Amigos protectores de Letras-Uruguay

Competencia y desempeño: un desafío en estos tiempos
Autora: Dra. María Rosa Llanes Álvarez
Profesora Auxiliar

El  proceso de formación de los recursos humanos en salud, basada en la adquisición y consolidación de un conjunto de competencias docentes y laborales, requeridas para el desempeño profesional acorde al contexto actual. Se hace un análisis valorativo con una dimensión Histórico-Cultural a partir de un enfoque Metodológico Constructivista que considera la formación de las competencias en el marco Cognitivo-Afectivo, lo que favorece la movilización de recursos  para la solución exitosa de los problemas  que puedan presentarse 

 

Esta realidad impone un reto a la dirección del Proceso Enseñanza Aprendizaje (PEA), y por tanto un reto para los actores principales; profesores y estudiantes, ya que la asimilación de los contenidos en el que aprende,  debe tener lugar  en el marco del desarrollo de las competencias necesarias y suficientes que permitan el desempeño esperado en la solución de los problemas que  afrontará en su práctica profesional, como futuro egresado de la universidad, que le permita un desempeño optimo a la hora de darle solución a los problemas  que enfrentara en su practica profesional.[1]   

 

¿Qué  entendemos por Competencias? 

 

Son muchos los conceptos y definiciones que sobre  competencia existen, desde  la primera  mitad del siglo pasado es amplia la literatura sobre estos temas.

 

La Psicología General de enfoque dialéctico, cuenta  con una sólida teoría, sobre  el desarrollo de las capacidades humanas y la naturaleza social de las mismas.

 

De manera general  a la hora de  definir que son las competencias existen aspectos que se repiten en la literatura especializada que ratifican el grado de esencia que las  mismas  tienen, estos aspectos son:[1].

 

1. Los sistemas  de conocimientos.

2. Sistemas de hábitos y habilidades.

3. Actitudes.

4. Expectativas.

5. Relación  con la actividad.

6. Solución de problemas.

7. Toma de decisiones.

 

En el análisis de la Psicología General; el concepto competencia, tiene  desde el punto de vista teórico lo relacionado con la formación y desarrollo de capacidades humanas, al entenderlas como particularidades psicológicas individuales de la personalidad, que son condiciones para realizar con éxito una actividad dada y revela las diferencias en el dominio de los conocimientos, habilidades y hábitos necesarios para ello, es  decir que el ser humano tiene la potencialidad de combinar características psicológicas de su personalidad, como condición  necesaria y suficiente para el logro de altos resultados profesionales, la valoración de estos postulados nos lleva a la precisión de las siguientes ideas.[1]

 

Las  competencias poseen un fuerte fundamento teórico psicológico, a  partir del  enfoque sistémico,  el desarrollo de las competencias como posibilidad de la personalidad para solucionar los problemas que se presenten en la actividad; se  corresponde con el referente Metodológico Constructivista, y niega dialécticamente las posiciones Conductistas y Funcionalistas al considerar los procesos motivacionales íntimamente vinculados a los cognitivos en la formación y desarrollo de las competencias[2] esta idea expresa  con claridad la interacción de las competencias y el desempeño como expresión externa, concreta, del proceso de integración Cognitivo - Afectivo en la solución de problemas, al decir de Perrenoud, posibilita la facultad de movilizar un conjunto de recursos cognitivos, como saberes, habilidades e informaciones para solucionar con pertinencia y eficacia una serie de situaciones.[3]

 

En la Tesis de Maestría de Educación Medica Superior de  la  profesora Yadira Morera,[4] plantea “Las variadas definiciones del concepto de competencia  se identifican  con diferentes tendencias, siendo las que  más se destacan en el plano Internacional la Conductista, Funcionalista y la Constructivista, de las cuales exponemos a continuación  una síntesis  de sus principales características. La tendencia en la formación profesional, en el mundo de hoy, es diseñar los currículos por competencias laborales y Cuba, no puede estar ajena a los cambios que en las diversas esferas de la vida se producen[3] , [4]

Conductista


Su sello distintivo radica en que sus resultados se constatan en las cosas que hacen los mejores, los relevantes, por comportamientos observables, registrables evidentes y nunca por requisitos. Donde se denominan competencias a las cualidades de los competentes, por haber alcanzado un perfil de excelencia.

