Sobre el cuidado de las plantas carnívoras en tu departamento

relato de Alberto Lagunas

Sabrás que no todas las plantas carnívoras son iguales, ni menos aún del mismo tamaño.

Existen plantas carnívoras más altas que un hombre normal, y otras, pequeñas, del tamaño de una azalea o de una violeta de los Alpes. Antes de referirme a ellas, te daré algunos datos que aplacarán tu curiosidad y enriquecerán tu sabiduría.

Las plantas carnívoras gigantes son oriundas de las selvas africanas y cumplen con la ley ecológica de limpiar el ambiente o ecosistema, ya que a su alrededor, pocos animales; elefantes, leones, jirafas, cocodrilos o tigres y también humanos: zulúes, mercenarios de distintos países, misioneros fanáticos, o negros comunes pueden habitar, por lo menos enteros.

Las plantas carnívoras gigantes siempre se cobran un pedazo de pierna, un trozo de mano, medio cuerpo o la cabeza completa de quienes se aventuran cerca.

Para tu tranquilidad existe otra variedad de plantas carnívoras más chicas que pueden ser cultivadas dentro de un departamento. El tuyo, por ejemplo.

Estas plantitas son de variados colores y como las otras -las gigantes- emiten un perfume embriagador. Es como tener una mezcla de azaleas con pirañas pero, eso sí, con persistente perfume francés.

Si el departamento posee una buena ventilación, la planta carnívora se encargará ella sola de atraer cuanto insecto ande por él. Así devorará indistintamente moscas, mosquitos, cucarachas, como otros insectos voladores o caminadores. Si ya se devoró los insectos de tu departamento, tendrás que tener cuidado con los animales pequeños: perros caniches, o gatos que se los comerá en pocos segundos.

No olvides que la fuerza devastadora de las plantas carnívoras enanas es igual ala de un tiburón del Caribe.

Deberás tener cuidado muy especial con tus hijos chicos (y no tan chicos) no sea que luego se anden quejando de que les falta algún trozo de sus respectivos cuerpos.

Si vives solo y la planta te ha limpiado el departamento de insectos, arañas, perros y gatos, deberás comprarle por lo menos cuatro kilos de lomo por día. Aprovechá ahora que la carne empieza a tener precio estabilizado, y si te sobra algo, cosa que dificulto, guardala en el frizer o heladera. Conocemos el caso de una señora Alberdi cuya planta carnívora le degluteó también la heladera. Pero no te preocupes: es una excepción. Al darle de comer usarás una larga varilla de metal duro, no sea que, dado tu entusiasmo ante la novedad te acerques demasiado y luego tengas que usar patas de palo o garfios como los legendarios piratas.

Eso sí: las plantas carnívoras enanas son muy higiénicas: nada queda a su alrededor. Por eso, o las proteges con un cerco (siempre de metal duro) o pasas cerca de ella con una armadura como un caballero andante o esos sobretodos de cuero y además botas, como usan los ninjas, vestimentas que en el verano podrían llegarte a incomodar.

Pero... entre nosotros quién te privará del asombro de tus vecinos, porteros y encargados del edificio cuando se enteren de tu hermosa planta carnívora, cuando escuchen el alegre sonido de su dentadura, tal sierra eléctrica poderosa pronta a hacer fotosíntesis con cualquier artefacto del hogar. Esa plantita mezcla de azalea con pirañas, capaz de devorar paredes, ventanas, y por qué no, cortinados, puertas, carteros, vendedores de rifas y hasta algún vecino envidioso.

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