Los novios de Eleonora
Comedia dramática en dos actos
Alicia Cruceira

Personajes: (por orden de aparición)

Eleonora (mujer de unos cuarenta años, elegante, distinguida, muy adinerada, hija única de importante millonario)

Valentín:  mayordomo de la familia, mano de derecha del padre de Eleonora. Hombre de unos 50 años.

Sebastián Arévalo: ex -novio de Eleonora, de unos 40 años

Agustín Maidana : ex – novio, buena presencia de unos 45 o 50 años

Roberto Sandoval: ex – novio, de unos 45 años, buen mozo.

Primer acto

La escena se desarrolla en el living de una casa importante, decoración sobria pero lujosa. Un sillón al medio de la escena y un par a los costados, una mesita ratona, un bar funcional, vasos, copas.

Eleonora,( entrando a la sala) ¡Por fin! Ya no aguantaba un minuto más estos zapatos.( se saca los zapatos y los deja a un costado) Te juro, Valentín ,que si se me acercaba alguien más a darme el pésame lo golpeaba en plena cara.

Me cansaron todos esos hipócritas... Los mismos que en este momento deben de estar festejando la muerte de su principal competidos del mercado. Pero si hasta deben de haber contratado media docena de bailarinas exóticas y han de estar brindando con champaña de la mejor. “La acompaño en el dolor por tan tremenda pérdida! Chantas! Rogaban que el viejo estirara la pata de una vez por todas para que les dejara el camino libre a más de uno.( se pone cómoda en un sillón) Si le habrán deseado la muerte...Más que yo. Y ya es mucho decir.

Valentín (entrando en escena con una bandeja en la que trae un vaso de agua) Señorita Eleonora,  su agüita fresca mineral, y una aspirina para el dolor de cabeza que debe de tener con toda seguridad.

Eleonora: Valentín... sos un amor ¿Qué haría sin vos? Me pregunto como pudiste estar tantos años bajo la cruel dictadura de mi padre, y no haberte clonado con él! Gracias, siempre estás en todo. No se te escapa detalle...

Valentín: A usted, a sus órdenes ¿La señorita desea algo más?

Eleonora: No... quiero descansar un rato, fue un funeral por demás de exitoso. Creo que hasta la Mafia estaba representada ...No faltó ninguno de los viejos de mierda  del Comité, del directorio empresarial y la mar en coche...¡Qué los reparió, malditos buitres, reventados....

Valentín: La señorita  está enojada o molesta tal vez?

Eleonora: ¿Cómo te diste cuenta? (riéndose)

Valentín: Cuando la señorita dice exabruptos, la señorita está muy molesta.

Eleonora: Tenés razón . Cómo me conocés... estoy que reviento de indignación. Es que yo sé muy bien que mucha gente que estuvo en el velatorio lo único que quería era cerciorarse de que el viejo estaba muerto...¡Hijos de puta! Pero si hasta algunos lloraron...

Valentín: Bueno, no se altere. Todavía queda mucho por hacer aún. Hay que firmar papeles, atender visitas, responder llamados y cartas de pésame...

Eleonora: ¡Dejame de romper las...

Valentín: Señorita... No dije que deba hacerlo ahora, ya. Descanse y más tarde o mañana lo podemos empezar...Y hablando de llamados, hubieron unos cuantos que tal vez le interesen...

Eleonora: ¿sí? De quienes fueron?

Valentín: Llamaron los señores Diego Peralta, Luis Ibarra, Pedro Caamaño...

Eleonora: ¡No te puedo creer! Y te dijeron qué querían?

 Valentín:: darle el pésame, supongo, por lo de su padre...

Eleonora Qué extraño! Después de tantos años de silencio y ausencia, esos tres llaman hoy. En fin, se habrán enterado por los diarios supongo.

Valentín: Seguramente. ¿Algo más?

Eleonora No, podés irte. Dejame un rato sola, quiero poner en orden mis ideas, dormir un rato, qué se yo.

Valentín. Como diga la señorita.(Sale de escena. E. Se queda recostada, suspira, se relaja. Suena el timbre, Valentín sale y cruza la escena, varios segundos después regresa y le dice a Eleonora)

Valentín Discúlpeme señorita, pero la busca un caballero y dice que es importante.

Eleonora Te dije que quería descansar! ¿Quién corno es ahora?

Valentín. Es el señor  Sebastián Arévalo.

Eleonora ¿Quién??????????

Valentín: Sebastián Arévalo.

Eleonora: Sebastián  Arévalo...Pero Sebastián Arévalo...

Valentín. Sí. Su novio de la secundaria.¿Qué le digo?

Eleonora:¿Te dijo qué quiere?

Valentín: Dijo que le urge hablar con usted,

Eleonora Sebastián Arévalo...Y ¿Cómo está?

Valentín.¿Cómo está de qué?