Funcionalista

La relación de la función constituye el principio de la selección fructífera de los datos relevantes. Analiza las diferentes relaciones que existen en la organización entre resultados capacidades, habilidades, conocimientos y aptitudes de los trabajadores, comparando unas con otras. 

Constructivista

Valora las relaciones mutuas y las acciones entre los grupos y su entorno, pero también entre situaciones de trabajo y de superación. Construye la competencia no solo a partir de la función que nace del mercado, si no que concede igual importancia a la persona, a sus objetivos y posibilidades.

 

Nogueira Sotolongo y Cols  (20) no se comprometen con una definición acabada de competencia, se ofrece entonces, un concepto operacional que sirva de instrumento para la formación y desarrollo de las mismas, por ellos  se considera que las competencias constituyen:

 

“La posibilidad real que tiene el ser humano de integrar y movilizar sistemas de conocimientos, habilidades, hábitos,  actitudes y valores para la solución exitosa de aquellas actividades vinculadas a las satisfacción de sus necesidades cognitivas y profesionales, demostradas en su desempeño, al tomar decisiones y solucionar las situaciones que se presenten en su esfera de trabajo”[5]

 

 Por lo que podemos resumir que el  proceso de formación y  desarrollo profesional en el área de la salud sustentada  en la adquisición y consolidación de competencias abarca también a la educación permanente y da continuidad entre el pregrado y el postgrado. Estas valoraciones realizadas con anterioridad, permiten  la propuesta de un conjunto de competencias docentes para el desempeño  profesoral acorde al contexto y las exigencias actúales que son:[5]

 

Competencias docentes básicas:  

 

Aquellas que  no pueden dejar  de caracterizar al profesor en la dirección del proceso de  enseñanza-aprendizaje y de las que no hay duda de su pertinencia.

 

a) Competencia académica: (Dominio de los contenidos propios  de su asignatura)

b) Competencia didáctica: Manejo de los componentes personales  y no personales de proceso enseñanza-aprendizaje. tratamiento sistémico de las categorías; objetivo, contenido, método, medios, formas de enseñanza y la evaluación como importante control de este sistema. compresión de este proceso en su dimensión humana, valorándolo como un proceso bidireccional (relación alumno-profesor).

 

c) Competencia organizativa: Se refiere al dominio de todo lo  relacionado con la planificación, organización, ejecución y control de las acciones pedagógicas y didácticas involucradas en la formación del que aprende.

 

Las competencias antes mencionadas se ven complementadas con la adquisición de otras que  profundizan en la concepción didáctica de aprender a aprender y aprender haciendo

 

Por su importancia y la creciente utilización del término competencias en  la esfera laboral y docente hoy día, es meritorio profundizar en su análisis así como en las diferentes acepciones que se manejan. El término competencias no constituye un concepto actual, desde la etapa medieval es utilizado para señalar la adquisición de habilidades por los aprendices de cualquier oficio en su trabajo con el patrón.[6]

 

En la literatura especializada se recogen diferentes acepciones sobre competencias, en el campo laboral algunas definiciones se refieren al trabajo, tareas, resultados, y desde otro punto de vista se describen las características de los sujetos que realizan el trabajo.

 

El resultado de la evaluación de la competencia  es un juicio sobre si el trabajador es competente o aún no lo es y puede ser también una apreciación de un determinado nivel de logro. Este logro puede ser satisfactorio o insatisfactorio para efectos de certificación, pero lo más importante es lo que refleja en cuanto a capacidad de mejoramiento de cada persona.[6]

 

El Desempeño Laboral está fundamentado en los “Estándares o Normas” que determinan el nivel esperado de competencia laboral, considera el trabajo bien hecho, es una evaluación individual, y se realiza en situaciones reales de trabajo para emitir un juicio sobre el evaluado, para ver si es competente o no competente.

