Las tres muertes de Ignacio Míguenz
(Comedia Policial)
por Alicia Cruceira

Personajes

(Por orden de aparición)

 

Gregoria: mujer joven, mucama de los Míguenz.

 

Emilce: hermana menor de Gregoria, también es parte del personal doméstico de la casa.

 

Nélida: es la viuda de Ignacio Míguenz, mujer madura, una diva del cine en decadencia, con aires de gran señora.

 

Stella Maris, la doctora  Séller, abogada de la familia; mujer joven atractiva, muy ambiciosa.

 

La oficial Jolmes : muchacha joven, recién salida de la academia de policía

Un poco despistada, con afanes de desentrañar el “gran caso policial” de su carrera.

 

Susana Maldonado: mujer de mediana edad, ex asistente de Ignacio, esposa de Alfredo Maldonado.

 

Alfredo Maldonado: Hombre entre 45 y 55 años, esposo de Susana, aparenta ser enfermo del corazón.

 

Ignacio Míguenz: Hombre de mediana edad, al igual que Alfredo.

Primer Acto

Cuadro primero

 

La escena se desarrollará en la sala de una mansión ubicada sobre un risco, a la orilla del mar, sobriamente decorado. Un juego de living, un bar, un retrato de Ignacio Míguenz grande bien visible por el público con flores y unas velas por delante; y algunos muebles más, plantas, cuadros, etc. Las dos mucamas estarán en la sala, acomodando, limpiando, etc.

 

Emilce: -¡No me hago a la idea de que el señor Ignacio esté muerto!   Me parece mentira. ¡Te juro que lloré como una loca el día que la señora nos dio la noticia! La verdad es que yo hubiese querido que ella se tirara debajo de ese tren. ¡Vieja malvada! Estoy segura de que le hizo algún maleficio, o una buena brujería para que el señor tomara semejante determinación….

Gregoria: Callate, que las paredes oyen en esta casa. Además, que pavadas estás diciendo…El señor estaba muy triste en los últimos años, desde…

 

Emilce: ¿Desde cuándo?

 

Gregoria: Desde nada. No te importa.

 

Emilce: Mira que sos mala, eh…Primero empezás a hablar y después te callás. Siempre me haces lo mismo y me dejas con la intriga…Pero que la vieja es bruja , es bruja. Yo lo sé por que un día mientras limpiaba su cuarto encontré un muñequito de trapo, con una camisa de la misma tela que la camisa del señor, esa que compró cuando estuvo en París… (Su voz es misteriosa) ¿Y sabés que? Estaba lleno de alfileres negros y cintas rojas que le colgaban del alfiler que tenía pinchado en el corazón y…y…

 

Gregoria: Callate, nena, mirá que tenés imaginación. No te discuto que la señora Nélida no es como el señor Ignacio que siempre fue como un padre para nosotras. Él nos trató en todo momento con respeto, con cariño, nos permitió quedar nos en su casa cuando mamá murió, nos  ayudó con los gastos de tu escuela…pero de ahí a que sea una bruja echa y derecha…

 

Emilce: Vos no me querés creer, ¿Verdad? Pues sabelo bien, el muñequito ese, lo tenía escondido entre esas bombachas de seda que compró en su último viaje a Europa. Yo lo ví, y casi me muero del susto.

 

Gregoria: ¡Ahora me vas a decir que te asustás de un muñeco de trapo!

 

Emilce: No, del muñeco no, me dio impresión, eso es todo…El susto me lo dio la señora que entró a su habitación sin hacer un solo ruido y casi me pesca con esa porquería en la mano!

 

Gregoria: ¿Si? ¿Y vos que hiciste?

 

Emilce: Lo escondí más rápido de lo que se escapa una mosca de la mano. Pero no le gustó ni medio…Y me echó de la habitación de inmediato. Fue cuando me prohibió que limpiara  su habitación. Más vale, que yo me escabullí como una anguila y no aparecí más. Le tengo miedo y mucho más, desde que el señor Ignacio no está más.

 

Gregoria.-Así que ese había sido el motivo de que la señora me recargara a mí, con tu trabajo…Ya ves en el lío en el que pudiste habernos metido a las dos, de haberte descubierto hurgando en sus cajones. De ahora en más, mejor que no te hagas ver por la señora, menos en este momento, y más cuando volvamos a la capital, ya sabés que nunca estuvo de acuerdo con que el señor te recibiera en esta casa.

 

Emilce: ¡Uy!, Me parece que paró un  auto. Debe de ser ella que vuelve…

 

Gregoria: Sí, esta mañana salió temprano a cumplir con la última voluntad del señor, arrojar las cenizas en el mar, desde el torreón. ¡Pobre señor Ignacio! ( Se seca una lagrimita

Sale Emilce, entra Nélida, vestida de negro muy elegante, con sombrero, pañuelo de seda, cartera, etc. Trae en su mano una bolsa y dentro de ella el jarrón que contenía las cenizas de Ignacio. Está muy irritada  y ansiosa.)

 

Nélida:- maldita la hora en que a Ignacio se le ocurriera esto de las putas cenizas! ¡Casi me las trago cuando intenté tirarlas al mar! Tenía el viento en contra. (Se saca los accesorios. Se dirige a Gregoria)- ¿Alguna novedad? ¿Ha llegado la doctora Seller?

 

Gregoria: No señora, aún no ha llegado nadie, ni ha llamado nadie.

 

Nélida: Está bien, no hay apuro. Igualmente  la reunión por lo del testamento es mañana. (Se sienta) Traéme un whisky  en las rocas. ¿Y, tu hermana? ¿No estará haciendo algún daño por ahí no?

 

Gregoria: -no señora, está en la cocina ayudando a la cocinera.

 

Nélida- Bien, bien…Después de mañana, las cosas van a cambiar.

 

Gregoria- ¿Qué quiere decir señora?

 

Nélida- Quiero decir que vos sabes muy bien que la permanencia de ustedes dos en mi casa  se debió pura y exclusivamente a la caridad de mi marido, no a mi gusto, precisamente. Así que cuando yo pase a ser la única dueña y señora absoluta de los bienes de Ignacio, vos y tu hermanita saldrán ¡de patitas a la calle!

 

Gregoria- pero señora… ¿Adónde iremos? No nos ha dado tiempo de buscar otra casa en donde poder ir a trabajar…

 

Nélida- Ah, no me interesa. Eso es problema de ustedes dos, a mi me resbala. Y ni sueñen con una indemnización, porque si me hacen un juicio las acuso de ladronas, y no te quepa dudas de que tengo como probarlo…

 

Gregoria- No diga eso, ¡nosotras jamás le hemos tocado ni un centavo!

 

Nélida- Ah, ¿Si? Sin embargo, encontré a tu hermana revisando  mis cajones y mis armarios…

 

Gregoria- Señora… eso ha sido solo curiosidad de criaturas… ¿Le ha faltado algo alguna vez?

 

Nélida- No sé, no me he detenido a comprobarlo, pero a una persona tan adinerada como yo le es difícil saber

si le falta alguna cosita en especial. De seguro que algo me habrán robado, y si no me han robado, habrán pasado alguna vez por la cama de Ignacio, sino tu hermana, porque no creo que ese desgraciado tuviese esas inclinaciones, vos de seguro…

 

Gregoria- No me ofenda señora, no tiene derecho a decirme eso. El señor y yo jamás…al contrario siempre fue como un padre para nosotras.