Eleonora: ¿Cómo esta de facha, estúpido!

Valentín. No tengo los mismos gustos que la niña...No sé que decirle...(molesto)

Eleonora Hacelo pasar. (busca los zapatos, se arregla un poco el pelo que lo lleva recogido) Pa... Sebastián...Sebastián...

Sebastián ( entrando a la sala acompañado de Valentín) : Querida Eleonora...qué placer verte. Lamento que sea en estas circunstancias...Mi más sentido pésame

Eleonora: Gracias.pero Sebastián que tremenda sorpresa, me decís que te trae por acá, después de tantos años...

Sebastián: Supe lo de tu padre, y apenas lo supe, me dije que tenía que venir a verte, a darte mi total apoyo en estos momentos. ¡Haz de sentirte tan sola!     (Se le acerca y la abraza) Tan desprotegida...

Eleonora ( se desprende del abrazo delicadamente) Bueno, sí, tal vez un poco. Lo cierto es que ya hace bastante tiempo que me independicé al menos un poco de mi padre... He estado fuera del país bastante tiempo, no siempre viví con él, he aprendido a estar sola...

Sebastián: Entonces no te casaste?

Eleonora: No, claro que no. Y vos sí?

Sebastian Bueno, sí, pero me divorcié hace algunos años.

Eleonora: ¡Cuanto lo siento! Ha de haber sido duro para vos, o fuiste el culpable de esta separación también?

Sebastián: ¿Por qué me decís eso?

Eleonora: Si mal no recuerdo, un día te fuiste sin avisar, sin saludar, sin nada de nada y desde ese entonces hasta hoy pasaron unos...20 años?

Sebastián. Sí, reconozco que estuve mal, pésimo. Pero entendeme, yo era un niño, casi un adolescente, no sabía lo que hacía. Me salió una oportunidad en la capital y me fui pensando que te llamaría para seguir viéndonos, pero una cosa trajo a la otra, los días pasaron...Y acá estamos.

Eleonora Sí, acá estamos... Bueno, querés tomar algo? Sentate, charlemos.¿Qué hiciste de tu vida?

Sebastián: Mirá, no te voy a mentir. Terminado el secundario, empecé abogacía...

Eleonora: Abogacía, qué bien...

Sebastián: Sí, pero esperá. No era lo mío, así que dejé y me metí en Medicina.

Eleonora: Médico, no está mal. ¿Y cuál es tu especialidad?

Sebastián: Ehh, no, yo no terminé. Me impresiona mucho la sangre...

Eleonora.¿Entonces, en qué desembocaste?

Sebastián: Tengo un negocio. Muy importante, por cierto.

Eleonora: AH, qué bien, un negocio... Y a qué ramo te dedicás?

Sebastián: Alimentación naturista. Frutas, verduras, hortalizas...

Eleonora: Ah, tenés una verdulería.

Sebastián: Bueno, tenés que conocerla, y te vas a dar cuenta de que no es una verdulería común y corriente...(molesto)

Eleonora: NO quise ofender, perdoname. No lo tomes a mal...

Sebastián (cambiando a una actitud  de seducción) Eleo... no te he podido olvidar. No sé como pedirte que me perdones y me des una segunda oportunidad... estás tan, tan....

Eleonora: Vieja...

Sebastián: No!, tan atractiva, exuberante, sexy, ( se le empieza a tirar encima, ella se va corriendo hasta quedar atrapada) Dame una oportunidad para demostrarte que soy el hombre de tu vida( Cuando la está por besa aparece Valentín)

Valentín ( carraspeando): Señorita Eleonora, disculpe, pero tiene un llamado telefónico.

Eleonora ( zafando de Seb.) Gracias, lo atenderé en el despacho de mi padre. Sebastián, lo que me decís están repentino, que no sé que decir. Dejame que lo elabore...

Sebastián: te puedo llamar mañana?

Eleonora: Claro, cómo no...Me voy a atender el llamado....Hasta mañana.

Sebastián: hasta ,mañana mi reina...(Valentín lo mira con desconfianza y lo acompaña hasta la puerta)

Eleonora ( Entrando en escena otra vez). ¿Quién era el del teléfono? Cuando llegué no había nadie...Qué raro...

Valentín ( Con cara de yo no fui) Sí que raro. No sé, me dijo que era Salvador...

Eleonora: Salvador? Qué Salvador

Valentín ( Soliloquio) El que te salvó del violador

Eleonora:Qué dijiste?

Valentín Nada, me parece que es un procurador.

Eleonora. No te entiendo. Bueno, no importa. Pero viste lo que acaba de pasarme? Sebastián Arévalo quiere una segunda oportunidad...

Valentín: Y usted que va a hacer? Me imagino que sabrá darse su lugar y no cederá ante el primer patán que se le tira encima...

