Las paradojas del Transhumanismo. Connotaciones políticas

Autora: DSc Zoila María Fajardo Estrada.
Profesora Titular, Facultad de Filosofía e Historia. Universidad de La Habana
zoila@ffh.uh.cu

fajardoestradazoilamaria@gmail.com

 

El Transhumanismo surge como movimiento cultural en los años 50 del pasado siglo. Se establece en un primer momento como prolongación de una ficción que cala en los seres humanos fortalecida por los ideales de vida feliz y futura ante el dilema siempre presente de la muerte en sus misterios apocalípticos. Acentúa sus criterios en disímiles postulados sobre los que se fortalece el carácter trascendental de la vida y la mejora genética humana como el de más reconocido interés, más amplia motivación y divulgación.

Pueden ubicarse dentro de su conformación actual corrientes que desde diferentes perspectivas sitúan su patrón de análisis y mueven el debate desde el ángulo correspondiente. Así aparecen: el Extropianismo, Abolicionismo, Posgenerismo, Singularitanismo, Tecnicismo, Tecnogaianismo, Transhumanismo democrático, Transhumanismo libertario.  Refieren todas a un plano de análisis cuyo centro se ubica en el acompañamiento al desarrollo tecnológico a partir de concepciones generales acerca del sentido de lo natural, del acto de la creación- evolución humana, en el apoyo a la singularidad tecnológica, en las bondades de la técnica y la tecnología para la consecución del futuro socioeconómico y político de la humanidad, en el sentido y camino hacia la libertad y los derechos a ella asociada.

Los antecedentes del pensamiento transhumanista pueden situarse en el siglo pasado, a partir del futurismo propugnado de manera predictiva por biólogos (británicos) en intentos de predecir  lo que sería el desenlace interdisciplinar de las ciencias ante la prolongación de la vida en un entorno artificial.

Los enunciados apocalípticos que establecen patrones de organización social a partir de la naturaleza humana entendida como seres  “violentos” dígase: “el hombre lobo del hombre”, la inmanencia de la vida en la tierra y el paso transicional del Hombre por ella seguido de la vida paradisíaca, los principios de la vida acentuados en la obtención de la felicidad, entre otros parecen vislumbrar la perspectiva de la construcción de una lógica identificativa de argumentos. Se avalan estos en el rompimiento de los mitos que condicionan las creencias colectivas y la postulación de acertijos a acudir luego del intenso bregar de las ciencias hacia salidas confortables con el avance científico y las metas investigativas a lograr.

Se ubican estas investigaciones primero en universidades de patrón simbólico nada despreciable y por ende confiables, Universidad de Cambridge, con réplica en EUA donde logran sostener vinculación en la Universidad de California en Los Ángeles. Son perseguidos por  todo un enfoque generalizador de sentido común y artístico con formalidades estéticas específicas que moldean apreciaciones específicas de la vida futura y las potencialidades efectivas de su realización. Se fundan asociaciones, institutos que consolidan fuerzas a favor de la opinión pública y la socialización de una mirada diferente acerca de la vida societaria.

Su historia está avalada por el desarrollo de las ciencias y del pensar científico de la sociedad. Cabe destacar que la principal fuerza de nutrición de sus ideas se encuentra en: el carácter abierto de sus interpretaciones, la interdisciplinariedad como recurso de aprehensión en la propuesta hacia la transdisciplinariedad de las investigaciones científicas, el desarrollo de la biotecnología, la nanotecnología, de la informática, las ciencias cognitivas, entre otras, cuyo arsenal cognoscitivo constituye el punto medular de las tesis  propuestas.

Un acercamiento a esta concepción de la vida humana nos sitúa en un primer plano en una nueva percepción de la condición humana. Es ella el principal eje que mueve el discurso transhumanista. Se establece como diatriba ante el presente razonamiento acerca de la naturaleza de la humanidad. Si bien, hasta este momento, el sentido de lo humano aparece registrado a lo largo de la historia y de manera general como: la declaración de formular su naturaleza a partir  del sentido de totalidad formado por el alma y el cuerpo y su vínculo de dominación con el mundo, el carácter histórico- temporal y espacial de la vida humana, los valores como imperativos de presencia en la condición humana, la ubicación del Hombre en su naturalidad, como parte, hacedor o dominador  de la naturaleza, asimismo es la “medida de todas cosas”, el elemento constituyente del universo social, el Ser de todas las cosas. La conformación dicotómica e instrumental en el análisis en y desde el contexto social de la vida. Todas estas formulaciones constituyen el principal punto de mira en el nuevo diseño de humanismo  formulado para el transhumanismo.

