Algo similar dirá Hidalgo en su prólogo al Índice : "Tras de eso no hubo nada importante hasta que apareció Huidobro. Huidobro, en España, derroca el rubendarismo, y si bien puede afirmarse que su acción es igual a cero en América, algo se filtra aquí, a través de los ultraístas argentinos, puesto que el ultraísmo es hechura suya." Borges, introductor de un ultraísmo sui generis en Argentina, no debe haber compartido este aserto, ya que disentía de los postulados poéticos huidobrianos, aunque era acertado en relación con el ultraísmo madrileño. En Madrid, adonde había viajado en 1920, Hidalgo había reaccionado desfavorablemente ante un poema de Huidobro ("Halalí"), cuando Rafael Cansinos Assens se lo dio a conocer ( Muertos heridos y contusos , 1920, pp. 143-144).

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