 

Fundamental es constituir una herramienta para el posterior aprendizaje de la persona evaluada.[6]

 

La base de la evaluación es precisamente el estándar o norma bien elaborada, se hace una descripción ordenada del contenido de una realización laboral o logro laboral.

 

El estándar o norma incluye por lo menos de un logro que el trabajador es capaz de obtener, descrito bajo la estructura de un verbo (acción), un objeto (sobre el que recae la acción) y una condicionante del resultado obtenido. La norma incluye las características de la calidad que debe tener el desempeño, los criterios de desempeño para que el profesional sea competente[7]

 

La  evaluación de las competencias facilita una retroalimentación cuanto a lo señalado en  la norma. Se trata de que el trabajador conozca de antemano lo que se espera de el en su desempeño cotidiano.

 

Para reconocer lo que falta para cumplir por parte del trabajador en la evaluación de competencias no es una evaluación sumativa al estilo tradicional, sino que identifica en un momento dado el valor del desempeño de un trabajador para valorar si ha logrado o no el nivel requerido y facilitar posteriores acciones capacitantes.

 

La Evaluación Formativa juega un papel fundamental en este tipo de evaluación permite encontrar las brechas entre el desempeño mostrado y el requerido y conocer esto permite que se puedan trazar planes de superación y acciones capacitantes, define un desempeño profesional en situaciones de trabajo donde las evidencias son recogidas  7.

 

La diferencia de esta evaluación tradicional del desempeño, las nuevas formas incluyen además de  las competencias, logros y capacidades laborales y  así se reducen  al máximo las subjetividades.[8]

 

Según señala  Salas Perea en su libro[9] “Ante un Desempeño Insatisfactorio, es importante determinar en qué medida ello es atribuible a un problema Cognitivo, y  ello puede determinarse, fundamentalmente con la realización de exámenes o pruebas escritas, sobre todo cuando se trata de Grupos Grandes”. Este autor fue líder en la aplicación de los Exámenes de Competencia y Desempeño en Cuba, a partir del  año 1997 y elaboraron las Orientaciones Metodológicas para el diseño  de los Exámenes Escritos  Nacionalmente en el Ministerio de Salud Pública de Cuba

 

Los Sistemas de Evaluación de competencias son una necesidad para un profesional que quiera mantener unos niveles de calidad adecuados y garantizar una asistencia correcta a sus pacientes[10]

 

La Competencia de un individuo en un área práctica determinada puede ser definida como la medida en que una persona puede utilizar sus conocimientos, aptitudes, actitudes y buen juicio, asociados a su profesión, para poder desempeñarse de manera eficaz en las diferentes situaciones que corresponden al campo de su práctica profesional. No es una cualidad a la que puede accederse directa­mente, sino que es una resultante cualitativa a la que podemos llegar por un análisis cualitativo después de efectuar diferentes mediciones, conocimientos, las habilidades y las calidades interpersonales para resolver los Problemas cotidia­nos encontrados en su práctica profesional. no es una cualidad a la que puede accederse directa­mente, sino que es una resultante cualitativa a la que podemos llegar por un análisis cualitativo después de efectuar diferentes mediciones.[10]

 

Por desempeño se entiende por su aptitud de desarrollar de una forma idónea una tarea que tiene que ver con su cargo laboral, es lo que hace el individuo en realidad, es el comportamiento real del trabajador o del educando, que realiza al ejercer su profesión y se analiza y evalúa con métodos teóricos y prácticos 9.,10

 

Es criterio de la autora, el modo de actuación hay que descomponerlo  en las funciones básicas que tiene que desarrollar el educando y que se corresponden con: Atencionales, Educacionales, Tecnológicas, Investigativas y Administrativas en cada una de estas funciones básicas es necesario definir el conjunto de problemas que  el educando debe, analizar y resolver en cada una de las etapas de su formación: asignatura o estancia, rotación, semestre, ciclo, año, carrera o residencia.

 

A su vez, cada problema hay que desglosarlo en actividades y tareas, que son el conjunto ordenado de algoritmos o pasos lógicos que deben realizarse para dar respuesta o solución a dicho problema. Son una serie de operaciones, lógicamente relacionadas entre si, y están dirigidas a obtener un resultado concreto (Impacto).[10]

 

La evaluación de la competencia tiene dos finalidades fundamentales

 

De carácter Diagnóstico.

