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Los aprendizajes redisoñados en los contextos educativos
por Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Educación Mauro Fernández
Académico en la Universidad Nacional de Costa Rica
minalusa-dra56@hotmail.com
twitter: @Mifajak

 

El ser humano, desde tiempos inmemoriales, ha utilizado la educación como una manera de mejorar sus condiciones contextuales.  En esa medida, cada faceta de dichas acciones llevaba consigo, la imperiosa necesidad de buscar otras expectativas en su entorno vital, muy diferentes, desde luego, de las que nos preocupan hoy, en los intrincados espacios globalizadores.

Educar es un término que tiene un amplio registro semántico, por lo que apela a conceptos coligados, tales como alimentar, cuidar, nutrir, instruir, formar y criar.  Estamos ciertos, de entrada, que no todo ser humano está capacitado para el magisterio, porque aparte de vocación integral, exige una serie de competencias para el eficaz ejercicio de la praxis educativa.

En esta oportunidad, me propongo compartir algunas reflexiones, a partir de los nueve trabajos académicos sobre el quehacer docente, incluidos en el libro REDISOÑANDO LOS APRENDIZAJES EN LOS CONTEXTOS EDUCATIVOS, rubricado por diez profesionales  universitarios, a saber:

GERARDO BOGARÍN HERNÁNDEZ, ANA LORENA CAMACHO CAMACHO, KAROL CUBERO VÁSQUEZ, MARÍA TERESA DOBLES VILLEGAS, ALBERT ESPINOZA SÁNCHEZ, ANA GABRIELA GUTIÉRREZ RUIZ, GAUDY JULISSA JIMÉNEZ ORDÓÑEZ, WALDY MEDINA SANDOVAL, CARMEN ELENA PEÑA LEIVA y LUCÍA VILLANUEVA MONGE, quienes imparten diferentes materias en las universidades públicas costarricenses.

Destaco un eje común en todas las ponencias de esta antología educativa: parten de las sostenidas experiencias áulicas de sus autores. Solo ese detalle, le confiere  una decisiva plenitud a cada uno de los trabajos académicos sistematizados y, por ello,  cada propuesta se convierte en un norte paradigmático por aplicar  en nuestro quehacer docente, como una manera  dinamizadora y significativa de la praxis educativa.

Cada uno debe trazarse sus propósitos desde la vocación docente, como un modelo de vida, con sus conductas y sus actitudes por seguir, porque de esa elección deviene el compromiso socio-personal, tanto ante la comunidad educativa como civil a las cuales nos debemos.

No podemos ir por la vida sin forjar nuestros proyectos de comportamiento, porque nosotros tenemos, tanto la capacidad como el compromiso de elegir las potencialidades que nos permitan alcanzar las metas vitales.  Las competencias interiores para enfrentar el ejercicio docente implican, entonces, el desarrollo de múltiples saberes.

Desde esa perspectiva, esbozaremos cada una de las propuestas educativas  capitulares de las y los académicos, por medio de la selección de un preciso corpus discursivo que, desde la integralidad de este singular archivo de experiencias, se convierta en un insumo para fortalecer el cambio en la vida áulica y, desde luego, en los aprehendientes, tal y como lo propone el nuevo paradigma educativo, de cara al siglo XXI que ya disfrutamos.

Todas las propuestas pedagógicas contenidas en este libro están permeadas por los postulados  del nuevo paradigma educativo, lo cual se convierte en otra de sus aportaciones, pues se puede dar un seguimiento a dicho ideario, con base en las referencias que se inserta en los trabajos, donde sobresalen estudiosos de diversas áreas del conocimiento, a saber: Capra, Assmann, Cosachov, Garaudy, Maturana, Morín, Gallegos, Boff, Johnson, Badía, Roselló, Bisquerra, Albano, Freire, Dadaina, Cotocallapa, Honey, Munfor, Massié, Prado, Mechén, Gutiérrez, Kravetz o Libedinsky, entre los más citados.

Seguidamente, sobre la base de corpus discursivos esenciales, invitamos al estimado lector a adentrarse en cada una de las propuestas.  Se indica el capítulo, el título, el autor y un párrafo referencial de cada una de las ponencias.

CAPÍTULO I: EMPRENDEDURISMO: COMPETENCIA O VALOR, CAÍDA DE UN PARADIGMA.  En él, Gerardo Bogarín Hernández hace ver que:

En este análisis,  la perspectiva mediata es el nivel funcional superior del valor,  porque para el emprendedurismo, la proyección futura resulta indispensable, es decir,  se ha mencionado que el emprendedor hace suyas las batallas que para otros están perdidas, él las toma, porque tiene la capacidad de ver más allá de lo situacional, de lo inmediato, puede visualizar el claro después de la tormenta e identificar el potencial de la situación. 