 

Nélida- Callate, no te quiero escuchar más. Todavía sos personal de Ignacio, hasta que se lea el testamento. Además te ordené que me trajeras un whisky en las rocas y te has quedado ahí parada como una idiota defendiendo lo indefendible. ¡Apurate inservible! (Gregoria le sirve lo que pide, está llorando) Y encima sos capáz  de dejarle caer una lagrima o un moco. Salí, andate a la cocina que quiero descansar un rato… (Gregoria sale de escena. Nélida se queda sola. Suena un timbre din don,)- ¡No pretenderás que atienda yo! (Gregoria va a la puerta a atender. Vuelve con una oficial de policía que lleva unos papeles en la mano, y viene un poco agitada)

 

Oficial:- Buenos días señora, ¡Ay, que subida! ¡La Juki no está para estos trotes! Algún día manejaré una Ferrari como la de Don Johnson en “división Miami”.  Soy la oficial Jolmes, como el detective, pero  con “j” y con “e”. (Se la queda mirando con admiración y cholulez) ¡Ahhhh! ¡No lo puedo creer!!!!!!Si es la mismísima Nélida Barretz! ¡Yo he visto todas sus películas y sus telenovelas, me parece un sueño, usted es casi una leyenda viviente!

 

Nélida- (Con desdén e impaciencia) ¿Y qué la trae por aquí?

 

Oficial Jolmes- Ah, si. Me envía el comisario Inspector Ramírez de la Seccional de Investigaciones de Fraudes con una orden para retirar los libros de asientos de su esposo. Aquí tiene.

 

Nélida (leyendo la orden)- Sí parece en orden…Pero ¿cómo supieron que yo estaba aquí? Mi domicilio y el de mi finado esposo era en Capital. Además, supongo que lo que usted busca señorita, no lo va a encontrar en esta casa. Nunca me entrometí en los negocios de mi esposo, pero los libros comerciales han de estar con algún contador o algo por el estilo. ¿Para que los buscan, acaso Ignacio cometió algún delito fiscal? No se si sabe, pero él acaba prácticamente de morir se puede decir. Hace dos semanas se suicidó en Brasil. Acabo de arrojar sus cenizas al mar.

 

Of.Jolmes- Sí señora, lo sabemos, salió en todos los diarios y en las revistas de cine y TV. Yo lo sé por que soy muy cholula y adicta a ellas. Es que antes de ser policía yo quería ser actriz. Tengo dotes para eso, pero me faltó la oportunidad, o mejor dicho lo que me faltó fue, apoyo, que sé yo. Pero mire, le puedo recitar el parlamento de Ofelia en Hamlet, que hice en el secundario del pueblo…

 

Nélida- Está bien, señorita, esto no es un casting. Le recuerdo que vino a buscar los libros comerciales de mi esposo y no tengo idea de donde o quien los puede tener…

 

Of.Jolmes- Ah, claro, me olvidaba. Recibimos una llamada anónima que nos informó que los susodichos están ocultos aquí, (mira la sala, la recorre) Sí, ¡ésta debe ser la sala que mencionó la persona del anónimo, sí aquí mismo! (revisa la biblioteca los cajones de alguna mesita) Sí, el mensaje decía que estaban , ay,¿Dónde decía que estaban? Esta memoria… Ah, ya sé, ya sé. Era debajo de los almohadones de un  sillón,  aquél. Sí, me acuerdo porque en la novela Rosaura la  indomable, en la que trabaja esa cantante mejicana tan linda…había un sillón igual a ese, y yo pensé, el del anónimo debe ser como… (Saca los almohadones y los encuentra). ¡Bingo! Así dicen en las series policiales norteamericanas de TV. ¿Vio que le dije que estaban acá? ¡El del anónimo estaba en lo cierto!

 

Nélida- estoy sorprendida. No entiendo nada… ¿Y para qué puede querer la policía los libros de mi marido?

 

Of.Jolmes- Pero señora… ¿usted no sabía que su marido era buscado por la INTERPOL?

 

Nélida-¿La INTERPOL? Usted está loca…Por que querría la INTERPOL buscar a mi marido, un reconocidísimo productor de cine y TV, a veces guionista de mis películas, no entiendo…

 

Of.Jolmes-Mire, eso es secreto de sumario…Pero lo que puedo decirle es que parece que su marido era peor que Leonardo Di Caprio en la película con Tom Hanks, esa que falsificaba cheques y se vestía de piloto…Tan lindo, con esa carita de bebé, ay papito santo me lo como, todo…Perdón. Se dice que el occiso le firmó unos cuantos cheques y documentos medio truchos, y esas cosas a unos banqueros de Europa y…Ya sabe… ¿ o no sabe? Pobre. Enterarse de eso ahora de viuda… ¡Uy!, disculpe, ¡que burra! No le di mi más sentido pésame. (Se da cuenta de que ha hablado un poco de más y trata de arreglarlo) Bueno, el negro le queda “Pintadito”.  Me tengo que ir. (Saca unos papeles de un bolsito y se los extiende a Nélida) Necesito que me los firme acá, acá y (saca una libretita) Y acá también.

 

Nélida- ¿Esta libreta también? ¿Qué es todo esto?

 

Of.Jolmes- Los papeles son los recibos de que me entregó los libros, como no tengo carbónico, le doy para firmar los dos, y la libretita es mí, es un autógrafo para mi colección, ¿no le molesta verdad?

 

Nélida -(fastidiada) no, claro que no. ¿Ya está todo listo? Estoy ocupada así que le pido que me disculpe y se retire. (Se escucha un trueno, se ven unos relámpagos y se oye un aguacero tremendo) ¡Qué mala suerte! Lluvia, ¡justo ahora! Con los caminos que se anegan en un rato… ¿Y usted en qué anda?

 

Of.Jolmes- Yo vine en la motito…Y la verdad es que no me animo a salir con este vendaval. ¡Qué macana! ¿Le sería mucha molestia si espero en la cocina aunque sea hasta que pare un poco?

 

Nélida- No claro que no. Sería inhumano dejarla salir con este terrible aguacero. ¡No quisiera llevar sobre mi conciencia la muerte de un policía! Vaya, dígale a mis criadas que le sirvan algo mientras tanto…

 

Of.Jolmes- Gracias señora, es usted muy amable… (Sale de escena. Nélida queda sola en la sala, camina de un lado al otro, trata de hablar por teléfono pero comprueba de que la tormenta ha cortado las líneas. Se escuchan unos bocinazos. Entra Gregoria a escena y le anuncia que alguien ha llegado)

 

Gregoria- Señora, ha llegado alguien…

 

Nélida- ¿La doctora Séller?

 

Gregoria- No, es la señora Susana Maldonado.

 

Nélida - ¿Quién? ¿Susana Maldonado? Y ¿Qué demonios hace esa mujer en este lugar? ¿Quién diablos la invitó a la reunión?, porque no cabe duda de que debe de haber venido a la reunión.

(Susana entra en escena)

 

Susana.- No se de que reunión hablás, pero lo cierto es que estoy aquí porque recibí una citación de tus abogados.

 

Nélida -Entonces tenemos que hablar.

 

Telón rápido

 

 

Segundo cuadro

 

Las mucamas han regresado a limpiar la sala, acaba de llegar la doctora Séller con un maletín en la mano y otro bolsito de mano. Entra en escena Nélida y se saludan.

Nélida - Stella Maris, creí que nunca llegarías. Tu teléfono no contestaba y aquí han sucedido cosas…Ha llegado Susana Maldonado, la ex asistente de Ignacio y no entiendo por qué la han citado a esta estúpida reunión que bien podría haberse llevado a cabo en tu estudio de la Capital!

 

Stella Maris- Tuve un viaje atroz con esta lluvia. Hice una parada en el camino, hasta que parase un poco la tormenta ¿Qué querías? Además la idea de la reunión en esta casa fue de Ignacio, fue explícito en su última voluntad.