Eleonora: Valentín! Estabas espiando...

Valentín Suena el teléfono otra vez...

Eleonora: Yo no escucho nada, como nada escuché hace un rato! Guardabosque! (Sale V de escena, E se acuesta de nuevo y de nuevo suena el timbre) Y ahora quién es!!!!!!!!!

Valentín: ( dirigiéndose hacia la puerta, al regresar,) Otro caballero con un enorme ramo de flores quiere hablar con usted.

Eleonora: Ah sí? Y ahora quién es?

Valentín Un tal  Agustín Maidana...

Eleonora: Agustín???????

Valentín Sí, su ex novio de la Universidad.

Eleonora: No... esto parece la visita de los tres fantasmas de la navidad...Hacelo pasar, hacelo pasar.

Valentín: enseguida.

(Eleonora. se suelta el cabello, se retoca los labios frente a un espejo que sacará de la cartera) E: Este era un papirri....

Valentín: El señor Maidana

Eleonora: No pueo creerlo! Pero si estás igual...Qué sorpresa!

Agustín:Para vos no han pasado los años...Que digo, si estás mejor ahora, más bella, más atractiva que nunca ( Se acerca y la abraza con cierta pasión contenida)

Eleonora: Ay, sentate, tomás algo?

A: UN wisky, gracias, en las rocas, sin agua.

Eleonora: (A v. )Ya escuchaste al señor, qué esperás?

Valentín: Enseguida( haciendo burla) en las rocas, sin agua...Pelotudo

Agustín: Pero, mirate lo hermosa que estás, me quedé corto con las flores, debí haberte comprado toda la florería!

Eleonora: Qué loco! Pero decime qué hacés acá...

Agustín: Me enteré lo de tu padre y pensé en lo mal que habrías de sentirte...Me dije, pobrecita debe de estar tan solita y desprotegida...Porque no te casaste, ¿verdad?

Eleonora ( embobada) No...( El tipo le gusta, es atlético y musculoso) Se apoya mimosa en su pecho. ) Me he sentido muy sola desde ...( cayendo en la cuenta de que este también la abandonó misteriosamente, se incorpora) desde que me dejaste plantada casi casi en el altar!

Agustín: Pero Ele, reconozco que lo que hice fue una chiquilinada...Me dio miedo de repente, mi tío de EEUU me escribió para que lo acompañara en su negocio y me escapé. Es cierto, es que yo sabía que al lado de una mujer tan, tan, tan...

Eleonora: Campana?

Agustín: No, seductora como vos, perdería mi libertad, mi juventud, tendría que estar dedicado a no perderte, y  tuve miedo de que cualquier otro te arrebatara un día de mis brazos y , y se me partiera el corazón...

Eleonora: NO me contestaste si te casaste( levantándose del sillón)

Agustín: Bueno, con el tiempo, eso se dio. Conocí una chica en Entre Ríos y me terminé casando con ella...

Eleonora: Pero no me dijiste que te fuiste a los estados unidos?

Agustín: Sí, pero volví. Trabajé en Paraná y ahí la conocí. Pero me estoy divorciando...Lo cierto es, Eleonora, que nunca te olvidé( se le acerca por detrás, le acerca la cara a la nuca) Nunca olvidé tu perfume, tu piel tan fresca, la suavidad de tus cabellos...( La comienza a abrazar, ella no se resiste, por unos segundos, después reacciona)

Eleonora: Y si no me podías olvidar, ¿Por qué no me buscaste?

Agustín: Eh...No me hubieras perdonado...

Eleonora: Y si lo hubiese hecho? No, no me engañes...

Agustín: No te engaño, estoy arrepentido y he venido a pedirte una segunda oportunidad...Yo no puedo olvidar que fui tu primer hombre...(Se le acerca  y la intenta besar. Entra Valentín haciendo bastante escándalo)

Valentín: Perdón.

Eleonora: ( zafando del abrazo) Salvador otra vez?

Valentín: Me temo que no. Pero es la hora de  su medicación.

Agustín: Estás enferma?

Eleonora: ¿Qué medicación?

Valentín: La medicación...la de los calores...

Eleonora: a Valentín sin palabras, le dice: Hijo de puta.

Agustín: tenés problemas de salud?

Eleonora: no son cosas de Valentín, el muy ignorante, no distingue vitaminas de laxantes. Andá, andá. El señor Agustín ya se iba, no es cierto?

Agustín: Claro, claro, pero, ¿te puedo invitar a salir una de estas noches, verdad?

Eleonora: Hum...Ya veremos, llamame cuando quieras. Chau.

(Saliendo de escena. Queda Eleonora sola, segundos después vuelve Valentín)

Eleonora: Te voy a matar! Así que ahora también me he convertido en una vieja menospáusica!

Valentín (aparte) Menospáusica, no sé, pero calentona...

