El hambre
Raúl Henao

Mientras miraba fijamente las vueltas que daba un pollo
en el asador
Advertí que a pesar de poner todo empeño de mi parte
no podía cerrar la boca.

Afortunadamente había pasado desapercibido para las personas
Que a esa hora acostumbran pasearse
A lo largo de la calle.

Cuando tocado por la curiosidad alguien se detuvo
A mi lado y echó una ojeada

Luego con el aire del domador de circo que mete su cabeza
En la boca de un león, introdujo la suya en mi boca
Y volvió a sacarla al parecer sin ningún desperfecto.

Sólo en la expresión avergonzada de su rostro
Se adivinaba que acababa de perder la cabeza.

Raúl Henao
de "Combate del Carnaval y la Cuaresma"

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