Por primera vez
Alejandra Flores Bermúdez

Esta era una monedita de luz que cantaba: "clin-clan", cada vez que caía al suelo. En ese entonces, la gente y los animales no hablaban ni cantaban» Pero un día la monedita cayó y rodó hasta adonde estaba un lorito. Este la vio y escuchó su "clin-clan" y no pudo evitar exclamar: "¡aah!" del susto. Una vaquita que estaba cerca vio luego a la monedita y de la impresión grito: "moo". Un carro también pasaba por allí y al oír asustado el metálico "clin-clan" de la monedita reaccionó con un ruido: "rrr" en su motor. Todos quedaron asustados; los árboles, las margaritas, las rejas de los balcones, los insectos, pues el murmullo que quedó flotando en el ambiente sonaba así: "aa...moo...rrr...". Nadie sabe porque la monedita de luz provoca esta expresión pero lo cierto es que desde entonces, la vaca, el loro, la gente, las cosas, hacen ruidos, construyen sonidos, cantan y evocan. Los sabios, teólogos y maestros se han reunido y la única explicación que han encontrado es que la monedita de luz rueda por las calles de nuestra alma, conmoviéndonos con sus cantos tan bonitos, mientras corre por los hemisferios de nuestro interior.

Cantos de Barro
Alejandra Flores Bermúdez

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