Conocida desde hace años
por su poesía, Delfina Acosta revela en su primer libro de cuentos
«El Viaje», una vigorosa fibra de narradora, que explora con agudeza las
penumbras del ser.
Las historias de Delfina
inquietan, sorprenden, sacuden, por el acople de secuencias inesperadas,
por las reacciones que escapan al comportamiento habitual, por la
resolución sardónica de las tramas, así como por la utilización frecuente
de imágenes y situaciones surrealistas, por lo general desconcertantes,
muchas veces lastimosas, ciertamente reveladoras de un conocimiento de la
condición humana.
Hay un dejo de ironía,
de burla, de sonrisa triste, una cierta piedad, en estos textos donde se
pone de manifiesto una crítica mordaz de la sociedad, a través del
develamiento de las lacras interiores que ensucian a los hombres y mujeres
de todas las épocas.
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