Entre los medios y un hotel se definió La Rampa


por Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
vely175@cubarte.cult.cu

 

Al Hotel Habana Libre, su interrelación histórica con el cine, la radio y la televisión le resulta singular y patrimonialmente raigal y sistemática, aun con sus altas y bajas en el tiempo. De hecho al inaugurarse el 19 de marzo de 1958 como hotel Havana Hilton en calle L # 425 e/23 y 25, heredaba una identidad comunitaria inmediata ya entonces con más de diez años y que luego devendría cumbre, de máxima identidad patrimonial para toda Cuba e incluso más allá, con el protagonismo del cine, la radio y la televisión cubanos, esta última sede nacional desde sus mismos inicios, que luego emanaría hacia la actualidad a todo el país y con emisiones internacionales, de alto interés turístico.

En efecto, el 22 de octubre de 1947 se había inaugurado el Edificio Radiocentro en 23 (hoy # 258) e/ L y M, con el objetivo de reunir allí la gran diversidad de emisoras radiales (o al menos, una parte importante de ellas en franca competencia y rivalidades) que a la sazón durante un cuarto de siglo, cundían por toda Cuba y sobre todo, por toda La Habana, con especial relevancia hacia la calle Prado, aunque ya Radio Progreso había hallado sede local hasta hoy en las inmediaciones surorientales, y con el cabaret Las Vegas al frente devenía atracción turística importante de vida artística, nocturna y bohemia, identidad de la futura barriada de La Rampa se conformará ya definitivamente desde 1947 con el Radiocentro y en 1958, reforzará el hotel Havana Hilton, y con solo muy pocos antecedentes locales, como el edificio Alaska (1925), el hotel de Nación o Nacional de Cuba (1930) y en breve, el Ministerio de Agricultura, luego de Trabajo y Seguridad Social; la funeraria Caballero, el edificio de 21 entre N y O (1941), etc.

Casi inmediato de haber sido fundado, el 10 de diciembre de 1947 el mismo edificio Radiocentro inaugura el Cine Teatro Warner, con una función de gala que estrenó el antaño famoso filme estadounidense Night and Day con una duración de más de dos horas, dirigido por Michael Curtiz con actores de tanto relieve como Cary Grant, Alexis Smith, Jane Wyman, Monty Woolley y Eve Arden, sobre el compositor Cole Porter; función a la que asistió el Presidente de la República Dr. Ramón Grau San Martín, y la entrada llegó a costar 10 pesos, muy caro entonces; antecedentes a la radio, los cines ya contaban en Cuba con una tradición de medio siglo, y a este entorno comunitario ya se acercaban desde el oeste (el cine Riviera ya en 1927 era un cine atmosférico) y desde el sudeste (cines Infanta, Florencia luego Pionero y desde 1947, el Astral)

En enero de 1953 ya este cine Warner es comprado a la Warner Brothers y comienza a llamarse Radiocentro, como el resto del edificio; pero ya a la sazón (1946) y justo en estas inmediaciones, en 23 y P y ahora sí que sin ningún antecedente en toda Cuba, algunos cubanos admiraban las primeras señales de televisión en nuestro país, medio que aportaban directamente de los Estados Unidos y cuyos primeros estudios se citan en 1949, en Mazón y San Miguel donde radicaba Unión Radio, propiedad de los hermanos Mestre y germen del primer canal de televisión, Unión Radio Televisión. El 24 de octubre de 1950 se considera el nacimiento de la televisión cubana con su primera transmisión, ya en el Radiocentro.

Exponente impar del edificio polifuncional y desde su altura, el Radiocentro definió durante toda la década inmediata y desde su calle L por la rampita hacia Malecón (que ya se había construido aquí desde los años 30 con el hotel Nacional) el apogeo hasta los años sesenta de una nueva barriada: La Rampa, que aporta en 1955 otro importante cine homónimo (Rampa) y consolida la vida artística, bohemia y nocturna que ya referíamos en Radio Progreso y el cabaret Las Vegas al sureste (desde el suroeste se acercaba otra identidad local: el predominio de la población flotante sobre todo jóvenes con intereses intelectuales y recreativos, al haber acogido la Universidad de La Habana desde 1902, todo lo cual refuerza al máximo el ya intenso cosmopolitismo que identifica a la cultura cubana), así como los llamados rascacielos cubanos que la definirían como el conjunto de arquitectura racionalista más importante de toda Cuba incluidos otros hoteles no menos importantes (el Vedado, el St. John´s, el Capri…) como barriada cumbre para el turismo en Cuba (entonces el llamado “turismo de masas”), sobre todo hacia La Rampa costera pero ya desde el Radiocentro y que precisamente será frente por frente el hotel Havana Hilton el que en 1958, devienen los dos hitos icónicos que dan la bienvenida a La Rampa, como sendos guardianes imponentes de una entrada siempre abierta.

De hecho, el nuevo hotel Havana Hilton había superado al Radiocentro al alcanzar el punto más alto de toda Cuba y a considerar en el continente, que ya le disputaba al suroeste cercano el obelisco de la Plaza Cívica José Martí, hoy Plaza de la Revolución. Pero no solo como identidad comunitaria integral y representatividad raigal rampera que la hermana apenas a 16 metros solo por la avenida 23 con el Radiocentro (que como ya es notable, deviene Meca cubana de la radio, la televisión y hasta del más tradicional cine), es que se enlaza este hotel con estas artes: para promover su inauguración, se logró una intensa publicidad (protagonizada por la radio y la televisión cubanas del momento) con el apoyo de la Cerveza Hatuey, e incluso del cine de antaño, con el filme Tahimy, la hija del pescador (del realizador español radicado en Cuba, Juan Orol, uno de los más representativos del cine cubano de entonces, con la actriz Messy Esquivel) sobre todo en su Cabaret Caribbean Supper Club o Club Caribeño de Comidas, que mantenía dos espectáculos diarios: Alegrías del Caribe o Cinema Show y música bailable.