Eleonora: te escuché , esta vez te escuche, la puta madre, andate a la cocina antes de que te tire con algo...Cabrón!

Valentín (Atajándose ) No es justo que me haga eso. Yo la estoy defendiendo de esos depredadores.

Eleonora: ¿qué decís? Ahora que el viejo no está, no hace falta que me corras a los pretendientes.

Valentín: Ni falta que hace! A esos buitres se los corrió su padre hace años. ¿O nunca se preguntó  por qué desaparecieron de escena...de manera tan similar?

Eleonora: ¿Qué querés decir?

Valentín: Nada, nada, mejor me voy a la cocina...

Eleonora: No, ahora no te vas sin decirme lo que empezaste a decir ( lo empieza a perseguir y lo atrapa en el sillón)

Valentín: está bien , está bien. Su padre tuvo que ver en todas las desapariciones de sus novios...

Eleonora: ¿Cómo? Y eso? Ahora me vas a decir todo

Valentín: Cuando los veía tan entusiasmados, tenía miedo de que sólo lo estuvieran por el dinero de la herencia que le correspondería cuando él faltase, Así que los compraba con dinero, es decir, les ofrecía una buena cantidad a cambio de dejarla, de lo contrario los amenazaba con desheredarla si insistían con seguir con usted. Se aseguraba que no la querían por el dinero...

Eleonora: Hijos de puta! Mi padre y los cabrones de mis ex novios!

Con razón desaparecían sin dejar rastros... ¿Y lo hizo con todos?

Valentín: Con todos. Es más, algunos se enteraron de lo que su padre hacía con  sus novios, y se postulaban para serlo y así , armarse de algunos pesos. Pero, él sabía qué hacer en cada caso...

Eleonora: No puedo creerlo! Así que ninguno estuvo a mi lado por mí, por lo que yo soy. Y yo que me creí que era toda una sexy simbol de la cuarta década. Ahora entiendo tanta pasión desenfrenada de estos dos chantas que estuvieron recién. ( Se sienta en el sillón y se larga a llorar, Valentín se acerca a consolarla, le pasa el brazo por el hombro, le acaricia el cabello, le empieza a gustar y hace caras de placer al tenerla entre sus brazos)

Eleonora: pará, ¿que hacés? ¿Vos también querés  la herencia de mi viejo?

Valentín: (Se incorpora supuestamente ofendidoQué dice! Yo siempre la he respetado! No voy a negarle en estos momentos de revelaciones lo que siempre he sentido por usted, señorita Eleonora.

Eleonora:¡Valentín! ¿Qué estás diciendo? Te volviste completamente loco...

Valentín: Loco, pero de amor por usted, señorita, siempre la he mirado con amor... Y con respecto a su fortuna, déjeme decirle que soy mucho más rico yo que usted...

Eleonora: Loco, delirante, idiota, ...

Valentín: Usted no tiene un peso, porque su padre me dejó la herencia a mí solito. Soy su único y universal heredero.

Eleonora: ¿Qué estás diciendo? ¿Qué ese viejo castrador y enfermo hijo de re mil... no me dejó nada? Y vos cómo lo sabés?

Valentín: Lo sé porque antes de morir me confesó que no confiaba en usted, que estaba seguro que cualquier adonis de pacotilla la engatusaría y la dejaría en Pampa y la Vía. Así, que como yo siempre fui su mano derecha, su leal compañero, empleado fiel, me dejó todo.

Eleonora:¿Todo?

Valentín: Todo, todo. Hasta el último peso.

Eleonora: Y las propiedades, los campos, las casas de Necochea, Mar del Plata, los departamentos de Buenos Aires...

Valentín: Todo, todo.

Eleonora: No te creo.

Valentín: Pregúntele al testaferro. Por eso, no se quede sin nada, cásese conmigo que siempre la he amado bien, le prometo que la tendré como una reina, no le faltará nada, lujos, joyas, vestidos, lo que quiera, lo único que le pido es que me de una oportunidad de demostrarle todo lo que me gusta, y la pasión que siento por vos, mamita, cuando te veo me pongo loco...(la persigue por todo el escenario, y finalmente la atrapa en el sillón y la acorrala) Cásate conmigo y disfrutemos de la plata que el miserable de tu padre no te dejó disfrutar...Ámame Eleonora, soy más que un mayordomo, soy el hombre de tu vida! (Ella se escapa y él queda gritando) soy el hombre de tu vida!

Telón

Segundo acto

Valentín está en escena acomodando unas cosas. Suena el timbre. Sale a atender, aparece Agustín con unos regalos en la mano.

Agustín: Dígale a la señorita que he llegado, seguro que me está esperando.

Valentín: Ya lo creo que  te está esperando...(solo)

Agustín: Cómo dijo? No lo escuché.

