Flores robadas en las calles de Buenos Aires
Por Jorge Fernández Díaz 
Director de adn CULTURA

Hace dos años, The Washington Post realizó un curioso experimento. Le propuso al eximio violinista Joshua Bell que tocara en la boca de una línea de subte de Washington. ¿Reconocería esa gente común la belleza musical? Nadie reconoció ni siquiera el rostro de Bell, aunque al final de la jornada contó 32 dólares dentro de su gorra. La anécdota me lleva a otra pregunta: ¿cuántos músicos geniales tocan hoy en las calles y pasamos junto a ellos sin darnos cuenta? El mes pasado escribí un relato para nuestro diario sobre la tarea de Claudio Espector, pianista magistral que estudió en el Conservatorio de Moscú y que formó en la ciudad de Buenos Aires catorce orquestas con chicos provenientes de las zonas más pobres. Espector no sólo realiza una tarea social loable sino que también se ha convertido de hecho en un cazador de talentos, muchos de los cuales viven en villas de emergencia y tocan melodías en la calle o en el infierno.

Esa anécdota jocosa del Washington Post y la asombrosa experiencia de Espector actuaron como disparadores de la producción de tapa que presentamos en esta edición. El encargado de realizarla fue Leonardo Tarifeño, amante de la música popular emergente, por llamarla de alguna manera. Además de ser periodista, Leo investiga la música nueva que gira por el mundo, especialmente en las zonas más plebeyas de las sociedades: rumba, soul, afrobeat, gitana y gitana mestiza, tropidelia y hip hop.

Dice Leo que entre los años 80 y los 90 Barcelona, donde vivió mucho tiempo, fue la capital mundial de la música callejera. Y que aún hoy, alrededor de la catedral, hay intérpretes de altísimo vuelo, que le ponen música de fondo delicada y refinada a la parte más antigua y visitada de esa ciudad. De aquel boom sobrevivieron bandas hoy célebres: Ojos de Brujo, Macaco (ambas referentes de la música mestiza entre el hip hop y el flamenco), Che Sudaka y 08001.

El fenómeno barcelonés, que también se da en Río de Janeiro, está llegando a Buenos Aires. Al parecer, los problemas para tocar en vivo derivados de la catástrofe de Cromagnon sacaron a los músicos a la calle. Los tres grupos más importantes que tocan en las calles porteñas son la tanguera Orquesta Típica Fernández Fierro, Pollera Pantalón y Radio Roots. También hay en las esquinas y en los barrios solistas extraordinarios de tango y de jazz, un joven increíble que improvisa reggaeton en el subte y otro brasileño que canta lo mejor de Djavan.

Tarifeño muestra cómo los pioneros fueron Pollera Pantalón, un grupo de ska que empezó en la calle Florida, integrado por ex cadetes de los negocios de esas cuadras populosas. Radio Roots hace rumba punky y fue telonera de Manu Chao en el Luna Park. Llevan vendidos 20.000 copias de su último disco. Todos ellos reivindican la calle como escenario público. Y los músicos callejeros del mundo se han unido en un proyecto llamado "Playing for Change", que tiene por objeto desarrollar programas de educación musical en distintos puntos del planeta.

Joni Mitchell le cantó al músico callejero en "For Free", donde enaltece al intérprete que toca gratis, y muy bien, en contraposición a ella misma, que nunca tocaría sin cobrar y en caso de hacerlo sólo lo haría para los amigos. Harto de la persecución de sus fans y de la máquina de picar carne del sistema comercial del rock, Fito Páez escribió alguna vez: "Todos los conciertos son un acto de maldad/ todos los ensayos y jamás pude escuchar/ preferiría andar cantando en el subte".

En la vereda de enfrente, por el andarivel de la música clásica, hay también notables instrumentistas de la intemperie. Algunos de ellos, ya que una pequeña muestra vale por tantos, son revelados en esta edición por otro integrante de adnCULTURA Pablo Gianera, quien además de ser un erudito en materia literaria, es un afinadísimo crítico musical.

Finalmente, la periodista Carolina Pierro nos muestra cómo el "fenómeno callejero" no se reduce a la música. También el arte florece en las calles de Buenos Aires, como esas flores exquisitas que crecen en los pantanos.

Jorge Fernández Díaz 
Director de adn CULTURA 

jdiaz@lanacion.com.ar
http://adncultura.lanacion.com.ar/ 

25 de julio 2009
Autorizado por el autor

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