Semejantes paradigmas conducen a la formulación de la idea de lo porvenir.  “Lo que la ciencia ha abierto a todas sus disciplinas, y en particular a las ciencias de la vida y las ciencias sociales (con los procesos de decisiones político sociales que emanan de estas últimas), es, no la particular "verdad" de una nueva ideología (puesto que el mundo científico se maneja con confirmaciones de validez experiencial universal en el ámbito humano), sino una nueva perspectiva sobre la naturaleza humana, una nueva cumbre desde la cual podemos visualizar coherentemente el propio valle donde vivimos. Con esto se nos ha abierto un nuevo espacio intelectual y espiritual, tanto de debates como de renovación personal y social, en el cual deberemos llevar hasta el límite de lo posible toda discusión sobre el tema, pues la creación de consenso sobre el operar de nuestros procesos de aprendizaje social se visualiza como la única alternativa válida racional que nos va quedando para disminuir las tensiones sociales y revertir el proceso de desintegración de las sociedades modernas, llevando en cambio a estas últimas a una construcción social de colaboración mutua[1]

Tal Reflexión nos permite acercarnos al Transhumanismo buscando encontrar los dilemas a los que se enfrenta desde una sociedad diseñada bajo la concepción humanista, pilar del pensamiento hoy. El desmontaje de las ideas humanistas en sentido general comienza con la definición de que es lo natural. Aquí se incluye nociones diversas que ponen a la deriva las concepciones presentes. Hoy lo natural es lo acontecido según nuestras creencias, cultura, manifestaciones del Ser físico en el cosmos, la continuidad de la vida condicionada por la muerte. Representa lo natural <lo que se produce por si o espontáneamente, lo que se distingue del orden sobrenatural, lo que se produce fuera del arbitrio humano, lo que tiene causas externas>. Sin embargo, se convierte en dilema la consideración de las aspiraciones transhumanistas. Resulta, pues, natural el dolor, la tristeza, la conformación genética, la brevedad de la vida, los límites del rendimiento cognitivo, entre otros. Al lado de esto la propuesta desde la “singularidad tecnológica” – La extensión de la vida, la modificación del sistema nervioso, la modificación corporal, la reproducción asistida, el perfeccionamiento humano.

Propuesta más amplia podemos ver a partir de la corriente Extropiana. En “Principios Extropianos” su autor Max More expresa que estos no son reglas impuestas a los demás. “No son la aprobación de determinadas tecnologías. No son afirmaciones definitivas inalterables. No se ofrecen como verdades absolutas. Expresan los valores y actitudes comunes a los Extropianos, así como la decidida búsqueda de nuestros objetivos personales en juego”[2]

Extropia es definida como “difusión  de un sistema de inteligencia, información, orden, vitalidad y capacidad de perfeccionamiento” de ahí que su filosofía se deriva de esta definición. Son transhumanistas partidarios de la razón, el progreso y los valores centrados en nuestro propio bien, según sus afirmaciones. Así que es una filosofía, según se declara en el documento rector en tanto son “Principios”, que expresa una visión de la vida “inspiradora y edificante” y aparece abierta a la revisión con arreglo a la ciencia, la razón  y la búsqueda ilimitada de la perfección.