CAPÍTULO II: RESIGNIFICANDO LAS PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI. Aquí, Carmen Elena Peña Leiva señala lo siguiente:

Para lograr un cambio en las prácticas pedagógicas de los (as) docentes y para que los aprendientes le encuentren sentido a lo que están aprendiendo es fundamental que haya una ruptura metodológica y esta debe involucrar a facilitadores (as) y aprendientes. La Metodología Participativa o de proceso es la que cimentaría este cambio, ya que desde  los aspectos epistemológicos  referentes a la integralidad y complejidad de la vida, la naturaleza y las personas como seres interdependientes, diversos, históricos, cambiantes y contradictorios; es que podríamos conocer la realidad y actuar en ella en forma integral, coherente y participativa.

CAPÍTULO III: APRENDIENDO A APRENDER: UNA PRÁCTICA HACIA EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO MEDIANTE EL TRABAJO EN EQUIPO. Ahora,  Lucía Villanueva Monge aduce:

La sociedad actual requiere de sujetos proactivos, con capacidad gestora de sus propios procesos de conocimiento. Es debido a esto que se debe pasar de una actitud receptiva, pasiva, a una actitud protagonista, que planifique su propio proceso y, de esta manera, se asegure un aprendizaje sostenible, acercándose a una motivación intrínseca de crecimiento continuo. Así, se deja de lado la motivación extrínseca más común en los educandos: la de aprobar un examen para pasar un curso específico. 

CAPÍTULO IV: BIOALFABETIZANDO MEDIANTE EXPERIENCIAS EN UNA BIBLIOTECA NATURAL. Esta vez, tanto  Waldy Medina Sandoval como Ana Gabriela Gutiérrez Ruiz sostienen que:

Para Bioalfabetizarse, la naturaleza constituye, por sí misma, una enorme biblioteca abierta las 24 horas, con todos los ejemplares del ecosistema, esperando ser consultados, analizados y en espera de un diálogo abierto con su visitante. Ha llegado el momento de buscar una nueva forma en que la educación necesita tener la vida y el entendimiento de la vida en su núcleo más profundo, en donde bajo un enfoque sistémico de esta,  transmita a los aprendientes las bases para tomar decisiones cotidianas sostenibles.

CAPÍTULO V: LAS REDES SOCIALES, UN ANTÍDOTO PARA LA DESIDIA ANTE EL APRENDIZAJE. Esta vez, Albert Espinoza Sánchez plantea:

La novedad estriba, básicamente, en la forma de ver las cosas, es importante cambiar la visión del carácter distractor de las redes sociales por una nueva visión cargada de oportunidades para catapultar el aprendizaje. 

Reiteradamente se hace una analogía entre la web como una autopista del conocimiento, así que imaginemos esa autopista cargada de un cúmulo de vehículos virtuales transportando información e imaginemos a nuestros estudiantes parados frente a esa autopista, viendo pasar, por horas, esos vehículos y montándose en uno y otro, pero ninguno, o muy pocos de éstos, conteniendo materia de los cursos impartidos en la universidad. 

CAPÍTULO VI: PROMOTORES DE UNA CONVIVENCIA ARMÓNICA EN LOS AMBIENTES DE APRENDIZAJE: CASO DE IMPLEMENTACIÓN CON LA METODOLOGÍA PARTICIPATIVA. En ese sentido,  María Teresa Dobles Villegas asevera que:

Lo cierto es que el tema, al ser un fenómeno multicausal, debe ser abordado desde todas las direcciones de donde provienen las influencias que inciden en el comportamiento de las personas y su forma de relacionarse con los demás. Esto implica que, para promover convivencia armónica, cualquier espacio social es válido, no obstante, no es excluyente, ya que si se espera que una  acción afirmativa para la convivencia armónica generada en determinado contexto tenga éxito, esta acción debe encontrar eco en otros escenarios en los que se desenvuelven las personas involucradas.

CAPÍTULO VII: LA AVENTURA PEDAGÓGICA: PROPUESTA EDUCATIVA PARA LA FORMACIÓN Y EL DESARROLLO INTEGRAL DE LOS APRENDIENTES UNIVERSITARIOS. En su ponencia, Ana Lorena Camacho Camacho endiña que:

Por tanto, esa aventura pedagógica es apasionarnos con todo aquello que la misma naturaleza nos ofrece, que nos hace vibrar, emocionarnos, darnos paz interna, derramar por nuestras venas una espiritualidad celestial de regocijo. Es entrar en empatía con todos y el todo, generando sentimientos positivos y practicar la sanación colectiva, es construir nuestras cotidianidades en aventura y asombros. Es encontrar la salud y la felicidad por siempre.

