¡Eureka!, ¡tenemos Congreso!
Por Susana Dillon

De las instituciones que las sucesivas crisis y gobiernos autoritarios hemos padecido, con el rótulo de presidencialistas, sin duda la que quedó más maltrecha ha sido el Congreso, vale decir los que representan al pueblo, cerrado y con los congresistas dormidos pero cobrando sus suculentas dietas. La cosa era “no hacer olas”, de este modo los decretos fueron administrados por el Poder Ejecutivo a su antojo.

Para éstas, la ciudadanía, salvo contadas excepciones guardó silencio complaciente.

Así quedó despojada de uno de sus derechos fundamentales.

A lo largo de los años de Ejecutivos “fuertes” hemos tenido “diputruchos”, chequeras voladoras, tarjeteos y coimas bajo la mesa, para arrimar voluntades. Recordar: la flexibilidad laboral, ley discutida y nefasta, se sacó con estos métodos aún en vigencia. Podríamos hacer una larga lista de libertades conculcadas y de leyes de la dictadura aún en vigencia. Ningún congresista parece haberlo advertido, pero éste no es momento para la historia pasada, ahora tenemos un incendio que hay que apagar. El tema del agro, la resolución 125, el si vendemos las lecheras o sembramos más yuyos. Tampoco sacando gente a la calle, en tractor o al sonido de los 200 pesos por participante. Ya basta de este circo. Ya estamos conscientes que no eran para todos las cuatro por cuatro y los chacareros no ataban perros con chorizos en sus residencias palaciegas. Han ido apareciendo los bien disimulados pools de siembra, los que evadieron impuestos y amasaron fortunas mientras recibían del gobierno los subsidios que no les dieron a los chicos y medianos. Así quedó fundada una nueva y angurrienta oligarquía, mucho más esplendorosa que la que Roca obtuvo luego de la Campaña del Desierto, cuando liquidó a los ranqueles y de paso también exterminó por desidia y falta de médicos a los milicos de frontera.

Tuvieron que pasar más de 100 días para que se despertaran los que dormían placidamente en sus butacas, los elegidos por el pueblo para hacer oír su voz en defensa de nuestros intereses. Sabemos que no les resultó fácil recuperar el habla luego de tantos silencios… en medio del fragor de las discusiones tuvimos que oír las voces de los que encima le echaban nafta al fuego, tanto en las carpas festivas como en los sagrados recintos.

Observamos con mucha bronca cómo se la tomaron, a semejanza de un partido Boca-River, a ver quién metía más goles, en carpas de jeques petroleros cuando en el norte hay un cura que pide que le ayuden a dar de comer y vestir a los desnutridos. ¡Vamos, hay tantos chicos con pronóstico reservado, muertos por el paco, solos en su casa viendo el televisor con Tinelli baboso tras los culitos de las descerebradas, mientras el carnaval carpero muestra la otra cara del drama!

Con este resultado favorable a los chacareros, que dio el Senado, la pareja que manda tendrá otro argumento para prolongar esta aventura disparatada con escarches inventados para seguirnos mintiendo sin que les tiemble la pera? ¿Qué pasará con algunos senadores estrellas, esos que tienen estancias, empresas, ferrocarriles, subsidios regalados y exentos de impuestos? Y… ¿Con qué será premiado el ínclito Diputado Cantero después de su exitosa actuación? ¿Le darán un Ministerio?

Estamos avizorando que los de siempre, que somos los que pagamos los platos rotos de esta festichola tendremos que afrontar el temporal de las acusaciones de la pareja presidencial que son más bien provocaciones a quebrar la poca paz que conservamos gracias a nuestra tolerancia de ciudadanos que estamos en el medio de la contienda sin comerla ni beberla.

Para eso debemos estar alertas, seguir demandando lo que nos corresponde ya que ni Dios ni la Patria se ocupan de las sinrazones que nuestros representantes nos obligan a tolerar al son de que nosotros les delegamos el mando, para que luego ellos sean manoseados y presionados por el poder central.

¿Qué se ganó con la apertura del Congreso?

El que se pudiera discutir, el que el pueblo pueda al menos patalear y oponer ideas, reclamar derechos.

¿Qué se perdió?

La oportunidad de sacarse de encima resolución 125, principio y carozo de la crisis agraria de que hemos tenido.

El que quedarán al desnudo los flojos, los traidores al pueblo, los grandes obsecuentes; no hay más que mirar en los noticieros los que aparecen rodeando a la pareja presidencial festejando sus chistes y aplaudiendo frenéticos. (Aquí sí que por la plata baila el mono!!)

Algo para recordar: no los dejemos solos a la madrugada. La ciudadanía tiene que participar vigilando que no se conculquen sus derechos y cuando firmen algún papel, OJO con la letra chica.

Susana Dillon

sábado 19 de julio de 2008
Gentileza de "Ciudadanos autoconvocados de Río Cuarto"
http://ciudad4.blogspot.com/

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