El ojo del poder: dispositivos de vigilancia y control en The handmaid's tale de Margaret Atwood

The Eye of Power: Surveillance and Control Devices in Margaret Atwood's Handmaid's Tale

Ensayo de Rosario Fabrini
Universidad Nacional de San Juan Argentina
rfabrinil9@hotmail.com.ar

Resumen

Es mundialmente reconocido el trabajo que la escritora canadiense, Margaret Atwood, realiza en la literatura de ciencia ficción. Tanto es así que su nombre aparece como parte del canon de este género. En sus obras las distopías abundan, mostrándonos universos que constituyen metáforas del nuestro. Particularmente, este trabajo analiza brevemente el texto The Handmaid's Tale desde una perspectiva filosófica de la literatura, aludiendo a los conceptos foucaultianos de vigilancia y control como dispositivos de ejercicio del poder y dominación sobre las mujeres.

Palabras clave: filosofía - literatura - ciencia ficción - distopias -dispositivos de poder

Abstract

Margaret Atwood's works are worldwide-known pieces in science fiction literature. So much so that her name is recalled as part of the canon in this genre. In her work, dystopias are abundant, as they show universes which constitute metaphors of ours. In particular this essay briefly analyzes the novel The Handmaid's Tale from a philosophical perspective on literature, making reference to the foucaultian concepts of surveillance and control as devices of exercise of power and domination over women.

Key words: philosophy - literature - science fiction - dystopias -devices of exercise of power.

INTRODUCCION

La obra de la autora canadiense contemporánea Margaret Atwood, The Handmaid's Tale, ha tomado especial relevancia al ser llevada a la pantalla chica en formato serie y, en consecuencia, por haber ganado diversos premios y reconocimientos, entre ellos, el Globo de Oro a la "Mejor serie de televisión" o el Emmy por "Mejor guion para serie dramática" [Los Angeles Times]. Además, sirvió como inspiración durante el reclamo realizado por el colectivo feminista argentino para conseguir la aprobación por el proyecto de la despenalización del aborto [Revista Noticias].

Sin embargo, el valor de este texto no reside solamente en su popularidad, sino en el poder del lenguaje para dar a conocer la voz de su autora (y de las escritoras en general) en un género de la literatura mayormente dominado por hombres: la ciencia ficción [Kelly]. Es por eso que The Handmaid's Tale se inscribe, dentro de este género, como una distopía, dado que el escenario de tiempo-espacio que se recrea está lejos de ser el ideal y se describe más bien como catastrófico [Yanke]. Nos encontramos allí, entonces, a Offred (De Fred, nombre que toma del comandante que la posee) una mujer joven y fértil que es secuestrada por la novel Republica de Gilead (ex Estados Unidos) y reconvertida en criada para las familias del poder. Su deber no es el trabajo doméstico, sino servir como vientre para engendrar los hijos que la clase dominante no puede tener en una época en donde la tasa de natalidad es demasiado baja. En una sociedad en la que las mujeres son valoradas únicamente por el correcto funcionamiento de sus ovarios, Offred se arma de valor para enfrentar las situaciones diarias, para poder escapar del sistema que la oprime y, tal vez, reencontrase con su esposo Luke y su hija.

El siguiente trabajo analizará de manera breve aquellos dispositivos de poder y vigilancia que sustentan al gobierno de Gilead y que sirven para alienar y oprimir a las mujeres, entre las que se encuentra Offred.

La trama de la novela se desarrolla en la Republica de Gilead, territorio conocido anteriormente como los Estados Unidos. Específicamente, nos encontramos a su protagonista, Offred, una criada que habita en lo que supo ser la ciudad de Boston. La democracia estadounidense ha sido derribada, de ella no queda ni siquiera su nombre. En su lugar, se implantó un sistema dictatorial gobernado por "comandantes", hombres de diferentes edades que profesan un fuerte fanatismo cristiano. Dicha religión sostiene y organiza el sistema de gobierno de Gilead. Podemos entonces hablar de los comandantes como los dispositivos que centralizan el poder de mando de este territorio y, en consecuencia, como los ejecutores de la nueva ley que rige allí. Pensamos que este sistema se asemeja al del panóptico de Jeremy Bentham, el cual se concibe como un sistema arquitectónico para mejorar la vigilancia de las cárceles. Foucault resume la estructura del panóptico de la siguiente forma:

En la periferia un edificio circular, en el centro una torre; ésta aparece atravesada por amplias ventanas que se abren sobre la cara interior del círculo. El edificio periférico está dividido en celdas, cada una de las cuales ocupa todo el espesor del edificio. Estas celdas tienen dos ventanas: una abierta hacia el interior que se corresponde con las ventanas de la torre; y otra hacia el exterior que deja pasar la luz de un lado al otro de la celda. Basta pues situar al vigilante en la torre central y encerrar en cada celda un loco, un enfermo, un condenado, un obrero o un alumno. Mediante el efecto de contraluz se pueden captar desde la torre las siluetas prisioneras en las celdas de la periferia proyectadas y recortadas en la luz. En suma, se invierte el principio de la mazmorra. La plena luz y la mirada de un vigilante captan mejor que la sombra que en último término cumplía una función protectora. [10]

Por supuesto, la idea del panóptico no significa un principio de diseño arquitectónico sino que "designa un principio global, un proyecto que puede servir a otros proyectos que no necesariamente obedezcan a su naturaleza" [Foucault: 11]. Es por eso que en The Handmaid's Tale es posible analizar al proyecto teócrata de Gilead como una maquinaria de vigilancia perfilada a ejercer el máximo control sobre los cuerpos, en especial sobre los de las mujeres.