 

Nélida - está bien, ponete cómoda, pero explicame algo, ¿Por qué la mosquita muerta de Susana está acá? ¿Es que acaso el muy maldito difunto esposo mío le dejó una migajita de su enorme fortuna como agradecimiento a sus “servicios prestados” en el pasado?

 

Stella Maris - Mirá Nélida, justamente de eso teníamos que hablar… Susana Maldonado está acá porque  Ignacio…

 

Nélida - ¿Ignacio qué?

 

Stella Maris - Bueno, yo no debería decírtelo…Es secreto y parte del testamento…Pero, no puedo ocultártelo.

 

Nélida - Ocultarme ¿qué?

 

Stella Maris - Ignacio la nombró su heredera universal.

 

Nélida -¿Qué Ignacio que????? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡No!!!!!!!!!! Esta es la peor broma que me han hecho en toda mi vida. ¿De qué se trata? ¿Es una broma para Tinelli?

 

Stella Maris - Lo siento mucho, Nélida… Pero ella está aquí porque en dos meses se transformará en la única heredera de tu esposo, bueno de tu compañero, porque recordá que no estaban casados legalmente…

 

Nélida - ¿No podemos hacer algo para evitar ese, ese, atropello?

 

Stella Maris - La única solución es que ella renuncie a la herencia, y aún en ese caso, tampoco pasaría a tus manos.

 

Nélida -¿Cómo que no? ¡Maldito sea una y mil veces! Hace unos años hicimos un documento en el que si él moría todo pasaría automáticamente a mis manos o a los de mis herederos. Lo mismo si era yo la que moría, lo mío pasaría a sus manos o a los de sus herederos. ¿En qué momento el muy hijo de…cambió su parte?

 

Stella Maris - Lo hizo el año pasado, cuando empezó a sentirse mal.

 

Nélida - ¿Y cómo no me lo dijiste? ¡Traidora!

 

Stella Maris - Pero Nelly, entendeme, él estaba vivo y era quien me pagaba… No podía decírtelo, por ética profesional…

 

Nélida - Claro, claro…Pamplinas…- Se pasea nerviosa por la sala, parece un gato enjaulado- Si no es para mí, tampoco será para esa arribista de cuarta. ¡Gregoria! ¡Gregoria!-Entra Gregoria- Llevá a la señorita Séller a su cuarto y llamá inmediatamente a la señora Susana para que me vea aquí en la sala. Ya va a ver esa chiruza…

 

Gregoria:- Sí, señora, enseguida. Por aquí señorita por favor…

 

Nélida - ¡Esa maldita, no sólo me robó el amor de Ignacio, sino que también ahora planea quedarse con lo que me pertenece! Ya va a ver…

 

Susana:-¿Me mandaste a llamar? Aquí estoy.

 

Nélida - ¿Y tu esposo, cómo está? Supe que estuvo un poco delicado…

 

Susana - Alfredo está mejor. Gracias.

 

Nélida - vayamos al grano. Y a propósito, no te ví en el funeral…

 

Susana - No me viste, pero estuve, desde lejos.

 

Nélida - Qué  conmovedor! Saquémonos las  caretas de una vez…

 

Susana - No te entiendo, Nélida…

 

Nélida - No te hagás la inocente. Se muy bien que fuiste una de las tantas amantes de Ignacio. Porque no te vas a creer que fuiste su único y gran amor…Lo sé todo. A decir verdad siempre lo supe. Era un secreto a voces. Lo único que no entiendo es cómo fue que Alfredo nunca se enteró, o se enteró y es un cornudo conciente?

 

Susana -No te permito. Lo mío con Ignacio…

 

Nélida - No trates de negarlo, querida, ya te dije que siempre lo supe, además Ignacio me dejó una carta confesándomelo todo. Está de más que me lo niegues…El punto es que debés de haberlo dejado muy contento porque no tuvo mejor idea que nombrarte su heredera, me imagino que ya lo sabías…

 

Susana -No sé de qué estás hablando…Yo su heredera… Imposible, si hace años que no he vuelto a verlo… ¿Por qué haría algo así?

 

Nélida - Para arruinarte la vida supongo, porque qué crees que pensará tu marido si se entera que tu ex jefe te nombró su única heredera?

 

Susana - No sé… tal vez nada. Alfredo nunca sospechó nada.

 

Nélida - Entonces que te parece que podría pasar si “alguien” le dijese que  entre Ignacio y vos hubo algo mucho más intenso que una mera relación profesional? Y para tu información, tengo pruebas, fotos, filmaciones que mandé a hacer cuando descubrí su traición…

 

Susana - Y qué querés de mí?

 

Nélida - Si renuncias a la herencia podés contar con mi silencio, porque he sabido que un disgusto así podría matar a tu marido, por lo de su enfermedad, digo. ¿No fue por eso que cortaste con Ignacio? Siempre tan abnegada y sacrificada! ¡Sacrificaste tu amor por Ignacio a cambio de la salud de Alfredo, por no herirlo, o para no cargar en tu conciencia con la muerte de ese pobre inocente…

 

Susana - Si es la plata lo que querés ya mismo te firmo lo que sea. Lo único que me afecta en este momento es la muerte de Ignacio, cosa que a vos no parece afectarte.

 

Nélida - No te creas, queridita, he llorado un poco por eso. Ah, otra cosa, ya que te guardo tu secretito, vos vas a guardarme otro, ¿si?

 

Susana -¿De qué hablás?

 

Nélida - Sabrás que hace un poco más de un año, viajé a las Filipinas…

 

Susana -¿Y con eso?

 

Nélida - Un naturista, un médico o algo así, me vendió unas gotitas maravillosas… Si una está muy ansiosa ,

una gota cada dos o tres días, te deja de maravillas, una todos los días te hace dormir 12 horas y una gota disuelta en alcohol cada tanto te deprime tanto que al poco tiempo te dan ganas de suicidarte…

 

Susana - Qué querés decir? ¿Qué tuviste que ver con la muerte de Ignacio?

 

Nélida - El secretito que te comparto es que, digamos, lo ayudé un poco a tener la idea de tirarse bajo un tren…¿Me entendés? Ahora que lo sabés sos mi… ¿Cómo dirían en una policial? Mi cómplice.

 

Susana - estas completamente loca…

 

Nélida – Puede ser… Pero seré una loca con dos millones de euros en mi cuenta bancaria. Pensalo bien, y mañana por la mañana cuando nos reunamos para leer el testamento ya sabés lo que tenés que decir…

Sale Nélida de la sala. Susana se queda mal. Entra Emilce con temor pero al ver a Susana sola, se anima y se acerca.

 

Emilce:- Señora, señora…

 

Susana -¿Sí?

 

Emilce - Afuera hay un señor que dice ser su esposo, lo hago pasar?

 

Susana - ¿Alfredo?-extrañada-¿Pero como es posible? Sí, si claro hacelo pasar por favor…

 

Sale Emilce, entra Alfredo.

 

Alfredo-¡Que diluvio!

 

Susana - ¿Alfredo que haces acá? Creí que habíamos quedado en que me esperarías en el hotel… mañana por la tarde yo regresaría…

 

Alfredo - ¿Te molesta que haya venido a acompañarte? No quise quedarme solo en ese hotelucho…Además me moría de la curiosidad por saber qué te había dejado Ignacio en su testamento…En este momento en que estamos pasando semejante situación económica, un reconocimiento a tu fiel labor de tantos años no nos vendría nada mal…Y con esta salud mía que me impide trabajar como es debido…-(tose o algo así, en realidad se hace la víctima-

Susana se desploma en un sillón y rompe en llanto).

 

Alfredo -Qué te pasa querida, por que te ponés así…

 

Susana - No puedo más, no puedo más.

