Bailando por un Sueño o bailando por la salud hecha un Sueño
Maritza Luza Castillo

¿Cuántas caras tiene la pobreza? Y valdría preguntarse cuántas el amor familiar. Demasiadas, para llevar las estadísticas que se van incrementando segundo a segundo, con los nuevos llantos que dan la bienvenida a la vida. "Un niño mas, un pan menos" cuando diez hermanos mayores lo preceden

Latinoamérica es el resultado de profundas transformaciones y desigualdades sociales, producto de la aplicación de diversas recetas políticas a través de los diferentes líderes enfrentados a la guía de un país sin una visión concreta y continua donde ejecutar un plan de prevención que ponga a buen recaudo la salud del pueblo. La palabra prevención remite la antelación a una futura acción ó consecuencia eventual.

No obstante, en la indigencia, penuria y escasez en la mente de un avispado productor mexicano ideo la fórmula perfecta para matar dos pájaros de un solo tiro. Tiro certero aunado a producir rating le anexó una lágrima a la pantalla e instituyo un reglamento para alcanzar la salud. Un estatuto cuyo principio fundamental entretener, vaya de la mano con la esperanza a una posible curación y surgió la franquicia "Bailando por un Sueño", repitiendo el mismo modelo en toda América latina y parte de Europa con sus respectivos matices regionales desde luego.

Un programa canalizador de la ilusión, incertidumbre, y ganas de conseguir un objetivo por lo general ligado a una operación necesaria o tratamiento extraordinariamente costoso. Casos nada comunes para la comunidad: Niños con parada de gallina, o mujeres despellejándose vivas por raros males. Así, por el estilo, muchos, invisibles para el estado hasta que la televisión lo presenta en reportajes elaborados por la producción del programa. Producción que sabe tocar el corazón de la teleaudiencia y el bolsillo de los auspiciadores promocionando en el horario preminun su producto con "humanidad" mientras un representante del enfermo, ósea "Soñador", acepta el reto de bailar y romperse el lomo por una temporada superando los 40 puntos de sintonía sabatina.

La porción altruista que apacienta las ovejas y les permite sentir a Dios viviendo en sus pechos, a la larga se hace visible, es verdad, los ganadores luego de muchas semanas convenciendo a familiares, amigos y enemigos que agoten el saldo de sus teléfonos prepago enviando mensajes de texto para incrementar la votación ven cristalizados sus afanes y logran obtener el sudado regalo, por fin creen en la justicia divina, luego de someterse a la justicia poéticamente comercial. Bailando por la salud dejo de ser un ensueño y el alma llorosa en definitiva deja de susurrar en los confines de la iglesia

Se hace imprescindible un proyecto a largo plazo que combine matices ideológicos diversos con una unificada y bien planificada visión de salud, para que nuestros países dejen sus venas expuestas a cualquier vampiro oportunista erudito en remarcar las fallas de la administración anterior y las que están por venir, porque la presente, sencillamente todavía es miope hasta que concluya el mandato vigente. Sin pretender defender ningún cantera política el ser mas visionarios con nuestros recursos potenciarían ciudadanos sanos para el mañana. Ciudadanos que no estimen la salud como una leyenda encantada a las candilejas de un programa de televisión.

Maritza Luza Castillo

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