Poema
Guillermo Ibáñez

Algo nos crece en los ojos
las manos adquieren ternura.

Caminamos pausadamente y
nos olvidamos del vértigo.

Empezamos a comprender
los paisajes 
volvemos al ritmo propio.

Un lenguaje nuevo y menos
poblado, nace en la palabra.

Ya no nos engañan los reflejos
podemos vernos sin temor.

Ahora que sabemos de lo fútil
de las cosas
podremos hacer abandono,
silencio, olvido de nombres.

Algo ha crecido en la mirada
y no han sido solamente los años.

Guillermo Ibáñez
Árbol de la memoria 

Del libro "Palabras y silencios" (1983)

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