 

Alfredo - ¿De qué hablás? No entiendo ni una palabra…

 

Susana -No importa, vení que te muestro la habitación que me dieron. Subí y cambiate de ropa, te va a hacer mal quedarte así.

 

Alfredo -Sí, si, pero esperá un poco. Me preocupa verte así. Siento que algo grave te está pasando y no te animás a decirme…

 

Susana -No pasa nada ¿qué decís? Andá a cambiarte por favor

 

Alfredo - No sabés mentir. Seguro que no pasó nada con Nélida? Sí, debe ser eso, algún problema con Nélida. Esa mujer nunca te quiso, siempre fue como si te tuviese celos…

 

Susana - ¿Celos? (Se  pone inquieta, nerviosa, siente que Alfredo puede estar llegando al punto intocable)-Por favor…

 

Alfredo - Sí, celos. ¿Por qué no habría de sentirlos? Vos sos una mujer atractiva, inteligente, Ignacio, un casanovas, un picaflor, un don Juan un mujeriego empedernido…Después de todo no sería tan descabellado que ella hubiese creído hace unos años atrás cuando vos eras su secretaria que entre ustedes…(Se detiene como si cayera en la cuenta de la verdad) Un momento…¿Por qué no? Vos estabas rara, lejana, distante. Nosotros estuvimos a punto de separarnos, y…

 

Susana - Alfredo, basta, por favor…

 

Alfredo -Entonces… Mirá como te ponés… (ella se restriega las manos, él ha descubierto su secreto, se siente mal). Mirame,- la toma de un brazo- miráme te digo. Así que Ignacio fue tu amante, o mejor dicho, vos la amante de Ignacio, o viceversa. Me pusiste los cuernos con él, ¿verdad?

 

Susana - ¡Basta! Esto ya no tiene sentido. Lo que pasó, ya no importa.

 

Alfredo - Claro, no importa porque vos no sos la huampuda!

 

Susana - No digas pavadas. No te queda bien hacerte el indignado, te olvidás de las veces que tuve que hacer la vista gorda con tus amiguitas del  teatro, las secretarias de tu vieja empresa, etc. etc.

 

Alfredo - Vos también traés el pasado al presente. Hoy por hoy, sólo soy un pobre enfermo en bancarrota, y encima carnudo!

 

Susana - Bueno, el hecho es que Nélida me extorsionaba con decírtelo a cambio de que renunciara voluntariamente a la herencia de Ignacio. Ahora no tengo que luchar con eso. Puedo decirle abiertamente a esa bruja: “Quedate con tu dinero, metételo bien en lo profundo del culo, yo no me llamo una herencia”. Tengo dignidad. Porque me imagino que estarás de acuerdo conmigo que no debemos aceptar el dinero de Ignacio.

 

Alfredo -Por supuesto. Yo también tengo dignidad. Encima de que me coronó, no le permitiré aunque esté muerto que me adorne con unos pocos pesos.

 

Susana - Bueno, no son unos pocos pesos. Son dos mil…

 

Alfredo- ¿Por eso? ¡Por dos o tres mil pesos roñosos no voy a vender mi honor!

 

Susana:-Son dos millones.

 

Alfredo -A la mierda!. Dos millones de pesos! Eso cambia la cosa…Viéndolo de esta manera, él me hizo cornudo pero yo me vengo,  disfrutándole la guita.

 

Susana - Dos millones de euros.

 

Alfredo -La puta madre! Vamos carajo todavía! Dos palos del viejo mundo, me cago y me recago! –Se muestra súper eufórico.

 

Susana - Entonces todo eso de la dignidad, del honor, de los cuernos…

 

Alfredo - Cuernos, ah, sí, yo me olvido de los cuernos. Pero, si lo disculpo, es por que al fin y al cabo, me puso los cuernos, ¡pero de oro!

(Ella se queda pasmada e indignada.)

 

telón rápido

 

Segundo acto 

Primer cuadro

 

Nélida  está en la sala, junto a  Stella Maris, Alfredo y llega Susana. Cada uno en lo suyo, uno lee, otro mira por la ventana. Entra Gregoria y anuncia que estará la cena .

 

 

Gregoria- En 1 hora  estará la cena.(sale de escena)

Nélida - Ya que estamos todos, sería interesante que charláramos un poquito del tema que nos ha traído a este lugar. Espero que no sea algo en contra de la Ley, o sí Stellita?

 

Stella Maris - Bueno, en realidad, Ignacio no dejó estipulada una hora específica para la lectura del testamento, y como bien decís, están todos los herederos presentes…Podríamos ganar tiempo y mañana estaríamos partiendo a nuestros respectivos lugares de residencia…Si todos están de acuerdo…-Mira a todos-

 

Susana- Yo quiero acabar con esto de una buena vez.

 

Stella Maris - Bueno, entonces voy a buscar mi maletín- Se levanta sale unos momentos de la escena. Nélida se le acerca a Susana que está junto a la ventana y le dice en un aparte:

Nélida - Me imagino que habrás tomado una decisión sabia…-(Alfredo que ha escuchado el comentario de Nélida, la corta en seco)

 

Alfredo - Mi querida Señora, Susana me lo ha dicho todo, no hace falta que la presione de esa manera… (Se acerca a S. Y la abraza)

 

Nélida - ¿Todo? No lo creo. ¿Todo con lujo de detalles? Porque si quiere, tengo fotos, algunas muy interesantes…

 

Alfredo - No es necesario. Mi esposa me ha confesado acerca de su desliz con Ignacio, y yo la he perdonado, como corresponde a un hombre hecho y derecho. Ella fue al fin y al cabo, una víctima más de este...

(Mira despectivamente el retrato sonriente de Ignacio) Casanovas!

 

Nélida - Ah, ya veo. Le contó la versión de la damita seducida por el desaprensivo caballero… Hay imágenes de ellos juntos que no parecen decir la misma versión… O será acaso  que lo han conmovido los dos millones?

 

Alfredo - ese es un tema que no discutiré con usted, señora- Entra en escena Stella con el maletín y unos libros

 

Stella Maris - Procedamos a la lectura del testamento. Hay que llamar a las chicas, las mucamas.

 

Nélida - ¿Para qué? ¿Querés tomar algo?

 

Stella Maris - No. También son herederas.

 

Nélida - Pero esto es el colmo! ¡También heredó a las muertas de hambre esas! Espero que haya sido generoso conmigo, porque si no…sino… (Mira el retrato) te prendo fuego!

 

Susana - Tarde. Ya lo quemaron en Brasil, y tengo entendido que te deshiciste de sus cenizas esta mañana…

 

Nélida - Callate, ¿quién te habló?, ¡oportunista!

 

Stella Maris - Por favor señoras, no discutan y llamemos al personal. (Llaman a Gregoria y a Emilce, quienes rápidamente entran a escena y se ubican en un rincón de escenario)

 

Stella Maris -leyendo el testamento-A los veintitrés días del mes de  

 

Nélida -Impaciente- Rápido, rápido, obviemos los detalles técnicos y vayamos al grano.

 

Stella Maris - ¿Está bien? – Todos asienten con la cabeza- Prosigamos.”A Gregoria y a Emilce, mis dos hijas del alma, les dejo 20.000 dólares en una cuenta que les he abierto recientemente, para que compren lo necesario para comenzar una nueva vida, porque muerto yo, estoy seguro de que Nélida las correrá de la casa…

 

Nélida - ¡Generoso con las mosquitas muertas! ¡Claro que las corro, claro que las corro a tus protegidas!-mirando al retrato y a las chicas que se acobachan  y se secan unas lagrimitas.

Mas te vale que te portes bien conmigo hijo de una gran perra!