Hacia su análisis actual

En 1965, el Instituto Cubano del Radio (ICR) y la Televisión Cubana se funden en el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) con sede en 23 # 258 e/L y M, antiguo Radiocentro, en La Rampa, hasta la actualidad. El hasta entonces cine Radiocentro, comienza a llamarse cine Yara desde el 10 de octubre de 1968, y desde 1991, Centro Cultural Cinematográfico (Complejo) Yara, entonces atendido por el Centro Provincial del Cine de la Ciudad de La Habana que administraba el Poder Popular, hoy parte del Proyecto 23 del Instituto Cubano de las Artes e Industria Cinematográficas (Icaic); cine que en todos estos años y según contextos, ha sistematizado su identidad tradicional de aportar a Cuba lo más novedoso de las salas cinematográficas del mundo.

Mas desde mucho antes, la “alegría de vivir” con que de inmediato impactó la Revolución y de la cual el apogeo rampero y sus identidades señaladas se erigieron harto distintivos, halló en este hotel ahora Habana Libre, la sede de numerosos eventos nacionales e internacionales por lo cual, mantenía su protagonismo tanto en la radio como en la televisión al menos en la propaganda noticiosa, así como en nuestra cinematografía, sobre todo documental; pero no solo: ha sido asimismo el set de filmación y escenario de varios programas televisuales y al menos, para determinadas escenas de algunas películas de ficción, y dada la atracción que ejerció desde sus mismos orígenes en la ya vecina y cada vez más contundente población de artistas de toda Cuba y de todo el mundo, así como todas las artes en torno a las artes audiovisuales y radiales, y dada la diversidad de sus locaciones y seguridad y tranquilidad contextual, espacio de grabaciones de entrevistas radiales y para televisión y el cine de varias de estas personalidades, muchas de ellas precisamente muy diversos artistas y técnicos de valía del cine, de la radio y de la televisión cubanos y de otros muchos países, sobre todo durante los eventos.

Baste destacar las proyecciones cinematográficas al aire libre que desde el citado cine Yara al frente se han hecho en las paredes del hotel para todos los transeúntes, suerte de “cine en la calle” u “ocasional” que ha sido ejemplo continuado en otros contextos habaneros y cubanos en general, y que han potenciado infinitamente la cantidad de receptores de estas artes así expuestas tan públicamente en esta, que al construir la heladería Coppelia (1966) en la otra esquina en diagonal al hotel, se ratifica definitivamente como la esquina más céntrica de La Habana, infaltable en toda gira turística, y más aún con un hotel tan representativo como el Habana Libre, que sirve de invitación a descubrir los otros hoteles en esta barriada y sus inmediaciones y sobre todo, sus tantísimos atractivos turísticos de todo tipo, que también han devenido objeto y sujeto de atención para los artistas del cine, la radio y la televisión cubanos.

A lo anterior hay que incluir las proyecciones ocasionales en determinados salones del mismo hotel según contextos e intereses, como aquellos documentales de Santiago Álvarez al iniciar la actual centuria; y que ya en el mundo actual ciberespacial, las tradicionales ideas del cine, la radio y la televisión no alcanzan para operar consecuentemente con un concepto real de artes audiovisuales, y de las que este hotel también se está haciendo escenario, sobre todo por el turismo extranjero que lo frecuenta.

No es casual que al hotel se le hayan dedicado algunos spots que muestran sus valores, a nuestro modo de ver, aún insuficientes, así como el aprovechamiento en su bien pensada muestra permanente del segundo piso sobre la historia del hotel, pero que todavía carece de todo este caudal que multiplica con creces el valor patrimonial de este hotel, no solo por lo que le competen en sí mismo como institución, sino por su histórica impronta que tanto ha determinado para la identidad de La Rampa y desde ella, desde sus mismos inicios, y aunque no excluyentemente, al menos sí con toda la complicidad del brazo del cine, la radio y la televisión cubanos.

Todo ello argumenta que también para, con, en, desde y hacia los artistas del cine, la radio y la televisión cubanos, sea de alto interés, quizás más que para otros hoteles y sin desdoro alguno, la valoración rigurosa de su impronta en y desde el hotel Habana Libre, y de su mejor aprovechamiento en función del desarrollo del turismo en Cuba, tensando los más genuinos aportes de nuestra cultura nacional.

Hotel Tryp Habana Libre: Insigne instalación turística

Publicado el 19 mar. 2013

Destacados pintores y escultores cubanos han dejado su impronta en el emblemático hotel Tryp Habana Libre, que celebra el aniversario 55 de su creación. La historia del centro, muy vinculada al triunfo de la Revolución, forma parte del patrimonio del hotel, perteneciente al grupo Gran Caribe.

La Habana, Cuba; desde Hotel Habana Libre (02/2011)

Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
vely175@cubarte.cult.cu

Publicado en Letras Uruguay el 23 de julio de 2017

Autorizado  por el autor, al cual agradecemos.

 

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