Rigoberto y Yo
Conversaciones con mi sapo
Porcina Pérez
Soledad López

- Oye, Rigoberto, ¿te has enterado de la epidemia de gripe que asola al llamado mundo moderno? -

- ¡Por supuesto! –

- ¿ Y tienes una opinión al respecto? –

- Para decirte la verdad, sí. Pese a que en nuestro universo anuro no existe ese tipo de peste, estoy harto de escuchar todo tipo de comentarios al respecto. - 

- ¿Es que acaso no te parece importantísimo los datos aclaratorios sobre su propagación por medio del contagio? -

- Sería muy tonto si no lo hiciera, ya que hay que inclinarse ante la ciencia y su sabiduría. –

- ¿Y entonces...? –

- A eso voy. ¿Tú sabes cuantos millones de seres humanos contrajeron el SIDA?.  Pues, veinticinco millones. Sin embargo, hasta ahora, algo más de doscientos mil han contraído la gripe porcina, también llamada gripe A,  Pese a que la pandemia del sida diezme a un número considerable de individuos, sobretodo en Africa, en los países civilizados, una gran mayoría de hombres se niegan a usar preservativos, acaso los mismos que usan la mascarilla para no contagiarse de la gripe A. –

- ¿Y a qué motivo obedece esa actitud? –

- Para mi, este humilde y anónimo sapo, existe una sola respuesta. –

- ¿Puedo conocerla? -

- ¡Claro, mujer!. Escucha bien, detrás de esa exaustiva información difundida por todos y cada uno de los medios de comunicación, existe un gran interés económico: publicitar una vacuna que luego se venderá en el mercado farmacéutico como pan caliente. Para ello, sin embargo, es necesario meter mucho miedo a la población mundial, la que ya se siente aterrorizada cuando alguien simplemente estornuda o tose a su lado, sin tener ningún síntoma de la gripe porcina. -

- ¿De verdad lo crees? –

- Si comparas los doscientos mil enfermos de la nueva gripe a los veinticino millones de enfermos del sida,  ya tienes la respuesta. Es más; con los recursos científicos que actualmente se manejan en los laboratorios modernos, sábese que la nueva gripe no es más que la influenza común, con la mutación de antiguos virus. Eso ocurre también, en dolencias infecciosas, las que hay que tratar con nuevos antibióticos, ya que las bacterias van creando resistencia ante los ya conocidos. –

- ¿Te parece entonces exageradas las noticias de su peligrosidad? –

- Sería tonto si lo hiciera. La gripe común, muchas veces deriva en neumonías u otras complicaciones que pueden llevar al paciente a la tumba. Por supuesto que hay que tomar precauciones, ya que la porcina es más contagiosa y opera en núcleos de la población, como niños y mujeres embarazadas, con más rigor. –

- ¿Qué medida entonces, crees tú sea la más correcta? –

- Informar, sí, pero sin aterrorizar. Cabe a los gobernantes del área de Salud, difundir con mucha calma y corrección, los métodos de prevención a ser cumplidos. Y aunque ya existe una vacuna contra la gripe, habrá que renovarla, introduciendo nuevos elementos que la hagan eficaz en la lucha contra los nuevos virus. –

- Rigoberto, además de un sapo incomún, estás muy bien informado. Con esta exposición que has planteado tan claramente, te aseguro que yo también me siento más tranquila. –

- Y ahora márchate; que mi sapa me está esperando. Tú ya sabes para qué. –

- Hasta mañana, amigo sapo, y gracias por tu amistad... –

- Adiós....-   

Soledad López
Rigoberto y Yo
Conversaciones con mi sapo

Ir a página inicio

Ir a índice de Crónica

Ir a índice de López, Soledad

Ir a mapa del sitio