 

Stella Maris - ¿Puedo continuar?

 

Nélida - Sí, perdón.

 

Stella Maris -  A mi compañera y pareja de tantos años, Nélida Filomena Colombo, conocida como Nélida Barrets,

 

Nélida -indignada- ¡desgraciado! Sabía que no me gustaba el nombre Filomena!

 

Stella Maris - decía, a Nélida, mejor obviamos el segundo nombre y el apellido, le dejo:- Nélida se restriega las manos neviosa y ansiosa- la casa de Villa Carlos Paz y el auto francés…

 

Nélida - ¡La casa de Carlos Paz, se la regalé yo! Y el auto francés… ¿cuál es el auto francés?

 

Stella Maris - “El citroen 3cv modelo 72 que se usó en la película “Gente de Barrio” y que está arrumbado en el galpón de los estudios “Cóndor”. Si es que todavía está en pie.”

 

Nélida -¡No!!!!!! ¡Si sos un hijo de puta! Desgraciado, espero que haya algo más…

 

Stella Maris - No. Nélida, lo siento. No hay más.

 

Nélida - (le da un patatús, muy actuado muy típico de ella)-Ah, ah, me falta el aire, me ahogo, me muero- Se arroja al retrato,- te mato, te mato.

La agarran entre todos para evitar que rompa el cuadro, se produce una situación grotesca.

 

Stella Maris - Basta! Así no podemos continuar!-N. se calma y se sienta de nuevo en su lugar, llora con mucha bronca.- Prosigo con la lectura. “ a la única mujer que he amado en toda mi vida, a la única que pudo romperme el corazón al punto que por no tenerla entre mis brazos he decidido que en algún día no muy lejano acabaré con mi vida; le dejo los dos millones de Euros, más todas las propiedades en Argentina y en el exterior, los autos importados, las joyas de las diferentes cajas de seguridad de los bancos suizos , las obras de arte, en fin todo, todo lo que he tenido en esta vida, porque ella me dejó sin lo único que realmente me importaba, mi alma. Susana Maldonado, te dejo todo lo mencionado”

A cada momento de la lectura Alfredo se alegrará, aunque se mostrará a veces un poco molesto por las expresiones de Ignacio hacia su esposa, pero Nélida estará muy furiosa-

 

Stella Maris - Si Susana no acepta, renuncia voluntariamente, o sucede algo que manche su moral y ponga en tela de juicio su honrosa persona, todo lo que le he heredado pasará a manos de la “Fundación para la lucha contra el dolor de la muela del Juicio” Prosiguen unas consideraciones sin importancia y las firmas correspondientes.

 

Nélida -¡Yo no firmo nada! ¡ No quiero nada de esa mierda! ¡Al menos me quedan mis propios millones!

 

Stella Maris - Que pasarán a manos de la heredera universal de Ignacio, o a la fundación,  si algún día te pasa algo, y esa cláusula es inamovible.

 

Nélida -Esto es el colmo, están todos contra mí! ¿Qué harán ahora, matarme?

 

Telón rápido

 

 

Segundo cuadro 

 

La sala está en penumbra, se ven refucilos, se escuchan truenos, se ilumina la sala cada tanto. Se ha cortado la luz y entran a escena Gregoria, Emilce y la Oficial Jolmes.

 

Oficial Jolmes -¿Están seguras de que su jefa no les va a decir nada de que me quedo a dormir acá?  La verdad es que salir con la Juky con este aguacero y barranca abajo… Ni en mis peores pesadillas. Además ya le avisé al comisario y a mi mamá, para que no se preocupe.

 

Gregoria- No te hagás problemas Melina, al lado de nuestro cuarto hay otro de servicio que nunca se usa. Además, tengo un mal presentimiento. Hubo tanta pelea en lo del testamento, que temo por la vida de alguien…

 

Oficial Jolmes - Para tanto? Bueno, no teman, aquí está la Ley y el Orden.-Hace juego con la pistola, chista la música de Misión imposible, se trepa a los sillones como buscando a alguien .

 

Emilce- Pará, pará, mirá si entra la Patrona y te pesca pisándole los sillones.

 

Gregoria- Acá está todo en orden, como casi nadie cenó, no tenemos mucho más que hacer, Voy a preparar varias velas por si la luz sigue cortada toda la noche, vamos…-(Emilce hace el amague de salir pero se queda sacando unos bombones de la caramelera que está encima de una mesita, cuando escucha pasos y se esconde detrás de los cortinados. Entra Nélida)

 

Nélida- Me muero de hambre, mejor me voy a la cocina, a ver si están esas inservibles para que me hagan un sándwich o algo…Ahora me tomo un trago- Esta noche me pone la piel de gallina, que lluvia, que tormenta!

Entra una sombra con capucha y la golpea en la cabeza, Nélida cae sobre el sillón inconsciente o muerta. La sombra se acerca al cuerpo pero se escuchan pasos, Susana está entrando en la escena.

 

Susana - Nélida, Nélida, estas acá? Tenemos que hablar. Lo de hoy fue muy feo. Que raro, me pareció que la había escuchado salir de su cuarto y venir a la sala. Que oscuro está esto, es una noche tétrica.- Mira hacia el sillón  y descubre el cuerpo de Nélida.- Nélida, Nélida, que te pasó? Le toma el pulso y descubre que está muerta.- Ah, no es posible,- levanta la vista y de pronto un relámpago ilumina la silueta de un hombre parado junto a la ventana es Ignacio

 

Susana - ¡Ignacio!- grita y cae desmayada al piso- Se oscurece todo. Ignacio desaparece y entran dos personas encapuchadas y se llevan el cuerpo de Nélida fuera de la escena. Entran a la escena Gregoria y Emilce sale de su escondite. Vuelve la luz.

 

Gregoria-¡ Es la señora Susana! Se ha desmayado. Pobre, tanto stress. Ya viste, fue el gran amor del Señor Ignacio.

 

Emilce- ¿Eso era lo que lo tenía triste? Y yo que creía que la bruja le había hecho un “gualicho”.

 

Gregoria. Llamemos al señor Alfredo para que la asista. – Entra Alfredo,  se acerca a Susana-

 

Alfredo - Susana, Susana que te pasó, querida?- S. se recupera, vuelve en sí

Susana - ¿Donde estoy, que paso?

 

Alfredo - No sé que te pasó, te desmayaste, parece…

 

Susana - Pasó algo…No sé, no puede ser. Debe de ser esta noche lluviosa, el corte de luz, estoy muy tensa…

 

Alfredo - Yo también, no te creas que me puso muy feliz la declaración de amor de tu finado amante! No sé de qué se ríe el hijo de puta-mira hacia el retrato sonriente de Ignacio y luego hacia Susana que se ha agachado a buscar algo y le apunta con su cola- Bueno, sí se de que se ríe, el muy baboso!

 

Susana - Bueno, Alfredo, ya basta, ¿te crees que yo estoy bien con todo esto? Si acepté la herencia fue porque vos me lo pediste, no porque me interese ser millonaria. Pero no me faltan ganas de rechazar todo y punto y aparte.

 

Alfredo -¿Qué decís, estás loca?

Entra Gregoria ofreciéndoles algo para tomar.

 

Susana -¿Dónde está la señora Nélida?

 

Gregoria- Acabo de escuchar el ruido del agua de la ducha de su habitación al pasar por el pasillo de los cuartos. Imagino que se está bañando. Voy a volver para ver si necesita algo, no sea que se enoje por que no voy.

 

Susana - Sí, es una buena idea, todos estamos muy tensos esta noche!

Sale Gregoria. Al cabo de unos segundos se escucha un grito en la cocina.

 

Alfredo -¿Qué ha sido eso?