De carácter Certificativo.

 

Las de carácter Diagnóstico tienen funciones de retroalimentación y pueden ir dirigidas a evaluar:

 

Calidad del aprendizaje del individuo y su grupo (nivel de preparación alcanzado);

Eficiencia del sistema formativo;

Calidad de los currícula; y

Las necesidades de aprendizaje.

 

Las de carácter Certificativo tiene fines de decisiones y pueden estar dirigidas a:

 

Certificación Académica.

Certificación de Autorización Laboral (como graduado Universitario o Especialista).

 

Para evaluar la competencia podemos emplear múltiples recursos, técnicas y procedimientos, en diferentes escenarios. Entre los más empleados tenemos

Pacientes reales;

Pacientes simulados (estandarizados);

Historias de salud e individuales;

Modelos de simulación tridimensionales;

Gráficos e imágenes;

Medios audiovisuales;

Microcomputadoras;

Listas de comprobación, escalas de calificación y tablas de decisión;

Exámenes Escritos: preguntas de selección múltiple, preguntas de ensayo, de ensayo de tipo modificado o de respuestas cortas; y Exámenes Orales[9], [10]

 

Hasta el presente no existe ningún método, ni técnica ideal para evaluar la competencia del educando a veces, no sólo es necesario combinar todos los que sean factibles, sino de combinar e integrar los resultados de su evaluación formativa con la sumativa para llegar a su evaluación final 10

 

Por lo que un profesional es competente cuando han sido verificados sus conocimientos y su pericia ha sido demostrada.

 

Pudiéramos decir que es competente el profesional que sea instruido, cuyos conocimientos hayan sido verificados y cuya aptitud y experiencia (pericia) haya sido demostrada la calidad de un producto o Servicio de Salud, parte del nivel de competencia y desempeño de sus trabajadores en el cumplimiento de sus funciones laborales y sociales. 

 

Por lo tanto el análisis del factor "Recurso Humano" es clave y dentro de él: La actualización de sus conocimientos, el grado de desarrollo de sus habilidades técnico-profesionales y de solución de problemas, así como su actitud. Básicamente nos estamos refiriendo a lo que sabe y sabe hacer (competencia) y a lo que en realidad hace (desempeño). Estas evaluaciones de la competencia y el desempeño profesional se desarrollan a través tanto de la evaluación interna  o autoevaluaciòn que realiza la propia institución a sus unidades organizativas y áreas de trabajo, como mediante la evaluación externa que ejecuta el municipio, la provincia o la nación a una institución o unidad de salud[11]

 

Para rectorear este trabajo a todos los niveles del Sistema Nacional de Salud, el Ministro de Salud Pública constituyó la Comisión Nacional de Evaluación de la Competencia y el Desempeño profesionales, que garantiza Metodológica y Técnicamente el desarrollo de los procesos evaluativos tanto en el ámbito de pregrado, especialización, como en la Superación Profesional Permanente[11]

 

En Cuba en el Plan de Estudio de la Carrera de Medicina en 1985,se instituyo el examen clínico como parte de la evaluación final de los estudiantes en cada rotación y estancia siendo inicialmente de forma casuística por problemas de masividad . En el curso académico 1989 – 1990 se inicio el Sistema de Evaluación Externa en la Carrera de Medicina conjuntamente con los Exámenes Prácticos, lo que evalúa el nivel de competencia clínica en su totalidad.[11] 

 

A partir de este momento quedan dos grupos de evaluadores al respecto:  

Tribunales Externos: se constituyen con profesores que pertenecen a otro centro de educación superior  (CMS).[12]

 

Tribunales Cruzados: se constituyen con profesores que pertenecen al mismo CMS, son de otra Facultad, Hospital, Policlínico, Servicio, Sala, etc. y no han participado en el proceso docente de los educandos a evaluar.