Valentín: Nada, que lo está aguardando, claro. Ya le aviso, con permiso(suena el timbre por segunda vez) Disculpe, atiendo y la llamo enseguida...

Agustín, está bien , hombre, no hay problema.(sale Valentín)

Entran Valentín y Sebastián éste último con una canasta adornada con frutas y verduras entre flores.

Sebastián: Buenas tardes! (Sale Valentín de escena)

Agustín: Buenas tardes!

Valentín: Aguarde el señor, ya voy a buscar a la señorita Eleonora, el señor aquí presente también la está aguardando.

Sebastián: Ah, si? Me llamo Sebastián Arévalo.

Agustín: Mucho gusto, Agustín Maidana. Seré curioso ¿Qué lo trae a ver a Eleonora?

Sebastián: es un asunto personal, si no le molesta...

Agustín: Tal vez, sí, tal vez no .

Sebastián: No le entiendo...

Agustín: Probablemente hoy mismo me transforme en el prometido oficial de Eleonora, por lo tanto, me incumbe todo lo que se refiere a ella...

Sebastián;¿Prometido de Eleonora? ¿Cómo puede ser eso, hasta ayer estaba completamente sola. Y en todo caso, disculpe mi sinceridad, el que más chance tiene para llegar a su corazoncito, soy yo!

Agustín: ¡No diga sandeces, hombre! Piensa seducirla con (revuelve la canasta y saca algunas frutas de ella) naranjas y achicoria! Por favor!

Sebastián: De ninguna manera! No me falte el respeto. Este es solo un presente naturista, un regalo de la madre Natura...

Agustín: Una chica como Eleonora, de su clase y su fortuna, merece algo más que dos kilos de papas! Yo, en cambio, le he traído algo acorde con su porte.

Sebastián: Se puede saber qué es?

Agustín:¡Por supuesto! Una pulsera de oro 18 con incrustaciones en diamantes y dos entradas para la Öpera!

Sebastián: Déjeme ver la joya a ver si es de tanto valor como dice!

Agustín: De ninguna manera, cómo sé yo que usted no es un vulgar timador?

Sebastián: Y cómo se yo que usted no es un vulgar mentiroso y arribista?

Agustín: No le permito! Ya llegará Eleonora y lo pondrá en su lugar!

Sebastián: Déjeme aclararle que yo soy el que lleva las de ganar a pesar de su pulserita de fantasía, porque no le creo que sea una joya de verdad!

Agustín: No le permito!. Eleonora me elegirá a mí, por qué habría de preferirte a vos? Mirate un poco, verdulero de cuarta!

Sebastián: Sin ofender. Ella me elegirá a mí, porque yo fui su primer amor, el de la adolescencia, el más romántico, el más delicado y glamoroso!

Agustín: Ah, si? Mirá vos! Y yo fui su primer hombre. A ver si te queda claro. La pasión, el ardor del romance carnal, el sexo (subraya cada palabra)Lo conoció conmigo, mi querido. Vos no le habrás tocado ni una...orejita.

(Aparece Valentín en escena, pero se habrá estado asomando y el público debe entender que estuvo escuchándolos)

Valentín: Disculpen, la señorita Eleonora ya viene. Ah, una cosita. Ni usted( señala a Agustín) ni usted( a Sebastián) tiene muchas posibilidades...

Agustín:¡qué quiere decir?

Sebastián: Sí, de qué está hablando?

Valentín: Lo he escuchado todo!

Sebastián: ¿Con que escuchando tras las puertas...¡Esto lo sabrá Eleonora!

Valentín: Eleonora sabe eso y mucho más. Sabe que su padre les pagó una fuerte suma a cada uno para que la dejaran.

(Agustín y Sebastián se quedan helados). Y hablando de posibilidades, ya les dije el que se casará con ella seré yo!

Agustín: Un mayordomo? Esto es el colmo! ¿Tan desesperada está Eleonora para eso?

Valentín: Sí, un mayordomo. Pero no uno cualquiera, porque yo tendré en breve algo que ustedes no tienen ni han tenido ni tendrán jamás de los jamases!

Sebastián: ¿De qué está hablando?

Valentín: Los he investigado. Vos (a Sebastián) tenés un minimercadito en el centro, y te crees que sos Gardel. Estás lleno de deudas porque  de la Naturaleza lo que más te gustan son los caballos... Y vos, estudiabas arquitectura cuando la conociste a ella, pero terminaste de pintor de obra!

Agustín: No es ningún delito ser pintor! Peor es ser jugador compulsivo como este otro.

Valentín: Pará, para, que con vos no terminé. A vos te gustan los gustos caros y te sostenés vendiendo algunas cositas turbias para la mafia...

Sebastián: Esto es un atropello! No le voy a permitir! Cuando venga Eleonora ya veremos!

(Entra Eleonora. Sebastián y Agustín corren a saludarla y a entregarle los presentes)

Sebastián: Eleonora, mi amor...

