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Motivación en salud bucal en escolares de primaria |
Autoras
Dra. Náyade Ileana Falcó Chang. |
Dra. Marta María Cairo
Iturrioz. |
Resumen: La infancia es el momento más adecuado y eficaz para influir en los individuos y lograr que modifiquen de manera definitiva su conducta y adopten estilos de vida saludables, pues en esta etapa se forma la personalidad del hombre. La asociación de los componentes recreativo, asociativo y lúdico adquieren gran importancia por ser inherentes a la cotidianeidad del niño, nos acercan al entorno del menor y hacen posible incorporar en su rutina hábitos protectores de su salud. La falta de motivación preventiva por parte de los emisores de los mensajes educativos, ya que no están lo suficientemente convencidos que fomentar la salud de las personas es más importante que tratar enfermos, hace que las actividades educativas aun cumpliéndose el número de programadas carezcan de la calidad requerida y de un clima psicológico favorable para el aprendizaje. Con el objetivo de mostrar la importancia que posee la motivación por parte de los emisores de los mensajes educativos en los escolares de primaria se realizó esta revisión bibliográfica. Las conclusiones arrojan que los juegos didácticos constituyen una vía dinámica eficaz en la adquisición de conocimientos en estas edades, así como la motivación como factor esencial para lograr cambios de actitudes en los educandos. Introducción: La educación para la salud, cuya función definida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es la de promover, organizar y orientar los procesos tendientes a influir favorablemente en los conocimientos, actitudes y prácticas relacionadas con la salud de los individuos, grupos y colectividades, adquiere importancia capital y contribuye al desarrollo de la conciencia sanitaria de la población.(1-3). Es el proceso de enseñanza-aprendizaje que permite, mediante el intercambio y análisis de la información, desarrollar habilidades y modificar actitudes, con el propósito de inducir comportamientos para cuidar la salud individual, familiar y colectiva. No se puede hablar de salud de una persona, si la misma no tiene salud bucal, pues ésta garantiza una adecuada nutrición, comunicación, fonación, entre otras funciones. Hay países que han trabajado por lograr la salud bucal de sus poblaciones, pero en realidad sólo ha sido un discurso, pues no han sido capaces de garantizar la atención estomatológica. Los más desarrollados y algunos en vías de desarrollo, han implementado sistemas preventivos, que no llegan en todos los casos a todos los que lo necesitan, y en ocasiones han tenido consecuencias negativas. A causa de los altos costos de la atención estomatológica y a la alta prevalencia de las caries, hoy gran parte de la población mundial no tiene salud bucal. En la medida que los países sean capaces de garantizar la atención estomatológica a toda su población, promoviendo la salud bucal, expresarán su desarrollo social. Países como Suecia, Noruega, los Países Bajos, Japón, Suiza han desarrollado programas que abarcan a los escolares y algunas acciones a adultos, pero ninguno ha logrado la total cobertura y satisfacción de todos los requerimientos de su población. Actualmente se acepta que el principal factor de riesgo de las dos grandes afecciones bucodentales, las caries y las periodontopatías, es de índole microbiológico; cúmulos bacterianos altamente especializados, conocidos como placa dentobacteriana, actúan sobre los tejidos dentales y gingivales causando enfermedad en ellos.(4-6) Teniendo en cuenta su naturaleza microbiológica pudiéramos asegurar que controlando la placa dentobacteriana, a través de una correcta higiene bucal, podríamos reducir considerablemente la prevalencia de las caries y las enfermedades periodontales. Sin embargo, la higiene bucal, que se consigue a través de una actividad “tan sencilla”como es el cepillado dentogingival es frecuentemente realizada de forma incorrecta, no lográndose su objetivo. (7-8). Ahora bien, si realizando esta actividad “tan sencilla”, como es el cepillado dental y con él prevenimos enfermedades tan graves, ¿por qué no lo realizamos o lo realizamos incorrectamente? Son muchas las posibles respuestas, las más apreciadas en nuestra práctica diaria, se basan en que no se conoce plenamente la importancia del cepillado para conservar la salud bucal, en otras ocasiones encontramos que aunque se conoce su importancia, esta no es una práctica sistemática o se realiza de forma ineficiente. A veces encontramos pacientes que aunque desean hacerlo correctamente, pues teóricamente poseen los conocimientos, no tienen las habilidades necesarias para llevar a cabo esta actividad. Desde este punto de vista, el abordaje de la situación transita por su control en las primeras etapas de la vida, con la implementación de hábitos y medidas de promoción de salud, que permitan el desarrollo de estructuras bucales en estado de salud, minimizando de este modo el gasto, optimizando la utilización de los recursos y logrando un aporte sustancial a la problemática planteada. La infancia es el momento más oportuno para influir en los individuos y lograr que modifiquen de manera definitiva su conducta y adopten estilos de vida saludables, pues en esta etapa se forma la personalidad del hombre.