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En el cielo con diamantes
por Jesús Dueñas Becerra
jesus@infomed.sld.cu

"Sólo el recuerdo detiene el tiempo.”

Fedro Guillén

 

El laureado narrador, periodista y guionista de cine, Senel Paz, es el autor del libro En el cielo con diamantes, publicado por la Editorial Oriente (Santiago de Cuba, 2007), y obsequiado en el día de mi cumpleaños por quien, no obstante su lozana juventud, es una persona que ya forma parte del estamento afectivo de mi personalidad, donde sólo caben seres humanos como él: únicos, especiales, irrepetibles, encantadores, a quienes hay que amar y respetar su inviolable dignitatis humanae.

En las más de 300 páginas de esa novela testimonial (denominémosla así para seguir las sabias enseñanzas del maestro Gerardo Fernández García[1], quien insiste en la clasificación de los géneros dramatúrgicos, sean radiales, televisivos, cinematográficos o literarios), el también autor del relato "El lobo, el bosque y el hombre nuevo" (Premio Internacional de Cuentos “Juan Rulfo”, 1992), centra la acción dramática de su polémica obra en dos personajes principales: David y Arnaldo (o más exactamente, en tres, ya que Miguel, el Oficial de Guardia, desempeña una función nada despreciable en ese contexto poético-literario sui generis, donde el amor y la libido -deseo sexual- se confunden, se entremezclan, y al final, salen perdiendo el amor y el respeto a la dignidad, no sólo de la mujer, sino también del hombre).

Con apoyo en la leyenda personal de David, narrada por Arnaldo, y en ocasiones, enriquecida por Miguel, Senel Paz se recrea en el recuerdo de los años 60 del pasado siglo, cuando los tres personajes creados por su fecunda imaginación, eran estudiantes internos (becarios) de lo que hoy sería un instituto de enseñanza media superior especializado en cualquier rama de la técnica.

Desde una óptica objetivo-subjetiva, el laureado escritor le muestra al lector cómo era la vida cuasi militar que prevalecía en esos centros educacionales, donde los jóvenes de uno y otro sexos convivían separados “a rajatabla”, en una época que él califica como la “década prodigiosa”, no sólo por la irrupción en el pentagrama musical internacional de los Beatles, los Rolling Stone, etcétera, sino también por la aparición en la geografía insular del tristemente célebre “quinquenio gris”, caracterizado por el oportunismo, el extremismo, las tinieblas, los desaciertos, las incomprensiones, la intolerancia, el irrespeto a las diferencias de todo tipo u otras manchas oscuras que enlodaban la obra bella que construía, a sangre y fuego, y contra viento y marea, la triunfante Revolución Cubana, a pesar de los brutales ataques de toda índole provenientes del poderoso vecino del Norte y de la mafia miamense.

Desde las páginas de CubaLiteraria[2] u otros medios locales de prensa, he reiterado que los mejores conocedores de los componentes instintivo y espiritual del inconsciente freudiano[3], divididos o delimitados por una línea imaginaria que el homo sapiens suele violar sin tener plena conciencia de ello, no son los psicoanalistas con formación ortodoxa o lacaniana, sino los escritores y los poetas.

El autor de la novela Un rey en el jardín (Premio Nacional de la Crítica, 1983), corrobora esa afirmación, que no sólo procede de un crítico y periodista, sino de un psicoanalista con orientación ético-humanista[4], porque sólo un narrador de la talla excepcional de Senel Paz sabe escudriñar y develar qué se esconde en el componente instintivo del inconsciente freudiano de un adolescente, que acaba de descubrir los “misterios” de la vida sexual, y que, no obstante, forma parte de los vericuetos más enrevesados de esas oscuras regiones del psiquismo humano, donde sólo se oculta lo que nos acerca a la “bestia salvaje” que llevamos dentro. Además, sabe prever -como lo hiciera Sigmund Freud[5] en su momento socio-histórico- que en el inconsciente humano no sólo hay instintos salvajes ni bajas pasiones, sino también “un cielo con diamantes”, como lo hay en adolescentes como David.

Si usted, amable lector, quiere conocer los conflictos íntimos y vicisitudes sexuales de un adolescente que vivió en una época difícil, pero pletórica de ilusiones y de esperanzas, a la que los menos jóvenes le entregaron, gustosos, lo mejor de sí, le recomiendo la amena lectura de En el cielo con diamantes, de Senel Paz.


Notas:
[1]. Fernández García, Gerardo: Dramaturgia. Método para escribir o analizar un guión dramatizado. La Habana, Editorial Pablo de la Torriente Brau, 2007, pp. 84-104.
[2]. Dueñas Becerra, Jesús. “Pablo Neruda en Cuba y Cuba en Pablo Neruda”, en Incitaciones, en  www.cubaliteraria.com
[3]. Mannoni, Octavio: Freud. El descubrimiento del inconsciente. Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 1984.
[4]. Dueñas Becerra, Jesús: “¿Psicoanalista ortodoxo o humanista? Una opinión muy personal” en Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana. XLI (1), enero-abril, 2000, pp. 17-22.
[5]. Freud, Sigmund: Obras completas. Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1948 (3 t.). 

Jesús Dueñas Becerra - psicólogo, crítico y periodista
jesus@infomed.sld.cu
 

Publicado, originalmente, en la web de Cuba Literaria http://www.cubaliteraria.cu 

 

Link: http://www.cubaliteraria.cu/articulo.php?idarticulo=6122&idseccion=31 - La Habana, 17 de junio de 2009
 

En Letras-Uruguay ingresado el presente trabajo el día 11 de junio de 2015


Autorizado  por el autor, al cual agradecemos.

 

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