Eleonora: ¿Cómo están? Que suerte que han venido los dos! Necesitaba hablar con un amigo! (mirando mal a Valentín) Dejanos solos, por favor.

(Sale Valentín de escena)

Agustín: Acá tenés un hombro en donde reclinar tu cabecita, corazón...

Eleonora: gracias, muchachos, gracias, pero se conocen?

Sebastián: Sí, ya nos hemos presentado...

Eleonora: Y saben qué ha sido cada uno para mí?

Agustín: más o menos( siempre se han de mirar con actitud amenazadora y peleadora uno al otro)

Eleonora: Bueno, estoy desecha! Me muero de la tristeza!

Sebastián: ¿qué ha pasado? Es por lo de tu papá?

Eleonora: Sí y no. Los necesito a mi lado, más que nunca. (Se le acercan ,uno de cada lado en el sillón grande le toman de la mano, etc)

Agustín: Lo que necesites. Yo siempre estaré a tu lado, nunca más te dejaré sola, ni te abandonaré vida mía!

Sebastián: Ni yo. Pero tendrás que elegir Eleonora, me muero de celos al pensar que estarás indecisa mucho tiempo...

Agustín: Y yo. No te olvides de los maravillosos y románticos momentos de la secundaria, el baile de graduación, las poesías que leíamos bajo la luz de la luna primaveral...

Sebastián: Qué cursi! Eleo, acordate de nuestra intimidad, de nuestras noches de pasión, de todo lo que aprendiste a mi lado!

Eleo: Bueno, chicos, basta, basta de recuerdos...No soy de mármol...No saben cuanto les agradezco toda esta demostración de afecto, justo ahora, cuando tengo que abandonar las cosas que más quiero, que tantos momentos hermosos me traen a la mente...

Agustín: Qué cosas , de qué hablás?

Eleo: Hablo de que mi padre no confió en mi capacidad para administrar sus negocios y me dejó completamente en la calle! Pueden imaginarlo? En la más absoluta y degradante miseria!

Sebastián: No puede ser. ¿Cómo ha sido eso?

Agustín: Sí, qué broma de mal gusto es esta?

Eleo: Broma? Ninguna broma ( se incorpora y camina por la escena, se sirve un trago o enciende un cigarrillo). Mi padre le dejó toda, toda su fortuna a su fiel sirviente Valentín...

Sebastián: Pero, eso es increíble!!!!!!! Estás segura?( se incorpora y se le acerca)

Eleo: Segurísima. He visto la copia del testamente que se leerá mañana. Me dejó el viejo desgraciado en Pampa y la vía. Dice en el testamento que nunca supe elegir hombres, que todos fueron unos vivillos hijos de...Bueno, que todos se acercaron por mi dinero, que algunos hasta se vendieron haciendose pasar por mis novios, para que mi padre les ofreciera dinero para dejarme, qué les parece?

Sebastián. Qué canallas!

Agustín: Sí, qué descaro! Pero entonces, no tenés nada, de nada?

Eleo: nada de nada. Por eso necesito que me ayuden, que alguno me ofrezca un lugar donde vivir...mantenerme. Prometo no ser  demasiado pretenciosa ...Ya saben que yo no sirvo para trabajar, es decir, yo soy una artista, me he dedicado siempre a mis cuadros, y hasta ahora, la verdad es que no he vendido ni uno...

Agustín: Bueno...siendo así...Un hombre sabe cuando dar un paso al costado...

Eleo: ¿Qué querés decir Agustín?

Agustín: Creo que deberías elegir a Sebastián... Es un hombre más libre que yo....Aún estoy con los trámites del divorcio...No te podría dar lo que te merecés...

Sebastián: No! Yo creo que vos sos el indicado para ella. Tienen una historia de fuego entre ustedes... Debés elegir a Agustín...

(Los tres hacen un silencio incómodo. Finalmente Agustín mira la hora, toma disimuladamente los regalos que trajo, deja uno en la mesita, después de considerar cuál y dice:)

Agustín: uy! Qué tarde que se me hizo, me tengo ir...Nos hablamos Eleo, un día de estos te llamo y tomamos algo...chau.

Sebastián:  Yo también tengo que irme... Perdoname, pero me olvidé que ....hoy llegan los pedidos de ...radicheta. Adiós.

Eleo: la canasta....

Sebastián: No hay problema, me la devolvés otro día, chau

(Salen los dos de escena, ella se los queda mirando y meneando la cabeza, entra Valentín)

Valentín: Huyen las ratas! Abandonan el barco ahora que se hunde. Ya ves. Si pensabas zafar de mí con estos tipos, “fuiste”.( Se le acerca, ella se escapa) No podés huir de tu destino princesa Eleonora. Y tu destino soy yo. Ya te lo dije, yo soy el hombre de tu vida, y seré tu gran amor, también. O te crees que por ser mayordomo no sé amar a una mujer? Y cuando digo amar digo amar...

