(Aunque se te congelen las venas)
Lourdes Espínola

Hoy te advierto 
que voy a quedarme para siempre 
jadeando en tu cuerpo, 
en el borde infinito de tu mano, 
en tu espalda que es espada. 
En tu lengua que es la mía. 
Sólo tu corazón sabrá 
si es, 
promesa o amenaza, 
pero me quedo para siempre 
y basta. 

Lourdes Espínola
La estrategia del caracol

Ir a índice de América

Ir a índice de Espínola, Lourdes

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio