Música insónica
Jorge Lemoine y Bosshardt

Las campanas latidas como palomas huecas o corazones de vidrio y sol; el corazón de barro se me derritió laxamente, con el ín-timo sonido de un sabor a miedo o vergüenza.

La noche se abrió, la luna bostezaba, y se desperezaron los muebles de la sala —un estático cansancio se amontona—; cabeceó de nuevo la campana. Pasó el tiempo, hasta el último latido, y supe que había sido el último.

Quedó un hueco himno sonoro que se diluyó como un pájaro diezmado.

Jorge Lemoine y Bosshardt
De "Te acorralaré hasta matarte"

Ir a índice de América

Ir a índice de Lemoine y Bosshardt, Jorge

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio