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Libro del escritor y periodista literario Ciro Bianchi Ross y el dibujante Evelio Toledo
 
 

Viendo La Habana pasar
por Jesús Dueñas Becerra
jesus@infomed.sld.cu

 
 
 
 

El escritor y periodista literario Ciro Bianchi Ross, columnista del diario Juventud Rebelde, y el dibujante Evelio Toledo, son los autores del texto Viendo La Habana pasar, publicado por Ediciones Boloña, y presentado por el doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de La Habana, en el contexto de la XXI Feria Internacional del Libro Cuba 2012.

Con apoyo en el amor sin condiciones que el artífice de la palabra escrita y el artista del pincel sienten hacia la Ciudad de las Columnas, habría que señalar —ante todo— que ese volumen trasciende, con creces, el estereotipo estático que del drama cotidiano habanero se lleva el extranjero que la visita en busca de mulatas/os y ron, o sea, el prejuiciado cliché prevaleciente en la República (1902-1958), y reactivado después del llamado “Período Especial” (1990), o sea, el momento en que la mayor isla de las Antillas le abrió sus puertas al turismo internacional.

En opinión del autor de esta reseña, la capital cubana es mucho más que sexo, ron y las más disímiles indolencias que hieren la sensibilidad de quienes la veneramos con todas las fuerzas de nuestro ser espiritual, ya que la mayor riqueza de la villa de San Cristóbal de La Habana se halla —sin duda alguna— en la personalidad básica de los residentes en este paraíso citadino, bañado por las aguas del Mar Caribe, y erigido sobre la base de una compleja estructura arquitectónica, de valor incalculable para nacionales y foráneos.

De ahí, que al multilaureado escritor y periodista Leonardo Padura le sobra razón cuando advierte que La Habana —como pocas ciudades del orbe— suele ser percibida por el turista con “lentes oscuros” que, en modo alguno, reflejan su verdadera realidad existencial, y por ende, reparan solo en lo superficial y obvian lo esencial.

De acuerdo con los autores, La Habana deviene expresión genuina de una mezcla que desafía al dios Cronos con las luces y las sombras (o tinieblas), que la identifican. Es esa urbe, donde se funde en cálido abrazo lo real maravilloso, que en tanto se camina a pie, se descubre algo nuevo todos los días, mientras que el escritor y el artista la visualizan desde una óptica eminentemente fotográfica.   

Para Bianchi y Toledo, La Catedral de La Habana es el conjunto más armonioso del Centro Histórico; el edificio de la Lonja del Comercio (nuestro primer rascacielos, porque el segundo lo fue —según el escritor Pedro Urbezo— el colosal monumento de Galiano y Neptuno, en cuyos bajos se hallan el septuagenario teatro América y la Casa de la Música Habana); el palacio del Segundo Cabo, otra de las grandes revelaciones del barroco, pero impregnado de un sello caribeño… único e irrepetible.

Todas esas gemas de la arquitectura colonial y contemporánea se funden con la llamada “esquina del pecado” (intersección de Galiano y San Rafael, en el municipio de Centro Habana), la Reina de las calles y el puente Almendares…, hasta completar un centenar de dibujos.

Toledo rescata la tradición del grabado; técnica lamentablemente relegada al olvido en nuestra prensa plana. A pluma alzada y en trazos elementales, el artista proyecta la elegancia y la historia —“aprehendidas” en sus infatigables andanzas— de la esquina ignorada o el paraje remoto de una Habana decadente, deteriorada, y a la vez, resucitada, devuelta a la vida que siempre la ha caracterizado y caracterizará…, a pesar de todos los pesares.

En ese libro hay dos obras que se complementan entre sí: la del ilustrador Evelio Toledo y la que nos sugiere Ciro Bianchi, descrita con gracejo criollo como auténtica manifestación de cubanía, cercanía y cordialidad.

Por último, habría que destacar el placer inefable que genera en la mente y en el alma del lector enfrentarse a tan magistral capacidad de síntesis, que solo poseen los poquísimos cultores del periodismo literario en nuestra exuberante geografía insular. 

Viendo La Habana…deviene una invitación a la lectura amena y fluida que registra el “sentimiento ilustrado” de un artista y el testimonio objetivo-subjetivo del cronista, obra de dos habaneros de pura cepa. Por lo tanto, nuestra amada ciudad palpita y vive en esas páginas que le sirven de cálido homenaje a la capital de todos/as los/as cubanos/as.

 

Jesús Dueñas Becerra - psicólogo, crítico y periodista
jesus@infomed.sld.cu
 

Publicado, originalmente, en la web de la Asociación de Cine, Radio y TV de la UNEAC http://www.uneac.org.cu/

 

Link: http://www.uneac.org.cu/index.php?module=resenia&act=resenia&id=23

 

En Letras-Uruguay ingresado el presente trabajo el día 10 de mayo de 2013


Autorizado  por el autor, al cual agradecemos.

 

 

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