Alternativas latinoamericanas para el sistema financiero internacional (G-20)

Dante Gumiel

www.nuevopaisya.org  

La Paz, 14 de noviembre de 2008

Entre los países desarrollados y los países llamados “en desarrollo”, posiblemente las ideas sobre el manejo del sistema financiero internacional, como una verdadera paradoja, dado el contexto global actual, tendrán coincidencias numerosas y menor número de divergencias.

 

La “globalización comercial y financiera” se inicia con el descubrimiento de América y se extiende sobre nuestro achicado planeta al ritmo del colonialismo europeo. El sistema financiero establecido por Carlos V como Soberano Imperial y los banqueros Fugger y Welsern como operadores, es el mejor ejemplo por su importancia histórica, de la posibilidad de manejo de un sistema financiero como instrumento depauperador de España y América, en flagrante contradicción con la abundancia de riqueza. Al mismo tiempo que el esfuerzo de millones de “indios americanos” hacía posible el flujo a España de miles de toneladas de oro y plata, los banqueros Fugger digitaban las bancarrotas de 1557, 1575, 1596, 1607, 1627 y 1647. Estas “distorsiones financieras” fueron el mecanismo adoptado deliberadamente para el “vaciamiento de capitales” de España y de la América Española, y para su transferencia a la Europa Septentrional. Este hecho histórico financiero nos trae a la memoria también el reciente “vaciamiento financiero” de la República Argentina.

 

La actual crisis de Wall Street parece tener grandes dificultades de enfoque conceptual entre otros aspectos, por las directrices delictivas adoptadas por la gran banca en el manejo de valores derivados, al amparo de la ola neoliberal iniciada en los años 80. Los rápidos cambios introducidos en la aplicación del Plan H. Paulson así lo confirman. En este cuadro hasta cierto punto extraño, también sorprenden las lagunas predictivas de universidades, organismos internacionales, institutos de órganos financieros, premios Nóbel en ejercicio profesional, políticos, gobiernos de Estados soberanos, etc., etc.

 

Para proponer rápidamente las medidas que se configuran espontáneamente desde el  análisis de esta crisis financiera,  partimos de cinco afirmaciones simples y evidentes:

 

A)    El sistema financiero es una palanca insustituible (todavía por un cierto tiempo más) del desarrollo económico. Sus dificultades y entrabamientos pueden ocasionar recesión y depresión económica, desempleo, pobreza y desincentivos para la investigación científica y la creatividad tecnológica.

B)     La transparencia en el manejo del sistema financiero internacional y la competencia entre banca privada y banca estatal puede crear un clima favorable al mejor manejo técnico y a la responsabilidad institucional. .

C)    La generación de riqueza basada en el conocimiento científico y la creatividad tecnológica precisa de soportes financieros diferentes a los tradicionales.

D)    La institucionalidad internacional necesita remozarse y reencaminarse.

 

 

Anotemos las ideas emergentes de estas afirmaciones:

 

A-1) La crisis financiera global de principios del siglo XXI puede arrastrar al mundo entero a una depresión económica con características aún más duras y secuelas políticas y sociales más peligrosas que las originadas en la crisis de 1929.

 

La contradicción más evidente radica en que las casi ilimitadas posibilidades de la ciencia y de la técnica para generar riqueza y bienestar social pueden quedar marginadas.

 

Por tanto, en este contexto y retomando el espíritu de creación de las NN.UU. se hace evidente la necesidad de crear el “Consejo de Seguridad Financiera” todavía en el marco institucional actual y totalmente diferenciado del “Consejo de Seguridad Militar”. Los objetivos fundamentales de este Consejo serían:

 

Disponer de un sistema de monitoreo financiero global con capacidad de prevención de grandes crisis y desajustes.

  Elaborar un “Código de Ética Financiera de Responsabilidad Global”

  Hacer operativa la determinación de la “Responsabilidad Global Financiera – RGF” para conglomerados de la importancia de Wall-Street, La City o Tokio.

  Señalar límites a la complejidad de valores derivados.

Asumir resoluciones coercitivas en casos de extrema gravedad e inminentes.

 

B-1) En esta crisis ha resaltado un hecho importante: La “Ética Corporativa” de Wall Street no resiste ningún análisis racional. Es totalmente probable que la introducción de transparencia global en el sistema financiero, producirá saludables y vigorosas transformaciones internas. Un nuevo acuerdo secreto del tipo del acuerdo G-5 del “Hotel Plaza” de Nueva York (1985), ahora,  en la era del Internet no es pertinente ni posible.

 

Por tanto, para evitar desviaciones y distorsiones financieras extremas, los bloques económicos existentes y los gobiernos soberanos asumirían las siguientes medidas:

 

La implantación nacional interna de los sistemas regulatorios que consideren más adecuados, comprendiendo límites para los niveles salariales de los funcionarios y para la complejidad de los valores derivados.

La introducción de nuevos índices financieros tales como el “Riesgo Wall-Street, el Riesgo City y el Riesgo Tokio” con criterios, métodos y procedimientos independientes.

 

C-1) La existencia de facto de agrupaciones empresariales alrededor de bancos (sistema Keiretzu en el Japón) justifica la siguiente diferenciación:

 

Empresas tradicionales con soporte financiero también tradicional.

Empresas de nueva tecnología sin soporte financiero suficiente.

 

Por tanto, se hace necesaria a escala global, la reposición de la Banca Estatal y Pluri-Estatal. Entre otros, esta banca cumpliría los siguientes objetivos:

 

Introducir un factor de competencia energizante y perfectiva, capaz de sentar paradigmas e implantar normas.

Apoyar decisivamente la implantación y el crecimiento de nuevas industrias basadas en la investigación científica y la creatividad tecnológica.

 

D-1) La obsolescencia e inepcia de casi toda la institucionalidad internacional surgida en los años 40 alrededor de NN.UU., al abrigo de nobles esperanzas de paz y cooperación es sencillamente evidente. Por tanto, como tarea global debe iniciarse un examen crítico retrospectivo y prospectivo a partir del balance de objetivos iniciales y de resultados. Esta reestructuración debe contar con los aportes de toda las instituciones con capacidad suficiente y obligación moral: Universidades, gobiernos nacionales, institutos, organizaciones sociales, partidos políticos, ONGs, etc.. etc.

 

En el caso del Fondo Monetario Internacional por ejemplo, podrían reconstruirse escenarios reales e hipotéticos: Los emergentes de la adopción fundacional del Plan White y los emergentes de la no adopción del Plan Keynes.

 

La América Latina, como expresión de su nueva y fuerte personalidad política, paralelamente, tiene la posibilidad de concebir y ejecutar grandes proyectos con capacidad de generar estadios de civilización más altos y de sólida transformación económica, que daría total sentido a la Banca Plurinacional (BANCO DEL SUR) Algunos ejemplos: En Bolivia, un proyecto para el control de las inundaciones en el Beni y otro proyecto para el control de inundaciones en Santa Cruz. En el Sub-Continente, el nuevo Bloque Emergente UNASUR, podría emprender el megaproyecto hidráulico de unión de las cuencas de “El Plata”, “El Amazonas” y el “Orinoco”.

 

No se puede olvidar que la solución a largo plazo de los problemas de América Latina radica en la formación de un capital humano con suficiente capacidad para resolver los problemas emergentes de crisis financieras globales y aún otros problemas mucho más complejos. Un sistema unificado de educación política, económica  y social que comprenda el análisis del sistema financiero colonial y su cotejo científico con el actual, a manera de mojón primigenio de conciencia colectiva, podría ser un fecundo primer paso. 

Dante Gumiel
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