Estos principios son: 1- Progreso constante, 2- Autotransformación, 3-Optimismo Práctico, 4-Tecnología Inteligente, 5- Sociedad Abierta, 6- Autodirección, 7- Pensamiento Racional. Los siete principios muestran valores, comportamientos y sistema de organización a lograr. Todos realizan un cuestionamiento a las afirmaciones conductuales y valorativas tradicionales y buscan el imperio de la razón fuera de los limites conceptuales cotidianos presentes. Se ajustan a una naturaleza humana libre de las ataduras y definiciones de lo “natural” socialmente convenido en el presente, para proyectarse hacia transformaciones según las potencialidades del progreso científico. El Hombre actual es una mediación en el proceso evolutivo nos dicen, una etapa transitoria entre <nuestra herencia  animal y nuestro futuro posthumano, mayoría de edad de la especie>. La vía de la Autotransformación no se limita a los cambios físicos, ser mejores implica  junto a lo físico, lo intelectual, lo psicológico y lo ético. Generar una sociedad preparada para estos cambios. El mejoramiento biológico y neurológico, a nuestro juicio, incluye el empleo de tecnologías y medios como potenciadores neuroquímicos, redes de computadoras y electrónicas, agentes inteligentes pero también capacidades de pensamiento crítico y creativo. Unido a esto, técnicas de aprendizaje y meditación, visualización, psicología cognitiva aplicada. Asimismo valores de honestidad mutua, benevolencia, comunicación abierta en una sociedad que es llamada a ser abierta sin autoritarismos ni controles coercitivos pues la coerción, profundiza las diferencias e impide el desarrollo de la creatividad, tales presupuestos se incluyen dentro del pensamiento transhumanista. La sociedad solo puede producirse en un ambiente de optimismo práctico mediante una actitud positiva y una educación consecuente. Centrar las posibilidades y oportunidades para alcanzar los objetivos de progreso. “La tecnología es la extensión y expresión natural del intelecto y la voluntad humana, de la creatividad, la curiosidad y la imaginación. Por eso es que se declara que: “Evolucionamos de forma paralela a los productos de nuestras mentes, integrándonos con ellos, integrando finalmente nuestra tecnología inteligente con nosotros mismos en una síntesis posthumana, amplificando nuestras capacidades y extendiendo nuestra libertad”[3]

La dirección de esta sociedad abierta  es autodirección personal. Primero se busca una idea clara de sí mismo, el autocontrol como paso siguiente y luego la autoelección  responsable pues, el control centralizado genera ignorancia, ahoga las elecciones personales y los procederes espontáneos. El autogobierno sobre la base del respeto al autogobierno de los demás, la discusión racional en lugar de la dominación y la coerción o manipulación. Comunicación efectiva. El autogobierno significa hacernos cargo de nuestras vidas, elegir acciones inteligentes sobre la base de un rompimiento con la fe ciega y pasiva, el dogma, la conformidad y el estancamiento.

Lo que puede parecer una utopía extrema debemos valorarla en su justa dimensión. Se encuentra en ella propuestas aceptables para la sociedad de hoy envuelta en valores proclamados e inexistentes y en sistemas de investigación tecnológica que solo cubren en acceso a una parte del planeta. Sin embargo en sí mismo, es el transhumanismo una forma de crítica social sobre bases reales. Lo que es y somos sale a la luz en medio de una propuesta atractiva a no pasar por alto. Queda en el dilema la percepción de una futura sociedad neutral, ajustada a patrones tecnológicos y decisiones basadas en él, sobre la que la interrogante sería ¿acaso no se reproduce otra forma de control social? ¿Quién decide las fronteras entre el Hombre y  su creación?

La propuesta exige para el paso de lo natural a lo artefactual nuevos engarces en torno al sentido de la vida. No se esfuerza en continuar el sentido de lo equitativo o de la justicia social. No lo necesita. Pues, el vivir tecnológico deja claro que lo anterior es una construcción cultural, política y social sobre bases afirmativas de lo no equitativo. El imperio del pensamiento racional bajo estos postulados queda en evidencia.

En el orden político se pasa de una propuesta ética a una pretendida práctica social. El denominado Transhumanismo Liberal crea un Partido en los EUA bajo el slogan: “Poner la ciencia, la salud y la tecnología en la primera línea de la política americana”. Las propuestas se dirigen a la línea práctica y son:

1- Apoyar mayor longevidad a través de la ciencia y la tecnología con una ley.

2- Divulgar una cultura favorable a la ciencia con énfasis en la razón y los valores seculares

3- Facilitar la educación gratuita en  todos los niveles

4- Promocionar la libertad morfológica; hacer con el cuerpo propio lo que se quiera mientras no dañe a otros

5- Disminuir la población encarcelada en los EUA utilizando tecnología innovadora para seguir los crímenes fuera de prisión

6- Poner especial énfasis en soluciones tecnológicas verdes para hacer que el planeta sea más sano

7- Apoyar y desarrollar una renta básica universal

8- Reiniciar el programa espacial con un incremento de recursos gubernamentales

9- Crear un consorcio internacional para celebrar los juegos olímpicos transhumanistas

10- Trabajar para usar la ciencia y la tecnología para eliminar todas las diversidades funcionales(discapacidades)de los humanos

11- Crear un complejo educativo e industrial en Estados Unidos en lugar de un complejo industrial militar

12- Dedicar  dinero no a  las guerras, sino a las guerras contra el cáncer, las enfermedades del corazón, la diabetes en lugar de a las guerras en países lejanos.[4]

No se abandonan los presupuestos iníciales acerca de la inmortalidad de los seres humanos, la omnipotencia humana sino que se transita hacia caminos más efectivos de ejecución de los postulados. La mejora en las capacidades cognitivas humanas debe pasar en tránsito hacia la preparación  para la superinteligencia. Aquí cabe también una propensión a través del logro de la superioridad en términos de raza pues la genética, es utilizada como herramienta para la mejora del cerebro.