 

Susana - Un grito, parece de la cocina. –Entra Emilce un poco alterada-

 

Emilce- Mi hermana, dónde está?-Se escucha otro grito, supuestamente desde la habitación de Nélida. Entra Gregoria asustada-

 

Gregoria. – ¡Auxilio!, ¡ayuda! La señora Nélida, La señora Nélida!

 

Susana - ¿Qué  pasó? ¡Hablá!, ¡habla!

 

Gregoria. Creo, creo que está, que está!

 

Alfredo y Susana.:- ¡Que está qué!

Se corta la luz y en medio de un relámpago Gr. Grita:

 

Gregoria.-Muerta!

 

Susana - ¿Qué?

 

Alfredo -¿Muerta? Cómo es posible!

Entra la oficial abrochándose los pantalones y acomodándose la ropa, en realidad está buscando a las muchachas por que está muerta de miedo con tanto relámpago, gritos y truenos.

 

Oficial Jolmes.- Muerta, quién está muerto?- Se abraza al primero que encuentra a mano. Vuelve la luz- No hagan esos chistes che…

 

Gregoria. – No es ningún chiste, Meli! Menos mal que vos estás acá, vení vamos a la habitación de la señora y decime si está…muerta…

 

Alfredo -Qué tragedia! Que espanto! Me quiero ir de acá inmediatamente!

 

Oficial Jolmes - Irse, ahora con este aguacero! Usted no sabe lo que dice! Además, en el manual de procedimientos dice bien clarito que si aparece un occiso cadavérico, nadie se mueve del lugar del crimen!

 

Alfredo -Y esta loca quien es?

 

Oficial Jolmes - Más respeto, señor, está hablando con la autoridad! Soy la Oficial ayudante Melina Jolmes, como Sherlock, pero con J y la “e” se pronuncia, caballero. Ah, y como dice el Manual, las preguntas las hago yo! –aparte-Toma, chupate esa mandarina.

 

Susana - Y qué hace una policía en esta casa, si se puede saber?

 

Oficial Jolmes - Por supuesto, vine por un procedimiento policíaco esta mañana pero debido al fuerte temporal he debido quedarme in situ, porque mi medio de transporte no responde en medio del agua…

 

Susana -No le entiendo ni una palabra…

 

Oficial Jolmes - Quiero decir que si a la Juky se le moja la bujía…No va ni pa’tras.

 

Gregoria.- Por favor oficial, acompáñame a ver a la señor

 

Oficial Jolmes - pero Gregoria… ¡Si  el único muerto que vi en mi vida fue a mi bisabuelo Camilo y yo tenía 5 años! ¡Qué se yo de occisos y cuerpos de víctimas!

 

Alfredo -¿Pero no es policía usted acaso, no acaba de decirlo?

 

Oficial Jolmes -¡Claro que soy policía, pero desde que me recibí, no hice otra cosa que llenar formularios y escribir a máquina!

 

Gregoria -tomándola de un brazo-Vení de una vez y dejate de tantas vueltas…-Salen de escena, quedan solos Alfredo y Susana.

 

Susana - esto es muy extraño…Yo la ví en este sillón antes de desmayarme…

 

Alfredo -¿Qué decís? A quién a Nélida?- Imposible, si se estaba bañando…

 

Susana - No sé, no sé… estoy confundida…-Entran Gregoria y la Oficial-

 

Oficial Jolmes:- Decididamente, está finada, finada, la occisa. No hay duda , se ha resbalado de la bañara, y el golpe la ha –hace el gesto de muerte- He tratado de comunicarme con el comisario pero las líneas están muertas…Ni el celular me anda, bueno la verdad es que no tengo tarjeta…

Entra a escena Stella Maris

 

Stella Maris -Preocupada- Pero qué son esos gritos, acabo de despertarme, estaba profundamente dormida y de pronto, el barullo, el caos… ¿Dónde está Nélida?

 

Susana - Abogada, Nélida está muerta…

 

Stella Maris - Muerta, pero ¿qué está diciendo? Es imposible, si estaba perfectamente en la cena… Bueno, un poco alterada, pero no se veía enferma para nada…

 

Oficial Jolmes - No murió por enfermedad, señorita… Tuvo un accidente.

 

Stella Maris - ¿Y usted quién es?

 

Oficial Jolmes - Soy la oficial Melina Jolmes, como…, bueno, con J y con e.

 

Stella Maris - ¿¿¿Policía??? ¿Y qué hace aquí?-Se muestra visiblemente nerviosa y alterada- ¿Y quién llamó a la Policía? ¿Cómo llegó hasta acá si recién acaba de morir Nélida y con este temporal???

 

Alfredo -trata de calmar a Stella M.-Señorita, cálmese, está nerviosa…-se la lleva aparte.

 

Oficial Jolmes - No veo porqué tanto nerviosismo si sólo se trata de un accidente, un funesto suceso, un claro designio nefasto del destino final de la pobre señora diva…

 

Telón corto

 

 

Tercer cuadro

 

Susana está sola  en la sala, la tormenta sigue, los demás se han retirado cada uno a sus habitaciones. S. no está segura de lo que parece haberle ocurrido a Nélida, se pasea de un lado al otro, de pronto alguien le arroja un sobre con un papel adentro. Ella se agacha a levantarlo, mira hacia todos lados, pero no ve a nadie. Abre el sobre y lee el papel en voz audible. Se queda estática.

Susana -“No te asustes, Susanita, no te desmayes otra vez, no es cierto que estoy muerto, es un engaño para la INTERPOL , I .M.” ¿Pero qué broma de mal gusto es esta?

 

Ignacio- Ninguna broma, amor mío. Soy yo.

(Susana retrocede asustada, pero esta vez no se desmaya).

 

Susana - Esto es un sueño, esto es irreal, no está pasando, no está pasando…

 

Ignacio-Sí, está pasando y soy real- se acerca a ella y la toma de los brazos- No he muerto, lo he fingido todo

para recuperar los bienes que la policía me congeló cuando descubrieron lo de la estafa al banco suizo.

 

Susana - Esto e una locura…Como pudiste hacer tal cosa…

 

Ignacio- Lo del banco,

   

Susana - No, fingir tu propia muerte, descarado, insensible. Sos    un tremendo egoísta, nunca pensaste en nadie más que en vos

 

Ignacio- Y en vos…

 

Susana - Callate…-se suelta- ahora entiendo…asesinaste a Nélida, no….sos un asesino!

 

Ignacio- No, no, no fui yo, te lo juro…

 

Susana - ¿Y quién sino, a quién le convendría más que a vos, que Nélida muriese?

 

Ignacio- Te lo juro, no tengo nada que ver. Aunque hubiese tenido mis buenos motivos…Sé que te contó que quiso envenenarme con esas gotitas filipinas…Bruja malintencionada. Me decía que las tomara porque eran diez veces mejor que el Viagra. Menos mal que yo nunca le hice caso, no fuera a ser cosa que quisiera las alegrías de mi parte, y yo ya no la toleraba más, no después de haberte conocido a vos…

 

Susana -estás mintiéndome… Quién, entonces eliminó y por qué a Nélida. Si se descubre que no fue un accidente, la principal sospechosa sería yo…-Se escuchan unas voces, Ignacio desaparece por la puerta lateral-

   

Oficial Jolmes :-¿Todavía levantada señora? Bueno, la verdad es que nadie podrá dormir esta noche, menos con el fiambre en el cuarto principal, digo con el cadáver de la occisa finada…

 

Susana - Oficial, dejeme decirle que acá pasa algo raro…

 

Oficial Jolmes:- Porque lo dice señora,m no la entiendo…

 

Susana - es que yo… NO se si usted supo que me desmayé hace un rato, unos minutos antes de que descubrieran al la señora muerta en su ducha…

 

Oficial Jolmes:- Bueno, sí, me lo dijeron las muchachas…¿Muchos stress?-hace el gesto de culo fruncido-

 

Susana -No, no exactamente. Es que creo haber visto a la señora muerta sobre este sillón, antes de desmayarme…

 

Oficial Jolmes:- Cree… o la vio realmente?