 

A partir del curso 1991- 1992 se efectúa el Examen Estatal  de evaluación de la competencia profesional, por tribunales externos y/o cruzados; como culminación de las carreras y las especialidades, y en una muestra de ellos esta evaluación se desarrolla por Tribunales Nacionales[12], [13]

 

Esta investigadora en este estudio, se hace necesario citar las competencias laborales pero en el orden gerencial y aquí vamos a dedicar una parte de esta investigación ya que se desarrolla en uno de los objetivos y a su vez  se considera importante abordar este tema con algo de profundidad.

 

Además de las experiencias de las competencias profesionales como un medio de gestión de los recursos humanos, en muchas instituciones en Estados Unidos, Europa y recientemente en América Latina, han incorporado esta gestión de recursos humanos como una herramienta para mejorar la productividad y la calidad de los servicios prestados en un ambiente positivo con sus  colaboradores. Muchas de estas instituciones presionadas por el cambio y reorganización del trabajo han montado el sistema de gestión basado en competencias laborales. Los sistemas de gestión de recursos humanos basados en competencias permiten la ejecución de funciones de la administración del talento, entre ellas la selección del individuo, estableciendo de esta forma su idoneidad para el cargo que aspira; por lo que se establece una distinción entre las competencias poseídas (poco modificables) y las desarrolladas (adquiridas). Las primeras están relacionadas con sus percepciones, sus valores conductas y reacciones, sus actitudes etc; las segundas o adquiridas son competencias técnicas y de operación o lo que se define como habilidades, destrezas, aplicadas a la ocupación que desarrolla por ejemplo: Uso de herramientas, lectura de instrumentos, capacidad de análisis de información, manejo de software, etc. Por lo tanto los directivos a la hora de realizar la selección debe ser explicito este modelo de gestión por competencias, vinculado a la voluntad de la dirección en un lenguaje común entre la gerencia y los colaboradores.[14]

 

Existen dieciséis competencias para la dirección, publicadas en (Salas Perea 2004) lo que se hace necesario que sean de manejo para todos los dirigentes y puedan ser aplicadas con vistas a tener una mayor competencia en el cargo por ejemplo  por citar algunas.[15]

 

    Saber adaptarse a los cambios y situaciones ambiguas.

    Aprender rápido , dominar rápidamente nuevas tecnologías

    Saber delegar, ampliar oportunidades y ser justos en sus decisiones.

    Tener sensibilidad para sus colaboradores.

    Buenas relaciones humanas.

    Mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

    Estar orientado hacia el trabajo en equipo.

    Tomar decisiones adecuadas y flexibles.

 

La calidad de un Servicio de Salud, parte del Nivel de Competencia y Desempeño de sus trabajadores en el cumplimiento de sus funciones laborales y sociales. La competencia de los trabajadores de la salud consiste en los conocimientos, las habilidades, actitudes, valores, destrezas y juicios necesarios, así como su organización, retención y empleo en la práctica social, a fin de dispensar servicios de salud pertinentes, seguros y oportunos a la población[16],[17]

 

Sin Superación Profesional Permanente, la competencia profesional decrece progresiva e inexorablemente, independientemente de su duración, no garantiza  un ejercicio profesional idóneo de forma indefinida; solo prepara para iniciar una vida profesional y prepara para una educación continua a lo largo de toda una vida.

 

Los retos de La Educación Superior para el siglo XXI plantea la necesidad de un nuevo proceso educativo, fundamentado en los principios de Excelencia, Calidad y Pertinencia. Las escuelas y facultades de medicina de todo el mundo, en mayor o menor escala han iniciado ese trabajo, con una característica especial: la de integrar la educación a los procesos productivos y calidad de los servicios. En muchos países del mundo, en los últimos años, lo representa la calidad de formación y superación de los recursos humanos, donde los cambios políticos, económicos y sociales, el desarrollo de la ciencia y la técnica, la investigación, la calidad y eficiencia de los procesos docentes educativos en las universidades se han hecho mas evidentes y medibles en correspondencia con la sociedad a la cual  pertenecen.

 

La excelencia académica constituye uno de los elementos de mayor importancia y controversia en la educación superior contemporánea; pues su determinación se encuentra estrechamente vinculada a los procesos de la evaluación curricular y la acreditación académica de las universidades.[18]

 

Las variables del contexto general y particular que potencian la dinámica de la universidad hacia el siglo XXI podrían resumirse en:[18]

 

    Internacionalización de la producción y globalización del conocimiento.

