En Praga y en primavera
Juan Carlos Lázaro

Estos días azules y este sol de la infancia
Antonio Machado

               1.

En Praga y en primavera
donde visto de luto y uso sombrero
y camino las calles
en un sentido y en otro
aparentando normalidad
como todas las gentes
y juego a los naipes
con mi sombra
y hablo conmigo
frente al espejo
y trato de no avergonzar
a mi hermana por
tanta tristeza
en Praga digo y
en primavera
el sol de estos días
es el mismo que
el de la infancia
como el aire celeste
de cada tarde
será el mismo
aún después
de la muerte.


               2.

Esta ciudad como todas las ciudades
tiene avenidas y tiene parques
tiene puentes y tiene lámparas
tiene zaguanes
y subterráneos
y alcantarillas
y tabernas
y herrerías
y hospitales

Esta ciudad
como todas las ciudades
está poblada
de mujeres desnudas
(que no saben
que están desnudas)
y de fantasmas
(que no saben
que son fantasmas).

               3.

Cada día despierto
en la oscuridad
con lágrimas en los ojos
me levanto y saludo a
los objetos de mi cuarto
abro las ventanas para
constatar que
al otro lado
el mundo aún existe
y me baño como Heráclito
en el agua que fluye y
que no se repite

Yo también existo
y amo y soy
irrepetible
a pesar del sol y
la rutina gris de los días
de la tristeza que escondo
en mis bolsillos
de la nostalgia que camina
con sombrero y con zapatos
de las cartas
que te escribo y
no te envío
de Praga
y su primavera
y sus amantes.

           4.

En Praga hay un bosque
donde siempre es otoño
con bancas pardas para
los ausentes
y un lago de aguas
hondas e imprecisas

A las seis tañe una campana
con la cadencia de
una hoja que
se desprende de
su rama
y a las siete las
sombras de los amantes
se adelgazan y
se aprietan
contra los árboles.

En Praga hay un bosque
donde cada tarde
frente al lago
un hombre espera
sentado en
una banca
y nunca
nadie
llega
a su encuentro.

           5.

Tal vez no estoy en Praga
ni en Lisboa ni en
ninguna otra ciudad,
tal vez nunca salí
de mí mismo
ansioso como vivo
del tibio sol matutino
y de la claridad
de las persianas.
Tal vez no he viajado
ni he visto nada,
ni conocí a ninguna
muchacha extranjera
ni me hospedé
en ningún hotel
de provincia
con un patio solariego
y con geranios.
Tal vez todo no es
más que un sueño
de esta
declinante edad
que así resiste
lo que parece
un inacabable
tiempo nublado.

Juan Carlos Lázaro

Ir a índice de América

Ir a índice de Lázaro, Juan Carlos

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio