Prelusión
Paul Guillén

Por largo tiempo traté de imitar tus metros y tu estilo
ramas de un sauce que se quiebran y lloran
pero ahora veo que desde tus vestales resurge una esfera plana
y que angelicalmente escuchas una voz muerta y agrietada
es porque has hablado con tus manos y has roto los pergaminos
que encerraban tu sabiduría

Has preferido encerrarte dentro de una mandrágora
y desde allí decirnos que el tiempo es otro
y que tú también eres ya otro
nosotros venimos a ti para escuchar
la historia que no conocemos
tus palabras suenan líquidas con la lluvia
tus ojos ven sombras que no podemos ver
sólo queremos un guía en este camino
no venimos a salmodiarte como si fueras un dios terrestre
es sólo que escuchamos el llamado y emprendemos una travesía
por los cuatro costados de nuestra herida humana
tu vagina es la herida que queremos sanar con nuestras voces
el pez nos mira distante desde la arena del fondo
y brinda con nosotros por nuestra futura recua
y espanto

Ahora,
prosigue a descubrir nuestras formas y colores
es una anunciación del espanto
de vírgenes en vela y del negror de los rostros
ángeles extasiados rondando por los callejones
esta plazoleta no tiene nada de ti

Acaso hablaré en el vacío de tu rostro
o buscaré tus pasos detrás de tu cabellera de fuego
o haré muchas cosas para encontrarte y no comprenderte
tantos rostros y no poder comprender a ninguna

La vida es un vidrio desquiciado que nos entrega
sus fragmentos por minutos
y nos hinca los pies

La sangre sobre el pedrusco del camino
nos indica nuestro sexo
nuestro olor a animales muertos
y la fiebre que vino a rondar al séptimo día

Paul Guillén

de La transformación de los metales (1999-2005)

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