Cada instante de nuestras vidas debe vivirse placenteramente, ella te marcará con huellas significativas. Maestros, maestras, padres, madres y comunidades que propicien e irradien sentimientos positivos hacia la vida, es permitirse construir nuevos valores, actitudes y estilos de vida diferente.

CAPÍTULO VIII: EVALUACIÓN NUTRICIA: UNA PROPUESTA PARA EL MEJORAMIENTO DE NUESTRAS PRÁCTICAS EVALUATIVAS. En ese sentido, Gaudy Julissa Jiménez Ordóñez exterioriza:

Es nuestro deber como docentes marcar pautas y hacer historia, pero de manera positiva, participar y hacernos partícipes del proceso educativo, involucrando valores (seguridad, confianza, optimismo, satisfacción, entre otros), sueños (dentro de un realismo esperanzador), proyectos (mediante una construcción conjunta educandos–mediadores) y aportes de innovación (transformación de nuestras prácticas evaluativas), para lograr la evaluación nutricia, la cual define como una construcción conjunta del conocimiento, mediante el disfrute, que logre entusiasmo, alegría, confianza, seguridad, optimismo, satisfacción y, sobre todo, que redisueñe el arte de enseñar-aprender desde una perspectiva holística.

CAPÍTULO IX: LA TAREA ACADÉMICA INTELIGENTE: VALIOSO COMPONENTE EN LA MEDIACIÓN DEL PROCESO DE APRENDIZAJE. En su ponencia,  Karol Viviana Cubero Vásquez asevera:

Ese es el objetivo primordial que se aborda en esta reflexión, lograr promover un uso óptimo y efectivo de una estrategia o práctica académica habitual como es la tarea. Utilizar tareas académicas bien pensadas, con objetivos claros y relevantes con las necesidades y características de los estudiantes, motivará a los estudiantes a aprovechar el trabajo asignado, como ocasión para divertirse, al tiempo que se promueve niveles de pensamiento,  actitudes y hábitos esenciales para responder a una  sociedad versátil y demandante. 

En síntesis, las nueve ponencias educativas que contiene el libro antológico REDISOÑANDO LOS APRENDIZAJES EN LOS CONTEXTOS EDUCATIVOS es un insumo pedagógico de mucha importancia, toda vez que se parte de la sistematización áulica, por lo tanto, no son vanas propuestas, sino consideraciones de gran arraigo, pues han sido puestas en práctica a lo largo de varios años por cada uno de sus ponentes.

Hace falta, justamente, que los académicos produzcan insumos bibliográficos.  La academia se nutre de los aportes investigativos de sus educadores.  En esa línea, los lectores nos vemos favorecidos con planteamientos válidos, generados desde el contexto educativo guanacasteco, cuya cobertura no tiene límites ficticios, sino los alcances de una educación participativa.

Esta era de mundialización ha de comprometernos con mayores ideales, con  renovados principios para aportar nuestros mejores esfuerzos, en aras de proponer una sociedad más justa, con rostro humano, que no dé paso a los degradantes procesos de impersonalización; menos, cuando se trabaja con seres humanos, quienes están formándose.

Está en nosotros, soñar o dejar de hacerlo. La propuesta es redisoñar la academia, desde el espacio áulico, para que nos afanemos con pasión en el aula y  dicho espacio no se convierta en la jaula en que han caído, por desgracia, muchos salones de clase, donde campea el desorden, la indisciplina, el aburrimiento, el acoso, la violencia o la apatía.

A los educadores nos corresponde deshacer la rutina para replantear cada clase como un nuevo estadio contra la rutina. A veces, escuchamos cuando alguien blasona de acumular veinte años de experiencia. Habría que constatar si, por el contrario,  han sido dos décadas de hacer lo mismo. No podemos caer en la rutina. Hay que reencantarla y redisoñarla con procesos de alta calidad pedagógica y  humana.

Igualmente, campean la desidia para pensar, el desinterés por leer, la apatía por interpretar, el descuido al redactar, en suma, la sinrazón del quehacer educativo, que uno advierte,  se empieza a desmoronar, sin una real conciencia de que  está sucediendo.

El reto es darle respuestas a la incertidumbre, atraparla, abrirla al conocimiento, a la discusión, porque de ella nace la luz que todos andamos buscando, para bien de la humanidad integral.

 

por Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Educación Mauro Fernández
Académico en la Universidad Nacional de Costa Rica
minalusa-dra56@hotmail.com
twitter: @Mifajak

 

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