Eleonora: Ya sé lo querés decir. Pero no sos mi tipo. Ni loca me metería a la cama con vos. Sacátelo de la cabeza.

Valentín: Soy poca cosa, porque fui el mayordomo de la casa? Tengo entendido, porque te conozco bien, que nunca discriminaste clases sociales...Si no, acordate del escritorcito ese que conociste  hace diez años.¿Cómo era que se llamaba?...

Eleo: Roberto Sandoval. No sé porqué lo mencionás ahora. ¿A ese también lo compró mi padre para que me abandonara?

Valentín: No, ese se vendió solito. O te olvidás que lo encontraste con una rubia en la cama?

Eleo: No. ¿Cómo podría olvidar al único hombre que amé de verdad? Pero vos olvidate de que me voy a casar con vos, antes prefiero ir a mendigar a Luján!

Valentín: Y, es lo que vas a tener que hacer . Pero cerciorate que sea época de procesiones...jajaja. No vas a poder dar un paso sin mí, soy tu única esperanza...

Eleo: No. Puedo trabajar.

Valentín: Trabajar? No me hagás reir, si no sabés hacer otra cosa que dibujar y pintar, y más o menos, te diré...

Eleo: NO seas irrespetuoso. Algo voy a conseguir. Se muchas cosas que vos ni te imaginás...

Valentín,: pero querida Eleonora... en este país consiguen trabajo, cuando lo consiguen, los menores de 35 y vos ya ...(Hace el gesto con la mano de cuatro dedos) Cuarentena...

Eleo: Sos un hijo de puta, no te aguanto, salí de mi presencia( suena el timbre)Andá atendé.

Valentín: hasta mañana te hago caso, después de mañana, me vas a hacer lo que yo te pida, princesita...(Eleonora le arroja algo)

Entra Valentín con un hombre.

Valentín: Este “señor” la quiere ver. Otro de la listita...

Eleonora( sorprendida). Roberto ¿Vos también?

Roberto: Yo también qué? Vine a verte porque tengo que hablar con vos.

Eleo: sí, si ya sé. Venís a decirme que he de sentirme sola, que querés que te dé una segunda oportunidad y que nunca me olvidaste. ¿Me equivoco?

Roberto: En parte sí, y en parte no.

Eleo: te repito. Llegaste tarde.

Roberto>: Para qué?

Eleo: No tengo un peso. Mi padre me desheredó y le dejó todo a ...

Roberto: a Valentín el mucamo.

Eleo: Como lo supiste.

Roberto: Me lo dijo tu padre.

Eleo: Mi padre? ¿Qué cuento es ese? Mi padre murió hace tres días.

Roberto. Ya lo sé. Me escribió una carta hace una semana.

Eleo: Una carta?

Roberto: Sí. Una carta en la que me pedía perdón por la trampa que junto a su mayordomo me tendieron el día que encontraste esa mujer en mi cama.

Eleo: Trampa? ¿Qué trampa? Con qué verso me querés agarrar ahora?

Roberto: Ningún verso. Te lo quise explicar, pero no quisiste escucharme. Te llamé mil veces, te escribí un millón de cartas. Nunca recibí respuesta

Eleo: NI yo recibí una sola de esas cartas que decís...

Roberto: te fuiste unos días después de que me dejaste.  Intenté hablar con tu padre, pero me dijo que te dejara en paz. Cuando volviste al país te juro que te busqué, volví a la empresa a hablar con tu padre, pero me dijo que te habías casado en Europa y que eras muy feliz.

Eleo: No! NO puede ser cierto. MI padre era un desgraciado, pero tanto...

Roberto: te lo juro. Mirá(saca una carta del bolsillo) está todo escrito acá.

Eleo: Está escrita con computadora. ¿Cómo sé que no me mentís?

Roberto: La firma es de tu padre, la reconocerás. Además, ¿qué gano yo, con mentirte si la fortuna le queda al mayordomo?

(Valentín que está mirando escondido tras un mueble de la escena se deja ver por ellos)

Valentín: ¡No le creas una sola palabra! ¡Te está engatusando! Vos tenés que casarte conmigo y punto.

Roberto: claro, porque si no ,¡no cobrás un peso de la herencia!

Eleo: ¿Cómo es eso?

Valentín: Son mentiras de este escritorcito de cuarta. Una novela, eso ¡una novela!

Roberto: ninguna novela. Lo dice la carta. Si no logra convencerte de casarte con él en los próximos veinte días, la herencia pasa a manos de desconocidos, ni para vos ni para él.(Valentín se queda petrificado)

Eleo:¿ Eso es cierto Valentín? Pero si me mostraste una copia en donde no decía nada de eso.¿ No será que vos estás mintiendo Roberto?