Seguido de la Primera Declaración Transhumanista (1978) los seguidores de sus principios intentan volcarse al área política y en el año 2016 hacen vida electoral a partir de una plataforma menos agresiva en lenguaje. Así Zoltan Istvan es el llamado fundador candidato del Partido en EUA. Esta vez se preocupa por la creación de una cultura que favorezca los intereses partidistas. A partir de la educación, utilizando el sentido común y las técnicas de diálogo lanza sus Estrategias para hacer crecer el movimiento transhumanista. Su pretensión era crear programas nacionales y planetarios que protejan a las personas contra las tecnologías abusivas y otros peligros mundiales en la era de la transición hacia el transhumanismo. Presentar en los medios la propuesta de manera no controvertida que enfatice la salud, el bienestar, la democracia y la defensa de los valores humanitarios. Unir a las corrientes transhumanistas bajo una misma mentalidad científica, bajo un mismo lema[5]. Desde aquí, los Partidos se han lanzado a la arena política utilizando lenguaje creador de afinidad como por ejemplo el de Alianza Futurista en España y Partido Transhumanista en Brasil que busca combatir la corrupción por esta vía.

Las aspiraciones, tendencias o corrientes que acompañan desde las ciencias a la política se establecen en medio de un ambiente mundial de época de cambios. Y es que las ciencias acompañantes de la propuesta en un universo de acción humana basado en la era de la Cibercultura facilitan aún no perteneciendo a la avanzada integrante del movimiento transhumanista, aceptaciones parciales de la propuesta. Se abona el camino hacia los consensos ante la incertidumbre siempre presente de vivir una vida de asombros por los resultados diarios aparecidos luego de años de trabajo de la ciencia contemporánea. El auxilio que brinda una concepción de identidad humana desde la autonomía, criterio hasta ahora anclado a las estructuras sociales resulta promisorio para el sentido común  y de orden. El ordenamiento de las sociedades disciplinarias muestra límites mas allá de los cuales se sitúa el transhumanismo a partir de la modificación de la mente y el cuerpo de los seres humanos, por lo que cualquier clon que modifique esta condición de atadura que tenga como base la condición de autoconciencia es considerado aceptado dentro de los cánones humanos de dignidad, respeto y derechos de ciudadanía. El orden espontáneo sustituye la propuesta actual de orden disciplinario.

Así que, al lado de la vida limitada por la muerte, el sacrificio, las epidemias, las guerras se proponen la maximización de las sensaciones y percepciones de amor, placer, arte, entre otras en una modificación del condicionamiento natural actual. El precedente a tales afirmaciones radica en la plasticidad humana que se explica desde los mecanismos cerebrales hasta la aceptación consensuada por las comunidades humanas de que el capitalismo modela cuerpos, subjetividades, según áreas geográficas e historias de desarrollo de la vida en todas las manifestaciones societarias.

La realidad inmanente de la propuesta es posible encontrarla en la virtualidad de la vida desde la cultura. Al diseño tecnológico que exige la introversión como mecanismo de atomatización de los seres humanos en las comunidades sociales sigue una forma específica de vida llamada “palacio de cristal”. “Ahora se puede decir abiertamente que el capitalismo es algo más que un modo de producción; apunta más lejos, como se expresa con la figura de pensamiento «mercado mundial». Implica el proyecto de transportar todo el contexto vital de los seres humanos que se hallan en su radio de acción a la inmanencia del poder de compra”[6].

Se puede observar una –resemantización- del contenido del cuerpo humano en una naturaleza explicativa aportadora de diseños electivos en su configuración, avalado por el desarrollo de la ciencia. Se percibe una manera específica de expresión de sentimientos donde lo colectivo se expresa en la soledad de lo virtual. Se reconfigura la existencia a partir del empleo de las redes sociales con objetivos instrumentales.