(9) Mediante la promoción y la educación para la salud, las personas pueden aprender a establecer el comportamiento voluntario que conduce a la salud de las personas, grupos y comunidades. (10). Un elemento importante para lograr los objetivos de dicha actividad es conocer las actitudes. Dado que las actitudes, creencias y la percepción de las necesidades de cuidados, están muy relacionadas con la conducta de salud bucal, las ciencias de la conducta van adquiriendo cada vez mayor relevancia para lograr cambios favorables a la salud bucal.(2) Estudios realizados por Yépez y colaboradores(11), señalan la promoción de lasalud como la estrategia social encaminada a desarrollar el potencial de individuos y poblaciones, que genera medios para que ellos asuman cada vez mayor control sobre sus procesos de salud y bienestar, donde la conjugación de los componentes recreativo, asociativo y lúdico adquieren gran importancia, por ser factores inherentes a la cotidianeidad del niño, y se convierten en elementos facilitadores para permitir un acercamiento al entorno del menor, que contribuyen a incorporar en su rutina hábitos protectores de su salud. Objetivos: General: Demostrar la importancia que posee la motivación por parte los emisores de los mensajes educativos en los escolares de primaria. Específicos: Evaluar el uso de las técnicas afectivo participativas como vía dinámica eficaz en el cambio de actitudes. Evaluar cómo influye la combinación de la charla, la demostración y la reproducción de lo aprendido en la apropiación de los mensajes educativos. Desarrollo: La etapa entre los cuatro y los quince años es una de las más importantes en el crecimiento y desarrollo integral de los seres humanos, ya que en ésta se adquieren y perfeccionan hábitos y conductas que les permitirán construir una cultura de prevención y autocuidado de su salud y optar por estilos de vida saludables. Peralta y Fujimoto señalan que es fundamental la participación permanente de la familia en la educación inicial, para establecer así una mutua complementariedad entre la familia y los agentes educativos externos, dado que cada uno aporta aspectos comunes y diferenciales en un ámbito tan delicado como es el crecimiento y formación del niño en sus primeros seis años de vida. (12) Cualquier programa educativo en esta edad requiere de un lenguaje sencillo acompañado de grandes contenidos gráficos, con alto grado de creatividad plasmado en el juego. Si la intención es realizar una retroalimentación sobre conceptos referentes a su salud bucal, apropiados por el niño menor de siete años, la mejor manera es formular preguntas sencillas, intercalando actividades lúdicas entre ellas (11). Se hace necesario que los estomatólogos y el resto del equipo de salud comprendan que lo más importante no es tratar enfermos sino fomentar la salud de las personas(13) lo que aunque está dentro de los programas curriculares no es comprendido ni ejecutado a cabalidad, es decir, que aquellos individuos hacia los cuales están dirigidas nuestras acciones preventivas tomen conciencia sobre su autorresponsabilidad en el mantenimiento de su estado de salud bucal. En su labor educativa el estomatólogo utiliza diferentes vías para lograr la comunicación, entre ellas, la charla, la entrevista, la comunicación en grupo, la audiencia sanitaria y el círculo de interés.(14-15). Otras técnicas se han abierto paso por la importancia y los resultados obtenidos en cuanto a facilitar el aprendizaje, tales como las técnicas afectivo-participativas, la entrevista personal, la demostración, entre otros. (16). La creatividad y los juegos didácticos como herramienta fundamental en esta tarea, en función de un tema específico, con un objetivo concreto y en dependencia de los participantes con los cuales se está trabajando. (17). Estudios realizados revelan la elevación de conocimientos mediante el juego como instrumento de trabajo educativo. (16) Todas estas técnicas han demostrado su efectividad cuando el comunicador está lo suficientemente motivado para que al realizarlas, despierte en los participantes actitudes positivas hacia aquello en lo que se quiere educar y existan condiciones materiales y el clima psicológico necesario para desarrollarlas.(18) Por nuestra práctica de profesionales de la salud, hemos apreciado algunas dificultades que atentan contra el desarrollo exitoso de las actividades educativas, no llegando a cumplirse los objetivos que estas persiguen; es decir, la apropiación de conocimientos, hábitos y actitudes relacionadas con la salud bucal. Entre las más importantes están la falta de motivación preventiva por parte de los emisores de los mensajes educativos, ya que no están lo suficientemente convencidos que realizar actividades de promoción y prevención para la salud de las personas es más importante que tratar a los enfermos, por lo que las actividades educativas aun cumpliéndose el número de programadas, carecen de la calidad requerida, en cuanto a la preparación de los responsables de estas tareas así como el no conseguir un clima psicológico favorable para el aprendizaje. Sólo