    Desarrollo tecnológico (cambios acelerados en las tecnologías).

    Nuevos paradigmas pedagógicos para la enseñanza.

    Nuevos paradigmas administrativos y productivos.

 

La Universidad debe asumir, por sobre todo, su función fundamental y como se encuentra ante una situación competitiva, se hace necesario responder con productividad, eficiencia y eficacia ante estos retos contemporáneos.[18]

 

Debemos hacer esfuerzos conjugados para evitar que se imponga la “calidad” como expediente retórico sin consideración alguna sobre su fundamentación real. consecuentemente cumplirse en dos instancias, la de la enseñanza, de jerarquía profesoral, el desarrollo intelectual del educando y, la otra, la del aprendizaje, , que facilitando la motivación del joven, hace que éste crezca y se desarrolle personal y socialmente, mediante actitudes, destrezas, valores y conocimientos que lo conviertan en un ciudadano competente.18]

 

El Proceso Educativo del educando como sujeto se asienta: en su desarrollo expresados por el “aprender a aprender”, “aprender a ser”, “aprender a actuar y a hacer”, “aprender a convivir”, “aprender a cooperar y ser solidario”, “aprender a emprender”, etc. la calidad de la educación es en último término, el propio sujeto educativo, es la propia persona, es el propio ser humano con sus capacidades, convicciones, sentimientos y potencialidades desplegadas en razón de su vida y responsabilidades personal y social.[19]

 

En (Salas Perea, 2000)[17] en el contexto específico de la universidad se han identificado tres Desafíos: Viabilidad, Equidad y Excelencia. La Viabilidad es el conjunto de los procesos económicos (gestión) que inciden directamente en la posibilidad de asumir plenamente las funciones y responsabilidades universitarias; sobre la base de nuestras propias políticas y planes de desarrollo. La Equidad no es más que la posibilidad que deben tener todos los sectores de la población a acceder a la universidad, siempre en correspondencia con sus capacidades y posibilidades reales y la Excelencia representada por la máxima calidad del proceso docente-educativo. La calidad de la Educación precisa de tres procesos: el desarrollo de una gestión académica eficiente; la capacidad de autoevaluar permanentemente la calidad de la enseñanza impartida; y requiere del intercambio y la cooperación entre las universidades, tanto nacional como internacionalmente.

 

En (Morales e 1996)[19] ”el concepto de calidad en la educación superior puede analizarse de múltiples y variadas formas. Se constituye en el elemento central del proceso de gestión universitaria de estos tiempos. Debe contemplar: La formación del profesional, la educación posgraduada, la investigación científica y tecnológica, así como la extensión universitaria. Por otra parte no pueden dejar de considerarse en este proceso, la Evaluación y Acreditación Institucionales. es necesaria la conciliación de los componentes teórico-cognoscitivos y práctico-profesional con la formación de valores, en el ámbito de la pedagogía contemporánea, privilegiando el aprendizaje participativo, las técnicas de trabajo en grupos, así como los procedimientos lúdicos de formación activa: aprender haciendo, resolviendo problemas profesionales, preparando al hombre para la vida”.

 

De forma general la autora  de este trabajo   seleccionó  para el desarrollo de esta investigación las competencias: básicas docentes, laborales y gerenciales  descritas anteriormente  en el texto[20], [21]

 

La  autora de este  trabajo  de Investigación,  concuerda  con lo  anteriormente  expuesto, por lo que enfatiza que es de suma importancia, realizar en  nuestras  Universidades  Medicas, el  examen de  competencia, porque  es una de las opciones  con que  contamos  para  retroalimentarnos,  tienen   adquiridas  esas  competencias  en los médicos,  que  es lo que nos lleva a un desempeño.

Referencias bibliográficas

 

[1].- Mertens I. Competencia  Laboral. sistemas, surgimiento y  modelos. Montevideo, Cinterfort, 1996.

[2].- Perrenoud P. Constreindo  Competencias. Nova Escola 19-21. Septiembre 2000. sp. Brasil.

