Eugenia Toledo-Keyser construye en Arquitectura de ausencias, una cosmovisión sembrada en tres pilares filosóficos: la terrible ausencia de seres y lugares amados, el silencio  que oprime al que desea ser escuchado y el tiempo que marca las huellas como “hendiduras talladas” (Envoltura) y crea una agonía en la continuidad de las cosas.. Es por eso que uno de los deseos que Eugenia imprime en su libro en el poema que da nombre al libro es: “De hoy en adelante,/ debemos esperar que éstos ejemplares/ se impriman en la memoria de otro u otra/ que con el mismo amor nos substituya.”

Es una arquitectura de substancias que gravitan en su memoria de forma viva y le dan esa sensación a extrañeza por lo mutable pero a la vez esencialmente permanente en su vida. “Ambas estamos en las palabras/ que repercuten en mi mente/…”(Arquitectura de Ausencias). Aquí la presencia de su madre rescatada a través de la palabra lucha contra el silencio impuesto de origen patriarcal que la ha negado una razón de ser…

Eugenia lucha por construir sobre los escombros. Se desnuda y arma una tela para protegerse tejida a base de reflexiones y una dialéctica entre ella y el pasado que está tan presente: “Resume: no hay vehiculación extraña, / sólo la propia idiosincrasia/ las circunstancias/ la geometría/ las formas ilimitadas./ Algo que se parece al amor.” A pesar de lo extraño y ajeno Eugenia logra con su libro ser pasajera de un nuevo viaje en una catarsis adonde ella se transforma y transforma lo ajeno en propio realizando un milagro: “Y tó, ¿crees en milagros?/ ¿sabes quién será el próximo? 7 El próximo serás tú.”

Por que en este libro Eugenia es mística y profana, se rebela y alza la voz plena en sensaciones. La palabra le hereda forma y camino: “Mi lengua arde/ es plata fundida, ají picante por/ lo que dicen mis textos/…./Quiero ser naranja morada, /quiero ser lima y limón dulce,/ y en cada publicación si puedo,/ poner un gran letrero de neón.”

La palabra viva la lleva y trae desde su país de origen en  “pura imaginación de origen coralino.” Con la misma fuerza se rebela ante un mundo consumista adonde todo se vende y grita:” porque mi corazón/ no se arrienda/ ni está a la venta./ (Not for rent not for sale).

Eugenia también siente ese silencio opresor en el medio que la rodea. Se pregunta “¿Dónde encontramos entonces/ la inteligencia?” Como llamar inteligente a un mundo que se destruye a sí mismo acabando con el planeta lentamente, gota a gota?

Eugenia hace válido su reclamo por un mundo más justo. Con su voz labra un camino y en esta aventura que es Arquitectura de ausencias nos lleva a todos de la mano con cuidado para que juntos construyamos un mundo mejor.

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