En el texto, escrito en primera persona y con un narrador omnisciente, observamos la historia del presente entrelazada con flashbacks. En estos últimos vemos explicitada la forma en la que los comandantes comienzan a alienarlas, en un principio, eliminando todos sus derechos, desde el voto hasta la propiedad privada y la administración de sus finanzas, quienes pasan a manos de sus esposos, padres, hermanos o amigos. También se les niega el derecho a conservar o acceder a cualquier trabajo. La utilización de las tecnologías al servicio del ejercicio de la vigilancia es un aspecto a remarcar, puesto que las computadoras permiten el acceso a la información de cada ciudadana y, por lo tanto, al control de cada una. La constitución es eliminada y la biblia se instaura como otro dispositivo de poder, dado que se coloca como el esquema fundamental del estado.

Este texto contribuye a asignar los roles de mujeres y hombres y a "prescribir un tipo de moralidad" que les asigna a cada uno de ellos roles demarcados: los hombres son comandantes, ojos (espías), ángeles y guardianes (policias), choferes (las mujeres no pueden portar ni tramitar una licencia de conducir); las mujeres son las esposas de los comandantes, las criadas, las martas (empleadas del servicio doméstico), tías (vigilantes de las criadas y guardianas de la ideología nacional) o parias. Para la identificación de cada rol y cada sujeto se identifica "una circulación de los efectos del poder a través de canales cada vez más finos", que incluye el uso de colores de vestimenta para cada rol, en especial en las mujeres: un azul inmaculado viste a las esposas de los comandantes, un verde apagado a las martas, el rojo y el blanco a las criadas, el marrón a las tías, el negro para las viudas. Esta es sólo una de las formas en las que el sistema teocrático ejerce el poder.

El control absoluto depende, además, de una "mirada dominadora y vigilante, la cual actúa en provecho de un poder riguroso y meticuloso" [Foucault: 15]. Por lo tanto, es necesario eliminar cualquier artefacto que pueda incitar a la sublevación, en especial por parte de las mujeres y las minorías de género. Esto se logra mediante la anulación al acceso de libros o cualquier material de lectura, incluso los carteles señalizadores no pueden contener ningún tipo de grafema, por miedo a alguna sublevación:

The store has a huge wooden sign outside it, in the shape of a golden lily; Lilies of the Fields, it's called. You can see the place, under the lily, where the lettering was painted out, when they decided that even the names of shops were too much temptation for us. Now places are known by their signs alone. [Atwood: 25]

El valor de una mujer pasa por su capacidad reproductiva. Esto se debe a que en el contexto histórico del presente relato distópico la tasa de natalidad ha decaído notablemente y en las familias pudientes, conformadas en mayor parte por comandantes del régimen, sus esposas no pueden concebir hijos. En consecuencia, el poder tiene como tarea la selección de aquellos cuerpos cuyos sistemas reproductores resultan más viables. Una vez cumplido el proceso de selección, se dividen dos grupos: aquellas mujeres fértiles son llevadas a campos de adiestramiento, mientras que las demás son encerradas en colonias o campos de concentración junto con los rebeldes, los discapacitados, los presos políticos y todos los pertenecientes a las minorías sexuales que pudiesen negar la salvación de Gilead:

Nobody asking you, Cora said. Anyways, what could you do, supposing?

Go to the Colonies, Rita said. They have the choice. With the Unwomen, and starve to death and Lord knows what all? Cora said. [Atwood: 17]

Nuevamente recurrimos al panóptico de Bentham para pensar en que existe un ojo invisible, una suerte de mirada que la población no puede ver pero que toma el control de la torre, el mando principal, de una manera "inmediata, colectiva y anónima" [Foucault: 16]. Las insurrecciones se pagan caro en la dictadura teocrática de Gilead. Nuestra protagonista, Offred, nos deja ver cómo el sistema castiga duramente a todo aquel que se oponga o a cualquiera que no profese la fe o el pensamiento oficial (judíos, musulmanes, budistas, ateos, científicos, intelectuales o pensadores). La condena depende de la gravedad del delito y esta es impuesta por el concejo de comandantes, el culpable puede ser enviado a una Colonia o ejecutado en el Muro, espacio destinado exclusivamente para la pena capital, la horca. Las campanas de la iglesia junto al Muro suenan anunciando la ejecución:

