Lo necesario
Alejandra Flores Bermúdez

Érase una vez una playa muy hermosa con colores violáceos y verdosos, azulosos y celestes Era una playa solitaria adonde sólo habitaban el mar, la arena y las rocas, además de todos los seres del mar ¡por supuesto! Un día, un hombre viejo que andaba en busca de razones y certezas, llegó hasta la playa y se sentó en una de las rocas frente al mar. Ahí pasó muchas noches y muchos días hasta que se cansó y aburrió.

Agarró un poco de sol en una bolsa, un poco de luna, de nube y de noche se marchó. Cuando iba ya un poco lejos pensó que necesitaría algo duro y sólido para tener su bolsa completa y llena de Lo Necesario y recordó la roca. "¡Ah... ¡"-pensó- "iré a traer un poco de roca para llevar conmigo también." Regresó a la playa e intentó romper la roca con sus manos pero ésta era tan dura que era imposible siquiera intentarlo. Era en vano, la roca no cedía. El viejo, cansado de intentar obtener un trozo de roca se sentó y al final se durmió. En el sueño descubrió al fin una certeza: la roca era sólida y fuerte, no se desprendía; era como una raíz. Maravillado, llegó a su pueblo, reunió a la gente y les dijo: "Lo que hemos necesitado durante tanto tiempo son raíces. De ahora en adelante nos quedaremos en un solo lugar y los hijos aprenderán de sus padres a tejer ropa, a preparar la tierra para hacer sus casas y nos ayudaremos los unos a los otros a encontrar razones y certezas para todo lo que nombremos."

Así paso el tiempo y los conocimientos se heredaron de padres a hijos, de abuelos a nietos, de hermanos a primos y de amigos a amigos... Y por debajo de las casas, de la tierra, de los pies, de las sillas y de los caminos las raíces fueron escondiéndose invisibles buscando su fuerza en el corazón de los hombres.

Cantos de Barro
Alejandra Flores Bermúdez

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