estando sinceramente interesados en que la información brindada sea captada por el receptor, lograremos que los mensajes educativos sean receptivos (19). Se ha recomendado aplicar programas de tipo preventivo que enfoquen las intervenciones hacia los grupos que potencialmente pudieran incurrir en conductas inadecuadas o problemas que afecten de alguna manera su salud, por ejemplo aquellas que pudieran llevarse a cabo en centros estudiantiles y áreas donde residan estos pobladores de riesgo. Las técnicas educativas y medios de enseñanza a emplear para la ejecución de las actividades educativas dependerán del grupo de edad a las que estarán dirigidas y sus características. Estudios realizados en niños en edad escolar demuestran que la apropiación de conocimientos sobre salud bucal es significativa, cuando se realiza junto a la participación activa de estos en juegos didácticos y con una gran estimulación afectiva (20). Según estudios de Ferreira y Silva (21), los niños retienen un 20% de lo que escuchan (charla), un 50% de lo que ven y escuchan (charla donde se emplean medios auxiliares educativos) y un 90% de lo que ven, escuchan y luego reproducen (demostración). Tal principio nos muestra cuán importante es hacer que los estudiantes se involucren e interactúen de forma práctica durante las actividades de educación sanitaria. A esto debemos añadir, la importancia que tiene la sistematicidad y el reforzamiento en el tiempo de toda actividad educativa, sólo la continuidad en el proceso garantizará que lo aprendido no se olvide, que se convierta en conocimientos cimentados dentro de la personalidad de estudiante, que lo ayudaran a resolver situaciones que se presenten en el futuro. La calidad en las actividades de promoción de la salud garantizará mayor efectividad en cambios de actitud ante inadecuados estilos de vida. El período escolar resulta de máxima importancia desde el punto de vista de promoción y prevención de la salud, en esta etapa es cuando se producen una serie de cambios significativos en el niño y en el adolescente que es necesario controlar por los especialistas médicos. Una política pública de promoción y prevención de la salud en los centros educativos es fundamental para conseguir unos jóvenes sanos y bien formados (19). Trabajar para que estas actividades educativas posean una metodología, que les enseñe y a la vez puedan demostrar o reproducir lo aprendido nos lleva a reflexionar sobre lo importante de no hacer uso de la charla como única actividad educativa. Sólo estando lo suficientemente motivados y entrenados para realizar estas actividades, podremos lograr los resultados esperados. Conclusiones: § La motivación que logren poseer los emisores de los mensajes educativos influye positivamente en la adquisición de conocimientos por parte de los educados. § Los juegos didácticos constituyen una vía dinámica muy eficaz para que de forma colectiva interactúen para lograr cambios favorables en su salud bucal. § Se generan necesidades sentidas por parte de los educandos cuando el proceso educativo-sanitario es activo, bilateral y motivante. Bibliografía 1 – Documentos de trabajo OPS/OMS. Años 1994/1998. 2 – OMS. Avances recientes en salud bucodental. Informe de un comité de expertos de la OMS. Serie de Informes Técnicos, no. 826, 1992. 3 – OPS/OMS. La salud y el ambiente en el desarrollo sostenible. Publicación Científica no. 572. Washington DC; 2000. 4 – MooderT, Wondimu B. Periodontal Disease In Children and Adolescents. DentUpdate 2001, Jul-Aug; 28 (6). 5 – AlcarásSintes J. Enfermedades de las encías en niños y adolescentes. 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Bogotá, D.C.; 2000. Disponible en: http://www.fepafem.org.ve/investigaciones/pdf/sonrisa.pdf 12- Peralta E MW, Fujimoto GG. La atención integral a la primera infancia en América Latina: ejes centrales y los desafíos para el siglo XXI. Organización de Estados Americanos (OEA). Chille:1998. 13- Kriger L. Promoción de Salud Bucal.2da Edición. Sao Paulo: Artes Medicas; 1999. 14 –Salas MR, Sosa M. Programa educacional de salud buco dental para adolescentes “ Una buena compañía. Mi salud”. La Habana: Ministerio de Salud Pública; 1997:5-10. 15- Serrano, González M. Educación para la salud y participación comunitaria. Una perspectiva metodológica. Madrid: ediciones Díaz de Santos; 1990:8-12. 16- Bustillo G. Técnicas participativas de educadores cubanos y juegos didácticos. La Habana: Editorial científico- Técnica; 1996, t 2: 6-12. 17- Vinent M, Perrando Z, Bermejo C. Sanos para sonrisas felices. Buenos Aires: municipal de Quieles; 1997. 18- Nultein J. Teoría de la motivación humana. Barcelona; 1982:24-26. 19- Riviera MN. Maestría en Educación Medica. Módulo Enseñanza Aprendizaje: Centro Nacional de Perfeccionamiento Medico (CENAPEN): Cuba, 2001. 20- Coelho Leal S. Effectiveness of teaching methods for toothbrushing in preschool children. BrazilDent 2002; 13 (2): 133-136. 21- Ferreira MC, Silva Jr PD. Os recursos audiovisuais no proceso ensino- aprendizagem. Sao Paulo: 2002.
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por Dra. Náyade I. Falcó Chang y Dra. Marta M. Cairo Iturrioz.
ileana.falco@infomed.sld.cu
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