El día de la Madre
Carlos R. Guzmán Navarro

Hoy mes bendito celebramos con amor, tus hijos,
tu gran día madre mía,
siendo tu ¡Oh mamita! querida
siempre m i amor y mi alegría,
te guardo en mi corazón 
como el avaro su tesoro
miro al cielo rogando que nunca me faltes, 
porque yo te amo y te adoro.

Tu alma es pura y cristalina
dulce madre mía,
brillas como una estrella divina
cuando me invade mi lóbrega agonía,
hoy elevo a los cielos 
mi poesía madre querida,
dándole gracias a Dios omnipotente
de haberme dado tu la vida.

Siendo hoy tu gran día madre abnegada y sufrida
siento tu constante ternura,
como una paz a mi alma dolida,
eres como una rosa fastuosa y deslumbrante,
como una luz que llega a mi alma,
dándole aliento palpitante,
eres tu madre mía quien me abraza,
me da la paz con el alma.

Y aquellos hijos que perdieron a esa luz divina
sentirán tristeza en el alma de no encontrarla,
para amarla, besarla y adorarla,
si fueron buenos hijos y a ella cuidaron como una rosa
pónganse alegres y contentos, porque donde este,
será una estrella radiante, bella y generosa.

El día de la madre tiene que ser todos los días
porque ella calma siempre nuestras iras y rebeldías,
madre mía te quiero y te adoro porque eres bendita
siendo tus consejos sabios y certeros,
que en mi palpita.

Jamás nadie podrá arrancarte de mi alma y mi corazón
porque eres tu madre querida que alumbra las tinieblas,
con la luz de tu paciencia y tu razón,
eres mi gran amor y mi adoración 
que mi alma guarda encendida,
dándole luz y vida a mi ser madre mía.

¡Madre! Palabra sublime que es canto universal
Vienes a nosotros cuando necesitamos tu luz angelical,
Oh divina grandeza eterna de paz y de armonía
siendo tu gran día madre mía, 
es que te dedico esta dulce y humilde poesía

Carlos R. Guzmán Navarro

Remembranzas poéticas de Rey León

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