[3].- Mertens, I. (2000) Prácticas de Evaluación por Competencia. en página: www.geocities.com/leonard

[4].- Morera Castro Y.La Evaluación de la Competencia Profesional en el ISCM-H .Tesis de  Maestría de Educ. MED sup., Pág. 24, Ciudad de la Habana ,2006

[5].- Martínez Soler C. Reflexiones acerca del termino competencias en la actividad docente. Escuela Nacional de Salud Pública.Rev Cubana Educ. MED Super V18 n.1 Ciudad de la Habana Ene.-Mar.2004 

[6].-  Fletcher, S. Nuevas formas de Evaluación y Certificación. en: Competencia Laboral: Antología de Lecturas. México: conocer, 1997.

[7].- MC. Donal, R; Bond, D; Francis, I; Gonezi, A. Nuevas Perspectivas sobre    la Evaluación. Boletín Cinterfor, No. 149, Mayo-Agosto, 2000; Pág. 41-79

[8].- Foro de las Cualificaciones. Reconocimiento, Evaluación y Acreditación de la Competencia Profesional. No 5,2002.

[9].- Salas-Perea, RS. La Evaluación en la Educación Superior Contemporánea La Paz: Universidad Mayor de San Andrés. Biblioteca de Medicina Volumen xxiv, 1998: 141-165

[10].- Serdio Moreno E – ECOE: Evaluación Clínica Objetiva Estructurada . Mapa de Competencias para Evaluación de Competencias en la practica clínica (portafolio sem. fyc) 14 Junio 2005

[11].- Ilizastegui F, La Educación Médica y las necesidades de Salud Poblacional. La Habana: Ministerio de Salud Publica, 1993.

[12].- Salas  Perea RS, O” Farrill e, Méndez G, Colunga C. Evaluación en los Servicios de Salud de las habilidades clínicas en los estudiantes del tercer año de medicina. Educ. Med. Super; (1): 39-50, 1993  

[13]. - Salas Perea RS. Canetti S. Aneiros Rivas R. Mendez G. New Aproaches in the assessment of Medical estudents clinical competence in Cuba. En: Jarden RM, Hart IR, Mulholand H,EDS. Aproaches to the assessment of clinical competence. dundee; Centre for Midical Education, 1992: 400-405.

[14].- Salas Perea RS. Compilación y Resumen. .Gestión de Recursos Humanos por Competencia.Escuela  Nacional de Salud Publica, 2004

[15].- McCauley. 1989 – texto http: //sht.com.ar/archivo/temas/competencias .htm  

[16].- Cuba. Ministerio de Salud Pública. Plan de acción para Incrementar la Calidad de los Recursos Humanos en Salud. Anexo Resolución Ministerial nº 142, 1996.

[17].- Salas Perea RS. La calidad en el Desarrollo Profesional. Avances y Desafíos. Escuela Nacional de Salud Publica ,2000.

[18].- Tünnermann C. Conferencia Introductoria. Conferencia regional sobre políticas y estrategias para la transformación de la Educación Superior en América Latina y el Caribe. CRESALC, UNESCO, MES La Habana, Noviembre 1996.

[19].- Morales E Calidad de la Educación Superior. Tema Libre. Conferencia regional sobre políticas y estrategias para la transformación de la Educación Superior en América Latina y el Caribe. CRESALC, UNESCO, MES. La Habana, Noviembre 1996.

[20].-Nogueira Sotolongo M, Rivera Michelena M, Blanco Horta f. Competencias docentes del Medico de Familia en el desempeño de la tutoría en la Carrera de Medicina. Rev. Cubana Educ. MED Super v.19 n.1 Ciudad de la Habana Ene.-Mar. 2005

[21].-Segredo Pérez AM, Perdomo Victoria I, López Puig P. Caracterización del Desempeño Profesional de los egresados de la Maestría en Atención Primaria de Salud Rev. Cubana MED Gen Integr; 20(5-6) 2004

Dra. María Rosa Llanes Álvarez

Ir a índice de América

Ir a índice de Llanes Álvarez, María Rosa

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio