Stanislaw Lem prefiguró internet, la inteligencia artificial y hasta en dosis más modestas al algoritmo.
(Fuente: Gentileza Tomasz Lem)

Los documentos falsos le salvaron la vida al futuro maestro de la literatura especulativa. En Leópolis --ciudad que formó parte de Polonia hasta 1939 y ahora pertenece a Ucrania--, un armenio llamado Jan Donabidowicz era una identidad camuflada para que ese joven y su familia –católica pero de ascendencia judía- evitaran terminar en la cámara de gas de Belzec. Nadie como Stanislaw Lem, conocido mundialmente por las adaptaciones cinematográficas de su novela Solaris –realizadas por Andrei Tarkovsky y Steven Soderbergh- escribió con tal plasticidad y sensibilidad sobre el drama de ser humano. Muchas de las preguntas filosóficas, éticas y científicas que emergen de su narrativa siguen vigentes: ¿es ético sacrificar a un individuo humano para salvar a muchos? ¿cómo distinguir entre cordura y demencia? ¿es posible comunicarnos con los otros (ya sean extraterrestres o terrícolas)?