Now we turn our backs on the church and there is the thing we've in truth come to see: the Wall. [...] Now the gates have sentries and there are ugly new floodlights mounted on metal posts above it, and barbed wire along the bottom and broken glass set in concrete along the top. [...] Beside the main gateway there are six more bodies hanging, by the necks, their hands tied in front of them, their heads in white bags tipped sideaways onto their shoulders [...]. I didn't hear the bells. Perhaps I've become used to them. [...]. The men wear white coats, like those worn by doctors or scientists. Doctors and scientists aren't the only ones, there are others [...]. [Atwood: 31- 32]

La violencia de este castigo tiene, según Foucault, la función de asegurar la continuidad del poder; es más, "es conveniente que el castigo sea espectacular para que los demás tengan miedo" [17]. Sin embargo, lo que esta clase de poder no espera es que este gasto excesivo de opresión y violencia no tiene un valor como escarmiento, sino que provoca que la rebelión se multiplique. Es así como llegamos al movimiento de resistencia de Gilead, al cual el personaje principal, Offred, se une y que funciona, claro, en la clandestinidad. Dado que las criadas son separadas de sus familias al ser reclutadas, estas pueden tener múltiples finales: algunas logran cruzar la frontera a Canadá, otras son enviadas a las Colonias o entregadas a familias ricas como martas, ángeles o hijos adoptivos. De la primera acción se ocupa esta resistencia y es de la que Offred participa. Sobre esto Foucault sostiene que, para mantener la hegemonía no basta con que la burguesía reinante suprima o modifique la constitución y las leyes, sino que "se da cuenta de que debe inventar una tecnología nueva que asegure la irrigación de todo, el cuerpo social de los efectos de poder llegando hasta sus más ínfimos resquicios" [18]. Es precisamente esto lo que se propone el nuevo comandante de Offred, al ofrecerle pasar su tiempo libre con ella, llegando incluso a participar en actividades prohibidas a las mujeres, tales como jugar al Scrabble (popular juego de mesa para formar palabras) o leer revistas y libros de todo tipo.

Podemos confirmar que las mencionadas tecnologías de poder no surten el efecto buscado ni en Ofglen ni en ninguna otra rebelde. Por más infernal que resulten esas tácticas y por más que se busque prevenir que escapen de ellas, vemos hacia el final del texto que esto no sucede, pues nuestra protagonista logra, después de enfrentar diversos obstáculos, encontrarse con su familia en Canadá.

CONCLUSION

Concluimos entonces que el poder de Gilead no pertenece a los comandantes, sujetos que tramaron y llevaron a cabo el golpe de estado, sino que se "convierte en una maquinaria de la que nadie es titular" [Foucault: 19]. Esto es lo que permitió la supremacía del régimen por tanto tiempo (evento que culmina con el restablecimiento de la democracia en el país) y la designación de roles para cada ciudadano y ciudadana constituye un ejemplo de esto y de un efecto de garantía de la dominación "de clase en la misma medida en que disocian el poder de la potestad individual" [Foucault: 19].

Obras citadas

ATWOOD, MARGARET. 2017. The handmaid's tale. Estados Unidos: Anchor Books.

FOUCAULT, MICHEL. 1991. "El ojo del poder". En J. Varela & F. Álvarez- Uría (eds.), Genealogía del poder. Madrid: Las ediciones de la piqueta. 9 - 26

LOVELL, BRONWYN. 2016. Friday essay: science fiction's women problem. En línea: https://theconversation.com/friday-essay-science-fictions-women-problem-58626

LOS ANGELES TIMES. 2019. "The handmaid's tale". En línea: https://envelope.latimes.com/awards/titles/handmaids-tale/

REVISTA NOTICIAS. 2018. "'El cuento de la criada', el nuevo símbolo de la lucha por el aborto". En línea: https://noticias.perfil.com/noticias/infor macion-general/2018-07-14-el-cuento-de-la-criada-el-nuevo-simbolo-de-la-lucha-por-el-aborto.phtml

YANKE, REBECA. 2019. "El boom de la distopía: por qué nos gusta imaginar un futuro catastrófico". En línea: https://www.elmundo.es/papel/cultura /2019/10/15/5da49878fc6c8354538b45ca.html

 

Ensayo de Rosario Fabrini
Universidad Nacional de San Juan Argentina
rfabrinil9@hotmail.com.ar
 

Publicado, originalmente, en: Revista de Literaturas Modernas, N° 51, N° 1, Ene-Jun 2021 | PP. 7-13

Institución Editora: Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Filosofía y Letras , Mendoza, Argentina
Link del texto: https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/literaturasmodernas/article/view/3764

 

Ver, además:

               Reeditan "Penélope y las doce criadas", de Margaret Atwood - Es una reversión de "La Odisea" homérica,

               por Silvina Friera (Argentina) - Publicado en Página12 - 24 de mayo de 2020 c/videos

 

Editado por el editor de Letras Uruguay

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