La expresión de la autonomía virtual se concibe como libertad civil expresada desde la libertad cognitiva, morfológica, reproductiva. <Yo escojo mi vida>es el paradigma, la selecciono en su proyección física y de convivencia social, aún así sigo  patrones de condicionamiento pues, seleccionar tiene como medio las aplicaciones tecnológicas creadas ajustadas al fin a lograr, para la sociedad futura.

La creación de consensos queda establecida desde la Cibercultura a partir de líneas paradigmáticas de alcance planetario. La distancia espacial y temporal elabora una constitución de lo físico sin márgenes inmediatos en lo concreto sensible de forma tal que el “no estar físico” en la inmediatez del mundo natural, no elimina la oportunidad de construcción de paradigmas virtuales. Las tecnologías digitales se convierten en la mediación para la construcción de posibilidad de una realidad de nuevo tipo. Por esta vía se intercambian saberes, conocimientos, prácticas y también expresiones de sentimientos, valores de éxito y fracaso, apertura hacia sensaciones de posibilidad infinita.

La Endoculturización es el nombre que adquieren las proyecciones identitarias humanas. La intimidad, la interiorización de modelos de culturas que se exteriorizan en las redes, hace posible que el intercambio con máquinas de proyección global sea la vía de vínculo comunicativo humano bajo simbologías antropológicas. Se realza el papel de las TIC, la IA, se reconstruyen culturalmente los contextos (en esto ayuda la biotecnología) se recoloniza o endocoloniza  el interior del cuerpo humano a partir del pensamiento tecnocientífico. Tengamos en cuenta la llamada ley de Moore “el poder de la computadora se dobla en períodos que van de 18 meses a 2 años” o de Kurzwell “ la innovación tecnológica desarrolla exponencialmente la mente”. Principios que se divulgan en 1957 en “Principios Extropianos” y a la altura del 2018 se evidencia en – la obsolescencia percibida- y en la cultura del aparato o de la técnica que garantiza el rendimiento acelerado.

Las nociones espaciales cambian su sentido y significación.: “El espacio social está lejos de ser un concepto sencillo y re­quiere mayor disgregación. En particular, debería vérsele como una interacción compleja de tres procesos entrelazados,aunque distintos —«espaciamientos» cognitivos,estéticos y morales —,y sus productos respectivos. Las tres variedades de espacio social «no objetivo», «hecho por el ser humano», suelen mencionarse como uno solo y utilizarse como si se tratara de «facetas» del mismo mapa social.  A través de estos tres espacios se des­pliegan nociones de proximidad y distancia, cercanía y apertura; los tres mecanismos que producen el espacio son diferentes en cuanto a su pragmática y su resultado. Si el espacio cognitivo se construye intelectualmente, por adquisición y distribución del co­nocimiento, el espacio estético se mapea afectivamente, con la atención guiada por la curiosidad y la búsqueda de la intensidad experimental; el espacio moral, a su vez, se «construye» mediante una distribución desigual de responsabilidad sentida/asumida.”[7]

Semejante estado de cosas puede tener como punto comparativo la Modernidad como proceso antecedente de la vida hoy. El carácter de socialización de la vida moderna se autentifica en una narrativa  abastecida de la necesidad del orden, la regularidad, la obediencia siguiendo la receptividad del cálculo en el sentido de las acciones[8]. El orden siguiendo reglas que se materializan en la coerción como recurso integrativo. Para el contexto cibercultural, la Heteronomía de la acción también es una referencia sólo que la coerción se explica desde la presencia de expertos y líneas explicativas cuya fuente inspiradora son investigaciones que generan la confianza de la credibilidad ante la incertidumbre del desconocimiento o del conocimiento explicado en diagramas instructivos consolidados y comprensibles.

Tal circunstancia motivada por la autonomía de entender que ante sí el usuario tiene la libertad de escoger la propuesta instructiva genera la ilusión de autonomía y un sentido de sociabilidad manifiesta al decir de Bauman, en el comportamiento de inmediatez de estar actualizado y conforme con la relación como, en y desde la multitud que el contexto propicia.