Valentín: ¿Recién te das cuenta? ¡Está clarito que quiere impedir nuestra boda! ¡Tu padre no pudo hacerme eso a mi, que le cubrí siempre todos sus chanchullos, y le hice siempre el trabajo sucio con tus novios! ¡Uy!

Eleonora: Qué decís,?

Roberto: ¿eso es cierto, Eleonora, te ibas a casar con él, por dinero?

Eleo: No!!! Jamás y él lo sabe. Nunca me casaría sin amor, antes prefiero morirme.( A Roberto) Y vos, no entiendo a qué volviste.

Roberto: Ahora que sé que puedo demostrar mi inocencia ante vos, vengo decirte que te amo como antes, en realidad creo que mi amor por vos se acrecentó cada vez que sentía que te había perdido para siempre. El día que recibí esta carta, el alma me volvió al cuerpo. Te amo Eleonora y quiero casarme con vos.

Eleo: Aunque sea más pobre que una laucha?

Valentín: NO lo escuches!

Robeto( tomándola entre sus brazos) nunca me importó tu dinero. Tu padre intentó comprarme, pero yo le dije que no estaba dispuesto a eso. Me amenazo con desheredarte, y le dije que hiciera lo que quisiera, que a mi lado nunca te faltaría nada, y lo que menos te faltaría sería amor. Por eso junto a este rufián, planearon lo de la mujer en mi cama. Creo que me durmieron con algo y cuando desperté la rubia estaba ahí.

Eleo: Sí, con razón sabías que era rubia( a Valentín) Desgraciado! Seguro que hasta hiciste desaparecer cada una de las cartas que Roberto me mandó con sus explicaciones!

Valentín: Tenía estrictas y precisas órdenes de tu padre para ello!

Eleo: Malditos vos y mi padre! Me arruinaron la vida. Pasé los mejores diez años de mi vida sufriendo por algo que no era real! Podría ser madre de cuatro hijos a estas alturas! En cambio soy una solterona  amargada que putea cuando se enoja!

Roberto: Tu padre dice en la carta que  dentro de tu libro preferido hay una carta para vos. ( Ella corre hacia la biblioteca y saca un libro, de él, un sobre con una carta, la lee en silencio, mientras los hombres se miran mal entre sí, Valentín está que explota por haber perdido la posibilidad de ser rico)

Eleo: Sí, acá de su puño y letra confirma lo que me decís y me pide perdón. También me aclara que en el testamento nuevo que hizo dos días antes de morir deja su fortuna dividida en tres partes, dos de 40 % y una de 20.

Valentín: Creo que tengo que pedirte perdón Eleonora. La ambición me cegó. Mejor junto mis cosas y me voy de esta casa.

Eleo: Sí, andate. Me desilusionaste, aunque al fin y al cabo, no me equivoqué, te clonaste con mi padre después de todo...esperá, acá dice, que por tu fiel servicio de tantos años, y por justamente haberle tapado sus  chanchadas, si no te casas conmigo, te deja un premio consuelo: el 20% de su fortuna! ¡Al fin y al cabo, te paraste hijo de puta!

Valentín: no se que decir, estoy muy avergonzado...(se hace el pobrecito)

Eleo: Andate y empezá a gastar a cuenta, mujeres no te van a faltar, degenerado, salí de acá, andate pronto, no quiero verte más en vida!

(Sale de escena)

Roberto: ¿Y de nosotros que va a ser? Yo te amo. Nunca te olvidé. Además, quiero que sepas que he triunfado como escritor, y he forjado una sólida posición. No necesito del dinero de tu padre.

Eleo: MI padre te ha dejado el 40 % de su fortuna, porque reconoció que sos un buen hombre.

Roberto: ¿Qué? No me lo esperaba...Y a vos te dejó sin nada, eso no es justo, siempre le fuiste una buena hija a pesar de lo mal padre que fue él. Voy a renunciar y cederte el dinero, llamemos hoy mismo al abogado del testamento.

Eleo: No será necesario, aunque gracias, amor mío. El 40 restante me lo dejó a mí, para que los dos seamos igualmente ricos y nadie se case con el otro por dinero...

Roberto: Mi amor, al fin juntos otra vez.( Se abrazan, puede haber un beso)¿Te casarías conmigo, entonces? Ya nada nos separa ni lo impide.

Eleonora: Por supuesto que sí, pero mientras lo planeamos, recuperemos el tiempo perdido y empecemos con una luna de miel de indemnización anticipada ¿Querés quedarte conmigo esta noche?¿No tenés compromisos?

Roberto: De ahora en más, mi único compromiso sos vos! Mostrame las habitaciones, siempre quise conocer tu casa!(salen de escena, se apagan las luces)                                      

telón final

Alicia Cruceira

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