tener en sus manos esta obra de transcendental formación jurídica, se verán precisados a releerla varias veces, por sus rutilantes enseñanzas que a través de su contenido entrega a sus lectores.

Notas:

[1] BOBBIO, Norberto. TEORIA GENERAL DEL DERECHO, Editorial TEMIS S.A., Bogotá Colombia 2007, Tercera Edición, págs. 5 y 6.

[2] CONSTITUCION DE LA REPUBLICA, Art. 1 Registro oficial 449, 20 de octubre del 2008

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