 

Susana - No, no, la ví, y es más, le tomé el pulso y ya no le latía. Ahí fue cuando apareció…

 

Oficial Jolmes _- Apareció… Quién?

 

Susana - nadie, nadie, ahí me desmayé quise decir…

 

Oficial Jolmes:-Pensativa de un lado al otro al estilo Sherlock Holmes- Si la señora no murió en la ducha por accidente, quiere decir que estaba muerta cuando fue a bañarse y eso es muy extraño, porque es medio difícil abrir el grifo si uno está medio en pedo, imagínese si está  en el plano fantasmal… quiero decir…bueno, si está dura, no se puede mojar, se arruga, se, no, la cosa muerta…

Bueno, no se bañó, alguien la llevó a la ducha y la mojó, porque mojada y en bola estaba, y bastante a la miseria le diré, lolas caídas, traste por el piso, mucho diva, estrella de cine, pero hacía rato que el cirujano no le tocaba las partes caídas…

 

Susana - Señorita, lo que quiero decirle es que alguien asesinó a Nélida y luego la llevó a su baño para que pareciese un accidente…

 

Oficial Jolmes - Pero usted debería de haber sido policía…pero quién podría haber matado a la estrella? ¿Quién la odiaba tanto como para romperle la cabeza?

 

Susana - No sé, no sé, pero alguno  de los que estamos acá , a no ser, que hayan podido entrar a la casa sin ser vistos, por alguna puerta, es el asesino. ¿No le parece que debería reunirnos a todos en esta sala hasta que amanezca y se reanuden las líneas?

 

Oficial Jolmes.- ¿Y para qué?

 

Susana - El o la asesina podrían huir durante la noche…

 

Oficial Jolmes - Tiene razón, no todos andan en Juky como yo…

La oficial sale de escena a llamar a todos .Llegan de a uno algunos de mal humor otros en camisón, etc.

 

Alfredo -Por lo visto esta noche no va  a dormir nadie…

 

Stella Maris - es la segunda vez que me despiertan… esto no es vida…

 

Susana -Cómo pueden dormir sabiendo que Nélida acaba de morir y está muerta junto a nosotros…

 

Alfredo - Bueno, querida, fue un triste accidente…

 

Oficial Jolmes. Eso lo dictaminará el peritaje, señor…

 

Alfredo -pero cómo, no dijo usted misma que se había muerto al caer y golpear la cabeza contra el piso o la bañera?

 

Oficial Jolmes - Bueno, eso fue hasta que obtuve otras pistas…

 

Stella Maris - muy nerviosa- Pistas, qué otras pistas?

 

Oficial Jolmes.- Una persona entre nosotros me ha dicho una versión muy diferente de la que en apariencia se nos ha presentado…

 

Alfredo -Qué clase de versión? No soy médico, pero solo ver a Nélida y darse cuenta de que se resbaló en la ducha…

 

Oficial Jolmes -Eso, en la ducha, no le parece extraño?

 

Alfredo -Extraño, por qué? Todo el mundo se baña alguna vez en la vida…

 

Oficial Jolmes - Pero la señora Nélida nunca se bañaba en la ducha…

 

Stella Maris - ¿Cómo que no se bañaba en la ducha? ¿Qué está diciendo?

 

Oficial Jolmes _ Usted no lee las revistas de cine y TV verdad? Porque si lo hiciera, sabría por las declaraciones de la diva, que para ella era impensable bañarse bajo la ducha, porque cuidaba  al extremo su blonda cabellera…Sólo usaba baños de inmersión y con sales aromáticas de vainilla traídas especialmente de la India…

 

Stella Maris - eso no es posible! ¡Entonces si la mataron hay que buscar a alguien que tuviese algo que ganar con esa muerte! –Mira despectivamente y acusadoramente a Susana-

 

Susana -A mi no me mire de esa manera, fui yo quien le dijo a la oficial que Nélida ya estaba muerta antes de ir a la ducha…

 

Alfredo - ¿Cómo? ¿Pero qué locura es esa? ¿Qué estás diciendo, cómo lo sabés?

 

Susana - Antes de desmayarme, la vi tirada sobre el sofá y le tomé el pulso y ya no tenía…

 

Stella Maris - ¿Y por qué lo ocultó hasta ahora? ¿Por qué no dijo nada en el momento en que apareció el cadáver en el baño? Señorita Oficial-poniéndose de pie- aquí tiene a su asesina.

 

Susana - está loca! S i yo la hubiese asesinado, no hubiera dicho lo que ví, si total todos habían creído lo del accidente…

 

Stella Maris - Usted es la única que gana con la muerte de Nélida, porque los millones de ella, los hereda automáticamente…Ambiciosa, no se conformaba con los euros de Ignacio-Se empiezan a pelear entre ellas y a discutir, una se defiende la otra acusa-

 

Oficial Jolmes -Bueno, basta, che. Aca la que acusa soy yo. Y el Juez decidirá quien es y quien no es el asesino. Y usted, señorita, que acusa tanto, qué estaba haciendo a la hora del crimen?

 

Stella Maris - Esto es el colmo, ahora paso yo a ser la principal sospechosa de una miliquita de cuarta!

 

Oficial Jolmes - Sin ofender! Que tanto, que yo podría decir unas cuantas cositas sobre usted, señorita…

 

Stella Maris - Pero cállese, que puede decir usted de mí…

 

Oficial Jolmes - Lo que vi cuando recorría la casa, curioseando un poco, usted y una silueta masculina, bastante apretaditos…

 

Stella Maris - Usted no sabe lo que dice… Yo . yo estaba en mi cuarto

 

Susana -¿Haciendo qué?

 

Stella Maris - ¿Ahora es la ayudante de la Ley?

 

Oficial Jolmes -Sí, sí, tiene razón, haciendo qué, si me lo puede decir?

 

Stella Maris. Humm, leyendo, sí leyendo

 

Oficial Jolmes.- Leyendo qué?

 

Stella Maris - Un libro

 

Oficial Jolmes. Qué libro?

 

Alfredo -bueno ahora también le tiene que decir en qué página estaba…Basta, ninguno de nosotros es un asesino, busque por la casa, que ha de estar oculto por ahí… A no ser que  desconfíen de la servidumbre…

 

Oficial Jolmes. Imposible, ellas estuvieron  todo el tiempo conmigo… Bueno, acá no llegaremos a nada. Y yo me muero del cansancio. Vaya cada uno a su habitación, pero no sale nadie de ahí…

Todos se van, menos Susana y Alfredo.

 

Susana - esto es tan extraño….Quién puso asesinarla?

 

Alfredo - mirando a todos lados- Mi amor, no te preocupes por eso, pensá que nuestros recursos se han cuadriplicado! De estar llenos de deudas ahora estamos llenos de dinero!

 

Susana - Sólo te interesa la plata…

 

Alfredo - Seamos coherentes y sinceros, querida. La plata no hace a la felicidad pero ayuda bastante…

 

Susana - Me voy a mi cuarto- Sale y queda Alfredo solo. Entra Stella Maris, mirando hacia todos lados, se abraza con Alfredo y se besan-

 

Stella Maris -Mi amor, al fin seremos millonarios, nos vino bárbaro que tu mujer le haya dicho lo que le dijo a esa tonta de la policía…Es la principal sospechosa, y nosotros, en vez de esperar a que herede todo en 60 días y luego deshacernos limpiamente de ella, como lo habíamos planeado,  heredaremos todo más rápido, porque al estar en tela de juicio su honorabilidad todo irá a manos de la estúpida fundación de las muelas del juicio.