Las tres variedades que el espacio social generado por el hombre en los “espaciamientos”: cognitivos, estéticos y morales engloban el sentido y proyección de una realidad social con tendencia a lograr la sincronización de ambientes de sentimientos, afectos, la proximidad de los humanos desde el anonimato del yo moral en la condición de ser parte de la multitud en el espacio vital. Con compromisos a romper con normas y estructuras que condicionan intereses y motivaciones. Hacia una pretendida distribución de nuevo tipo de la diversión, el interés, la indagación  dentro de la que se incluye el espectáculo de la intimidad en un patrón de vergüenza que excluye los controles disciplinarios para situar la vida como la diversión, como “juego” donde el presente construye el futuro. Es una fusión entre el producto y el consumidor que tuvo sus inicios en el mundo de los medios audiovisuales mas estandarizados y hoy es posible entenderlo en las representaciones transhumanistas.

 Acompañados de la ciencia el sentido de lo social, se entiende en la viabilidad que encierra esta propuesta. Su credibilidad no solo se deriva de la muestra específica propiciada por los avances de las ciencias líderes que escoltan sus supuestos, sino por los déficits proporcionados por el ordenamiento actual. El sentido de la elección no es un recurso representativo racional sujeto a una estructura política sino que la búsqueda de roles para el actuar, esta vinculada al revolucionar de la desconfianza, de la fe religiosa, del hacer práctico en una mirada esperanzadora hacia lo posible en un mundo de imposibles en tanto desigual en la praxis tecnológica.

No obstante, el empleo de las tecnologías en el orden político busca reencontrar la cotidianidad con el orden disciplinario en una futura sociedad de control. A su lado, se desarrolla la robótica, la biotecnología, las ciencias de la cognición, la informática, cibernética, entre otras en acertijos contradictorios que suplantan las capacidades y aptitudes humanas por las tendencias exponenciales de las máquinas. El pensamiento multifacético por la trivialidad identitaria del cerebro- máquina neuronal, la trascendencia de la vida  por la concepción de la muerte, las limitaciones desiguales biológicas, políticas y sociales por el mejoramiento humano en todo orden, entre otros. En el centro de todo el Hombre creado y creador, limitado en su propio yo hacia una expansión de su alma y de su cuerpo, bajo las señales de un sistema en el que encierra su vida.   

Referencias bibliográficas.

-Bauman Zygmunt. Ética posmoderna,. Siglo XXI Editores S.A 2005

-Maturana R Humberto. Varela G Francisco. El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento     humano. Editorial Universitaria, Lumen 2003.

-More Max. Versión digital ExtropyInstitutemore@extropy.org

-Romañach Cabrero Javier - Las propuestas éticas y sociales del Transhumanismo y los Derechos Humanos. Universitas, 2016, Nº 24 / pp. 2-38 ISSN 1698-7950 / doi: http://dx.doi.org/10.20318/universitas.2016.3175

-Sloterdijk Peter. El palacio de cristal, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona 2004 Conferencia pronunciada en el marco del debate “Traumas urbanos. La ciudad y los desastres”. CCCB. https://labola.wordpress.com/2007/11/24/el-palacio-de-cristal-sloterdijk/

Notas:

[1] Maturana R Humberto. Varela G Francisco. El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento humano. Editorial Universitaria, Lumen 2003. Pág. XIII

[2] More Max. Versión digital ExtropyInstitutemore@extropy.org, pág. 36

[3] More Max. Versión digital ExtropyInstitutemore@extropy.org pág. 20

[4]  Romañach Cabrero Javier - Las propuestas éticas y sociales del Transhumanismo y los Derechos Humanos. Universitas, 2016, Nº 24 / pp. 2-38 ISSN 1698-7950 / doi: http://dx.doi.org/10.20318/universitas.2016.3175, pág. 6.

[5] Zoltan Istvan. Estrategias para hacer crecer el movimiento transhumanista. Pag Web www.Psyco.Co

[6] Sloterdijk Peter. El palacio de cristal, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona 2004 Conferencia pronunciada en el marco del debate “Traumas urbanos. La ciudad y los desastres”. CCCB. https://labola.wordpress.com/2007/11/24/el-palacio-de-cristal-sloterdijk/

[7] Bauman Zygmunt. Ética posmoderna,. Siglo XXI Editores S.A 2005 pág. 161,

[8] Ver Referencia explicativa en Bauman Zygmunt. Ética posmoderna. Siglo XXI Editores S.A 2005

 

Zoila María Fajardo Estrada
zoila@ffh.uh.cu

fajardoestradazoilamaria@gmail.com

 

En Letras-Uruguay ingresado el presente trabajo el día 5 de diciembre de 2018

 

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