Nuestra, suya, en fin, La Avellaneda

 

Gertrudis Gómez de Avellaneda

por MSc. Odalys Leyva Rosabal (Cuba)

odalysleyva@pprincipe.cult.cu
 

Gertrudis Gómez de Avellaneda, no pudo disfrutar del enorme tesoro que significa vivir en la tierra que se nace, alegrarse con el trino de las aves, mirar las palmas esbeltas, saludar a los amigos de la juventud.

 

En Febrero de (1873), muere en Madrid. Fue un día donde los pájaros cubanos, no podrían trinar por el frío y la tristeza del invierno. Murió a las tres de la madrugada, con la soledad que casi siempre acompaña a los poetas en su refugio interior, casi olvidada, pocos fueron a su sepelio. La gloria dormía dentro del féretro y encima del una corona de laurel, la única. Reposaba su obra en silencio, para más tarde levantarse con fuerza y hacerse imperecedera.

 

Escribió cientos de poemas, una veintena de obras teatrales, seis novelas, múltiples narraciones, prólogos, artículos y leyendas.  Todo un cúmulo de ensoñaciones, experiencias y vicisitudes. 

 

Su vida personal estuvo seguida de la desolación y la muerte, se casó dos veces y el destino fue cruel, enviudó en ambas ocasiones, esto arrancó en ella sentidos poemas. Mas tarde para echar fuego al drama que significó su vida pierde a su hija con solo siete meses de nacida. Aunque se dice que la niña nació muerta y esto la hizo inclinarse hacia el espiritismo y períodos de asilo religioso. Esto crea una interrogante. ¿Su afán por el espiritismo nace en España o lo lleva desde Cuba? Teniendo en cuenta que este país es ricamente mestizo con hombres que buscan el lado oculto de los sueños.

   

Su literatura está cargada de matices y arpegios universales que florecen desde la pluma mágica. El amor al Caribe se refleja en sus novelas Guatimozín, El último emperador de México (1846), El cacique de Turmequé (1860).

 

En su andar literario conoció otros países como Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Disfrutaba del mundo como lo hace una mujer poeta que trata de atrapar hasta el sonido de las olas, las luces de las grandes ciudades hasta el amanecer, extraía su vendaval interior entre las tertulias, bailes. No creo realmente que la Avellaneda fuera del todo una mujer sufrida, disfrutó de su fama, y luchó sin descanso por imponerse a una sociedad que la discriminaba. Su hermosura femenina en ocasiones la entristecía, esperaba elogios sobre su obra y la elogiaban a ella.

 

La vejez fue haciéndola pensar diferente, sus enfermedades, el convento a donde se retira cambian su ímpetu y aparta las nuevas conquistas en el mundo literario, que es como despreciar el desarrollo, esta en contra del realismo, por las deformidades en su concepto moral, ella quería lo bello. Y no admitía los cambios, apegada al primer romanticismo, a Chateaubriand y a George Sand,”su fetiche”, como decía irónicamente Fernán Caballero, La Avellaneda, que apenas tenía cincuenta años, parecía envejecida y fatigada.  Se relegó a si misma, se sustrajo de un modo muy apegado a su estética. Quizá para su gloria, ya estaba situada en los últimos escalones del triunfo y su obra sería imperecedera, ya en el siglo XX, renace y su voz danza por el tablado de los sueños hecho realidad.

 

La Avellaneda, Gloria del Camagüey, es de esas mujeres a la que la literatura le da las gracias. Si la vida no la hubiera llevado a España quizá su producción literaria con respecto a la décima fuera más amplia, no obstante, no me conformo con esa idea y soy de las que se atreve a afirmar que escribió muchas otras, porque el poeta que se acerca a la estrofa cubana difícilmente pueda huir de ella, por la riqueza que la décima encierra, y el placer que hace experimentar.  Si la Avellaneda escribió cuarenta cartas a Cepeda con un lirismo asombroso y que como dijera Antón Arrufat despertó interés en algunos críticos como Enrique Piñeiro. (Ellos veían quebrado el orgullo de la Avellaneda a pesar del carácter fuerte siempre sostenido de ella), -Puede asombrar que un día aparezcan nuevos textos escritos en décimas-, no obstante, para nada estoy de acuerdo con estos críticos porque el ser humano goza de un modo de sentir amplio y cada situación tiene una respuesta diferente.

 

La mujer poeta puede tener un carácter rotundo, pero lleva una paloma en su interior que agita las alas y amenaza con un vuelo incontrolable. ¿Quién no ha flaqueado en alguna etapa de su vida? ¿Quién no ha sufrido largas horas de espera por quien ama? Gracias a esto somos poetas. 

