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El bayo de Pablo Rodrigañez
Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com

 
 
Por encontrarnos en fecha cercana al 3 de febrero, pareciera oportuno comentar en estos momentos, cuando ya fueron presentados  varios comentarios referidos a la vida y a la heroica muerte del Sargento Juan Bautista Cabral en el Combate de San Lorenzo, un breve detalle más, que confío sumará datos a los señores lectores, referido a la muerte de nuestro héroe. Ese detalle que no es menor, es sobre el caballo que montaba nuestro Libertador en el transcurso de la  carga del combate. Estas cargas eran comandadas y presididas por San Martín, el ala izquierda y por el Capitán Justo Germán Bermúdez[1] el ala derecha. En un momento determinado el bayo   resulta muerto por las esquirlas de una bala de cañón que dispararan las tropas realistas. Esa circunstancia da lugar a todo el proceso de acciones heroicas por parte de los tocayos granaderos, el correntino Juan Bautista Cabral y el puntano Juan Bautista  Baigorria, quienes salvan la vida de nuestro Libertador. También estaría bastante documentada, porque hay controversias,  la muerte en batalla de otro granadero correntino. El sargento Feliciano Silva.
 
No es mi intención entrar en los detalles del Combate que ya fue tratado previamente  de manera exhaustiva por otros comentaristas, sino recordar lo del bayo que muere ese día, casi juntamente con San Martín.

Cercano al Convento de San Carlos, tenía su campo don Pablo Rodrigañez,[2] criollo de nacimiento y  perteneciente a una tradicional familia santafesina.


El día 2 de febrero de 1813, cuando ya  el convento se encontraba abandonado por los monjes, pero ocupado por don Celedonio Escalada que era el Comandante militar del Rosario, quien había llegado con 22 hombres armados, 30 de caballería con lanzas y un cañoncito manejado por media docena de artilleros, esperando el apoyo de la tropa de San Martín con sus granaderos, Rodrigañez lo visitó ofreciéndole la ayuda necesaria para el enfrentamiento que se preveía. Quedan de acuerdo con Escalada en esperar la llegada de San Martín y sus escuadrones para convenir directamente con él, cosa que ocurrió a las pocas horas.

Esa noche Rodrígañez apareció con una tropilla de varios caballos de monta de primera, de distintos pelos, algunos vacunos y  vitualla cargadas en un carromato.  Enlazado a su montura traía aparejado un bayo blanco[3] de cola cortada al corvejón,  que era una pinturita y que obsequió  a San Martín para su uso personal.

San Martín agradeció toda la colaboración y le prometió a Rodrigañez que cuando se produzca en enfrentamiento, que era inminente, en la primera carga montaría el bayo obsequiado, como efectivamente sucedió y ya conocemos como se sucedieron los hechos.

Pero las sorpresas para San Martín,  no terminarían esa noche en esa ayuda. Nos ilustra José Luis Busaniche en una recopilación denominada “Relatos Contemporáneos” publicada por el Instituto Nacional Sanmartiniano, Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, Concurso Nacional 2008. Texto Nº O43, que “Testigo de ese episodio (el combate) fue Guillermo Parish Robertson, comerciante inglés, poco antes llegado al país que se encaminaba al Paraguay por Santa Fe, en un destartalado carruaje. Robertson relata su encuentro con San Martín, a quien ya conocía, y describe el combate de San Lorenzo en su libro “Letters on Paraguay”.

Al margen de las simpatías o antipatías que pueda despertar Mr. Robertson entre nosotros, personalmente recomiendo su lectura detalladamente, porque nos amplía el panorama integral.

Observaciones:


[1]
El Capitán de Granaderos Justo Germán Bermúdez, fallece el 14 de febrero de 1813, a los 38 años debido a las heridas recibidas en el combate. Sobre este tema del fallecimiento existen varias controversias.
 
[2] Por circunstancias favorables de la vida, el suscrito tiene el honor de contar en su haber, varios familiares y amigos que llevan el apellido Rodrígañez, y que son descendientes directos de Don Pablo.

[3] Siguiendo a Emilio Solanet, en su obra “Pelajes Criollos”, 1968.
Observamos que el bayo criollo  es “un pelaje muy apreciado y que esos caballos son nobles y fuertes. Elegidos por muchos líderes guerreros por su bravura y entrega. Con una característica muy valiosa. No es un animal asustadizo a los ruidos ni a las sombras.”
 
Como ejemplo podemos mencionar que era el pelaje preferido por el general Galo de Lavalle, utilizando un bayo en Riobamba y posteriormente cuando muere, sus hombres trasladaron por varios días sus restos descarnados en su bayo.
 
Cuando el general Carlos María de Alvear vence al ejército imperial brasileño en Ituzaingó, monta un bayo. Igualmente que el mismo San Martín en la batalla de Maipú. Pero me estoy yendo de tema, que originalmente era mencionar al bayo de Rodrigañez y no hacer la apología de los mismos.
 
Fuente Documental: “El Combate de San Lorenzo” Por Bartolomé Mitre (1821-1906). Publicado por el Instituto Nacional Sanmartiniano, Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nación, Concurso Nacional 2008, Texto Nº 039

 

Roberto Antonio Lizarazu

roberto.lizarazu@hotmail.com 

 

Gentileza del blog Breves Apuntes de Historia http://brevesapuntesdehistoria.blogspot.com/
 

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