Cultura y Espectáculos

4 de octubre de 2022

El español fue dueño de un estilo único
 

Jesús Quintero, el hombre que amaba a los nadies

Prefería la radio, pero la televisión lo hizo aún más popular. Disfrutaba tanto entrevistar a famosos como desconocidos.

Sus ciclos "El loco de la colina" y "El perro verde" lo convirtieron en un referente.

por Silvina Friera 

 

 "Nunca uso la estocada. No me creo nada esa moda del reportaje agresivo”, dijo una vez..

                                                                                                                                 Imagen: EFE

La voz del andaluz de los rizos sublevados llegaba hasta la última fila del teatro Lope de Vega De Sevilla. Entonces actuaba y todavía no era apodado El loco de la colina, como uno de sus programas más emblemáticos. Su rebeldía era de clase; quería mirar y oír a los olvidados, los marginales, los anónimos, los oprimidos, esos nadies que suelen ser tan ignorados como invisibilizados. Fue el “niño pobre” que se convirtió en un periodista y presentador reconocido. La nube de humo de su cigarrillo le daba una pizca de mayor intimidad y misterio a esas entrevistas que parecían una clase magistral de periodismo y psicoanálisis por el modo en que trabajaba con los silencios, con lo no dicho. El periodista español Jesús Quintero murió este lunes a los 82 años en la residencia geriátrica Nuestra Señora de los Remedios. Fuentes próximas a su familia confirmaron que el mítico comunicador almorzó por última vez, luego se fue a descansar y ya no se despertó.

No hubo milagros en la vida de Manuel de Jesús Rodríguez Quintero. Nació el 19 de agosto de 1940 en San Juan del Puerto, en la provincia de Huelva. Su padre era electricista y su madre, campesina. Ella solía decirle a su hijo que era “más raro que un perro verde y un ratón colorado”. No sabía, la madre, que le estaba sirviendo en bandeja el nombre futuro de dos programas. Como quien gambetea un destino prefigurado –continuar el oficio de su padre o trabajar como obrero-, al joven le picó el deseo de la actuación. Pero al terminar una función en el teatro Lope de Vega de Sevilla, un hombre de la radio, el periodista Rafael Santiesteban, muy impresionado por la voz de ese actor en ciernes, se acercó para decirle que podía hacer radio. 

20 may 2016 Durante más de treinta años Jesús Quintero ha recorrido un largo camino repleto de emociones, sensaciones, anécdotas y lecciones de vida. Han sido tantos los encuentros, tantas las preguntas… tantas las respuestas y tantos los silencios, que siente que ha llegado el momento de hacer balance y recordar. Con un estílo único para la conversación en profundidad, que le ha convertido en leyenda, Quintero vuelve con lo ás memorable de su trabajo en Canal Sur Televisión. Estos serán los peresonajes de la noche, descritos por el propio Loco: Juan Joya “Risitas” (El Vagamundo, 2000; Ratones Coloraos, 2002 "Durante décadas he tenido como invitado a mis distintos programas a los personajes más poderosos, más deseados, más perseguidos por la prensa, más lúcidos; más brillantes. Sin embargo, a veces cuando voy por la calle los chavales me miran, se dan codazos y exclaman maravillados -¡mira tío! Ese es el que entrevista al risitas'”. Juan Luis Muñoz “Sabio de Tarifa” (Ratones Coloraos, 2002; El Vagamundo, 1999) Otro grande al que no olvidaré nunca, porque era mi amigo y por los muchos ratos divertidos que nos hizo pasar, es Juan Luis de Tarifa, ese que sí era grande. Manolito Reyes “Posí”(El Vagamundo, 1999) Juan Luis de Tarifa nos dejó, como también nos dejó otro personaje inolvidable que vivió cerca de Tarifa, en Barbate. Se llamaba Manolito Reyes, pero se hizo famoso como “Posí”. José El Tirantes “El Último Bandolero” (Ratones Coloraos, 2003) También se nos murió José el tirantes “El Bandolero”. José Berdún “El Penumbra”(El Vagamundo, 2001 El que sigue vivo y dando guerra es Adán, nuestro primer padre, según él, ese extraterrestre que llegó a la Tierra en el meteorito que destruyó a los dinosaurios. Es “el Penumbra”, un showman galáctico. Rufino (Ratones Coloraos, 2002) No sé por qué, mirando al Penumbra me he acordado de Rufino. Era barrendero, pero él prefería decir canalizador de residuos sólidos urbanos, pero además había sido pincha discos en una discoteca, torero aficionado y árbitro. ¿Te lo imaginas con esa cara pitando un penalti dudoso contra el equipo local? ¡Rufino! Todo un personaje. Manuel Sánchez Serrano “Tito Triana” (Ratones Coloraos, 2002) Y hablando de belleza interior, ¿quién no se acuerda de “Tito Triana”? Nunca llegué a entender por qué se llevaban tan mal Risitas y él con lo bien que se compenetraba cuando Risitas traducía las poesías que Tito Triana componía y recitaba. Nunca lo comprendí. El Lumi (Ratones Coloraos, 2002) El Lumi, mi tierra. Qué maravilla del Lumi, qué maravilla como retransmitía los partidos de fútbol con un cubo. Qué maravilla como retransmitía los partido de fútbol con un cubo y que maravillaba también, sus discos dedicados. Arión Alonso (Ratones Coloraos, 2003) Se llamaba Arión Alonso y era el primer cantante nudista del mundo. John Lane “El Pollito de California” (El Vagamundo, 2001; La Boca del Lobo, 1993) El Pollito de California, era un guiri que llegó a Granada fascinado por el flamenco y estuvo viviendo en una cueva del Sacromonte “arrejuntao” con una gitana, como un gitano. Se enorgullecía de que Camarón le hubiera tirado un zapato. Qué arte el Pollito de California. Diego Pantoja (El Vagamundo, 2000) Diego Pantoja, Diego Pantoja… otro monstruo de la naturaleza, un disparate, genio y figura y maestro del compás. En México lo detuvieron por mear en la calle, la meada más cara de su vida. Se lamentaba, los titulares de los periódicos de al día siguiente decían “El cantaor de Lola Flores, detenido por meón”. CONCLUSIÓN He aquí a los nuevos pícaros, los nuevos lazarillos, los únicos capaces de llamar a las cosas por su nombre. De emocionar, de divertir, de ser ellos mismos y de decir y hacer; lo que nadie se atreve. Los últimos para los que no entienden que lo raro, distinto, lo marginal, no es despreciable, sino irrepetible y único. Pero para mí, son y fueron siempre los primeros, los primeros a los que acudía cuando comenzaba un nuevo programa, puesto que no entendía un programa mío sin ellos. Sin su presencia, sin sus locuras, sin su libertad; ellos serán y serán siempre la expresión más natural, auténtica y divertida de la vida Como dice Estrllita, “En cada casa hay un cuadro daleao”, pero mira bien porque los cuadros daleaos, no son estos, los cuadros daleaos; no son Estrellita, Risitas, Peíto, el Penumbra… Los cuadros daleaos son los que roban, los que engañan, los que estafan, los que arruinan al país; los que recortan derechos, los que empobrecen a los trabajadores y los echan de sus casas. Los cuadros daleaos no son los que nos alegran la vida, sino los que nos la amargan. Esos son los cuadros daleaos.

por Silvina Friera Periodista y profesora de Castellano, Literatura y Latín.
Escribe en la sección Cultura y Espectáculos de Diario Página12 (Argentina) 

Link de la nota:  https://www.pagina12.com.ar/486933-jesus-quintero-el-hombre-que-amaba-a-los-nadies

4 de octubre de 2022

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