 

   Mucha crítica recibió la Tula.  Según José Antonio Portuondo el mayor desliz en la obra de la Avellaneda es que no atendió a la lucha de clases y no se unió a las luchas independentistas, además no había filosofía en su obra. Y yo les pregunto ¿Era necesario que existiera filosofía en su obra para ser una buena poetisa? Creo que la Avellaneda no vivió los problemas de clases sociales, no estaba preparada para un estudio sociológico. Ella no podía desde Madrid entender la guerra del 68, no se puede juzgar a un poeta sin buscar en lo más profundo de su desarrollo.

 

Grandes hombres de las letras la criticaron como: Cintio Vitier, Virgilio Piñera y José Martí Pérez. La visión de Martí sobre la mujer es un poco romántica. Martí le hizo un juicio adverso. En su juventud veía a la obra de la Avellaneda como algo muy fuerte, muy drástico. Gracias que luego nuestro insigne poeta cambió de visión con respecto a Gertrudis. Sin embargo, en un determinado momento Cintio Vitier dijo que no tenía nada que decir sobre la Avellaneda y Virgilio Piñera tampoco. Creo que grandes ojos ciegos fueron los de estos magnos críticos que no vieron en ella a la precursora de Rubén Darío, a la precursora del modernismo. Ella logra una extensión futurista, miraba hacía delante como lo hacen los grandes escritores.   Como lo hacen los grandes críticos que se han hundido en la obra sublime de la Avellaneda y como Roberto Méndez, le brindan el arca merecida de la gloria.  Otros estudiosos camagüeyanos como Luis Álvarez han perfilado sus conceptos para mostrarnos la esencia de su obra.  Sin embargo en su novela Sab, ella deja claro su deseo de igualdad racial, y esto es un problema social. 

 

        Nuestra Avellaneda con su carácter torrente y fuego sigue siendo la hija exaltada   de Puerto Príncipe.

 

Escribió varias undécimas, en ellas rompe con la clásica estructura y se ve su afán experimentador, la renovación de un alma joven que mas tarde se niega a los cambios y se mantiene rígida ante el realismo quizá su duende interior le decía que su obra ya estaba en la cumbre que no habría nevada capaz de oscurecer su gloria, aunque su muerte llegara en un día de febrero  y el invierno cruel de la soledad la envolviera en su manto oscuro ahora descongelado por el sol intenso de las calles principeñas donde a menudo la he visto transitar.

UNED - Gertrudis Gómez de Avellaneda: La eterna romántica - 21/03/14 - 21 mar 2014

Gertrudis Gómez de Avellaneda, la eterna romántica, nació el 23 de marzo de 1814 en Puerto Príncipe, actual Camagüey, en la Isla de Cuba. A los veintidós años llega a España y aquí reside cerca de treinta años hasta su muerte. En España escribe sus nueve novelas, sus poemarios y, entre otras creaciones, diecinueve obras de teatro que fueron estrenadas con un éxito rotundo.

La Avellaneda escribió la primera novela antiesclavista, Sab, veinte años antes que La cabaña del tío Tom. Luchadora por los derechos de la mujer dejó un legado epistolar inigualable. Fue la primera escritora propuesta para ser miembro de la Real Academia Española, pero fue rechazada por votación por el sólo hecho de ser mujer.

Sus restos reposan, como así dejó dicho en su testamento, en el cementerio de Sevilla, ciudad que amaba.

El 23 de marzo de 2014 se celebrará su bicentenario.

Participa:
Ana María Freire, catedrática de Literatura Española UNED.
ver menos sobre "UNED - Gertrudis Gómez de Avellaneda: La eterna romántica - 21/03/14"

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Publicado el 13 feb. 2014

PROGRAMA DE RADIO Nos entrevistaron sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda y nos lo pasamos genial. Isabel Martín Salinas puso música a poemas de Gertrudis, Rosa María Barja leyó poemas que ha dedicado a la escritora y yo... como siempre defendiendo a esta mujer y hablé de la RUTA LITERARIA que estamos organizando con la UNED central, la UNED de Sevilla y el Ayuntamiento de Sevilla. Firma por favor para conseguir que la nombre académica a título póstumo.

MSc. Odalys Leyva Rosabal (CUBA)
odalysleyva@pprincipe.cult.cu

Editado por el editor de Letras Uruguay

Email: echinope@gmail.com

Twitter: https://twitter.com/echinope

facebook: https://www.facebook.com/carlos.echinopearce

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/ 

 

Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay

 

Ir a índice de ensayo

Ir a índice de Leyva Rosabal, Odalys

Ir a página inicio

Ir a índice de autores