 

Alfredo -Entonces qué te alegra tanto, si después de tanto trabajo para matar a Nélida, llevarla a la ducha, y

todo eso, ¡la guita se la quedará otro!

 

Stella Maris - Pero mi amor, me faltó decirte que yo soy la representante legal y administradora oficial de la fundación.

 

Alfredo-¿Y eso? ¿Como no me lo habías dicho antes?

 

Stella Maris - No le dí importancia, la famosa fundación fue un invento del finado para ocultar dinero que no quería que el fisco se llevase…Ahora, mientras todos duermen, ¡nosotros brindemos!-(Sale y trae una botella de champagne de la cocina y dos copas, mientras Alfredo esta feliz y contento, se escuchan ruidos y él sale de la escena, entra Stella Maris sola pero se encontrará con Ignacio. No parece asustarse.)

 

Stella Maris -Ya era hora de que aparecieras…Me parecía raro que todavía no hubieses hecho tu aparición triunfal…

 

Ignacio - Me pregunto por qué asesinaron a Nélida…

 

Stella Maris - Asesinaron…que palabra fea…Digamos que se golpeó antes de caer… La ayudamos a pasar a la inmortalidad, como a los próceres…

 

Ignacio - No estaba en los planes matar a Nélida, yo sólo quería que heredase Susana y huir juntos comenzando una nueva vida…

 

Stella Maris - ¡Qué romántico! Me conmovés. Deberías agradecerme que te haya sacado a la diva de encima y además te haya hecho llegar a tu cuenta los millones de Nélida…

 

Ignacio, -no es lo que le decías recién a tu amante. No finjas, lo escuché todo. Querían quedarse con el dinero, liquidando a la pobre Susana.

 

Stella Maris - Pero Nachito, como se te ocurre. Alfredo es sólo un comodín que tengo en la manga, vení tomemos una copa y brindemos por los millones que se descongelan, por tu escape con la dulce Susanita y todos felices-le sirve champagne en una copa- Cuidado, creo que viene alguien- le vierte un polvo dentro de la copa de Ignacio-Tomá, esta copa era para Alfredito…Salud

(Ignacio vuelca el contenido de la copa en un florero, mientras ella se distrae con un nuevo sonido y un corte de luz que durará unos segundos, al regresar la luz Ignacio está inconsciente en el piso.)

 

Stella Maris - Sí!!!! Uno menos!

 

Alfredo( entra en escena): No es psible!

 

Stella Maris - ¡Sí, es posible! Ignacio estaba vivo, siempre lo estuvo, al menos hasta ahora. Ayudame a sacar el cadáver de acá, no quiero que nadie lo encuentre, por lo menos por ahora…después hasta le podemos endilgar la muerte de Nélida, y como Susana ha sido su amante, la ponemos como su cómplice ¡y la platita es toda nuestra!!!!!!!!

 

Alfredo:- Vamos antes de que aparezca Sherloka Colmes! (Sacan el cadáver de escena,Vuelven y Alfredo le sirve una copa de champagne a Stella Maris en la misma copa en la que estaba el veneno sin darse cuenta)

 

Alfredo- Brindemos, mi amor

 

Stella Maris - ¡A la salud de todos estos millonarios de mierda!- Lo bebe y comienza a sentirse mal- ¿Qué me diste, boludo?

 

Alfredo- Pero mi cielo, te serví champagne en la copa vacía…

 

Stella Maris - Nooo- (Cae muerta al piso. Entra en escena la oficial)

 

Oficial- ¡Lo vi, lo vi dándole esa bebida a la abogada, y lo escuché todo! Queda detenido por el asesinato de la señorita Séller

(Entran Gregoria, Susana y Emilce en Escena) Llamen al comisario y que se lleven a este hombre por el homicidio de Stella Maris Séller!

 

Alfredo- Es un error, un accidente, ¡el veneno era para otra persona!

 

Oficial- Ah, sí que era para reventar a otro¿ a quien?¿ A mí, a las mucamas a la Señora Susana?

 

Alfredo - No, no, usted no me entiende…

 

Emilce:- Oficial, él y la abogada asesinaron a la señora Nélida, yo lo sé porque estuve todo el tiempo escondida detrás de las cortinas y lo ví todo.

 

Alfredo - ya me parecía que había alguien más… Mierda! Carajo!

 

Gregoria, - las líneas funcionan, la tormenta terminó gracias a Dios. Hola ¿comisario? Le paso con la oficial Jolmes.

 

Oficial- Comisario, menos mal que me puedo comunicar. Acá pasaron cosas muy raras…Asesinaron a la señora Barretz, y a la abogada, aunque a esta por error… Sí, venga rápido. Y usted a la cocina (le pone las esposas, y se lo lleva .Las mucamas se van y queda sola Susana)

 

Susana - Esto me parece un sueño, más bien una pesadilla…

(Entra Ignacio en escena)

 

Ignacio- ¡Puede ser un sueño inmediato y maravilloso! Venite conmigo a Jamaica, me he comprado unas grandes parcelas y he puesto una productora cinematográfica a nombre del desconocido caballero de la fundación de la muela del juicio, que por supuesto, soy yo. Te amo, nunca te olvidé, vámonos, tengo una embarcación esperándome detrás de los riscos que nos llevará a Brasil y de allí a la libertad.

 

Susana - ¿Todo este amor es para recobrar tus millones? Despreocupate, son tuyos, hace unas horas le firmé a la abogada un documento rechazando la herencia. Así que la plata es toda tuya…

 

Ignacio- Con más razón, el que debería sospechar de la veracidad de tu amor, tendría que ser yo, sin embargo, estoy seguro de que juntos seremos felices! ( Se abrazan, entra la oficial Jolmes)

 

Oficial- Me sospechaba algo así, ¡con que no estaba muerto, sino que andaba de parranda! ¡Mire que había sido tránfuga!¡ Señor Míguenz, con todo el dolor del alma debo decirle que está detenido por, por, matarse a usted mismo, resucitar, y estafar a medio mundo!

 

Ignacio- (Se toma el pecho con las manos y cae muerto de un infarto) Ahhhhhh

 

Susana- Ignacio, mi amor, ¿qué tenés, qué te pasa?

 

Oficial - ¡Ay, que macana, si se me muere este también bato el récord de finados en una noche!

 

Susana- ¡Vaya, rápido, pida ayuda!

(La oficial sale de escena, inmediatamente se levanta Ignacio)

 

Ignacio - ¡Vamos, vamos, ahora no te podés quedar, sos mi cómplice!

(Se la lleva de escena, la oficial entra con las mucamas)

 

Oficial - ¡estaba acá, junto a la Señora Susana! ¡Yo lo vi con mis propios ojos!

 

Gregoria- Estas loca, el señor está recontramuerto a estas alturas. Pasaste toda la noche sin dormir y te empachaste con los bombones de chocolate de la difunta. Estas viendo visiones, mejor no le digas a nadie más lo que te pareció ver, porque sino te van a decir que sos una loca de…

 

Oficial - tenés razón Grego, mejor me callo la boca y le damos al Comi, los dos fiambres que tenemos en la casa y al asesino confeso.

(Se va fuera de la escena, quedan Gregoria y Emilce)

 

Gregoria- Vamos a preparar las valijas que la nueva familia para la que vamos a trabajar nos espera esta semana…

 

Emilce,- sí, dale… ¿Será lindo Jamaica?

                                        

Telón final

Alicia Cruceira

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