Una colorada (vale más que cien descoloridas)

 

El trabajo


Lilia Cisneros Luján

Mientras en la ciudad de México la música infantil por el día del niño invadía el ambiente, en Brasil el fuego ardía a la par de las manifestaciones en contra de las reformas del presidente que derrocó a Vilma y que indudablemente supone reformas importantes a las leyes laborales. Con todo y la subjetividad de algunas cifras, se reconoce que en dicho país hay cuando menos 14 millones de personas desempleadas. Y al igual que ocurrió con la primera revolución industrial este es el tema de preocupación de los pueblos en el planeta.

El señor Trump, ganó electores entre otras cosas porque su discurso prometía la recuperación de empleos perdidos, según su óptica, como resultado de tratados de comercio mundial que ofrecen mayores utilidades a empresas dispuestas a bajar costos, al pagar menos a los trabajadores. Así las cosas la oferta de empleos se ha convertido en elemento irrenunciable en casi todas las campañas políticas vigentes.

En Francia, si los candidatos a gobernar tienen el valor de caminar entre la gente, la demanda siempre es “empleo” y las discusiones tienen tintes agresivos cuando los interlocutores populares dan cifras y ponen ejemplos de consecuencias para gente mayor que se ha ido a la calle sin prestaciones ni liquidaciones.

En la argentina de Mauricio Macri los conflictos populares –que en el primer trimestre de este año fueron del orden de 2 diarios[1] versaron acerca de despidos, ajustes salariales, consumar acuerdos y en general quejas por atrasos en el pago o incumplimiento de las condiciones laborales. Al igual que los gobiernos de otras latitudes, la respuesta de primera instancia es la represión más que el análisis de alternativas para resolver el desempleo.

Algunos otros países como es el caso de México, han logrado utilizar, a favor de los esquemas neoliberales, el servilismo de la mayoría de las estructuras sindicales y el galopante aumento del empleo informal, con todas las consecuencias relacionadas con la muy baja calidad de dichos puestos de trabajo.

Para la OIT, el repunte del desempleo es inminente en el mundo, -para ubicarse en 8.4% debido, según explican, al pobre desarrollo de la economía. Diversos organismos como es el caso de la CEPAL, ofrecen cifras verdaderamente espeluznantes ¿Qué significa para la humanidad que en el 2015 casi doscientos millones de personas carecían de empleo? ¿Cuánto significa en el mundo que casi el 10% de los humanos en edad productiva no encuentre empleo? ¿Le parece poco o mucho 25 millones de personas sin trabajo?

Pero, además de la ineficacia de los programas oficiales, el pobre crecimiento económico derivado de la visión neoliberal, el desbordado crecimiento demográfico y la presión migratoria que busca donde emplearse, no solo por la pobreza sino por cuestiones de violencia en su lugar de origen ¿hay alguna otra causa de importancia que incida en el desempleo? La respuesta es definitivamente afirmativa y se trata nada más ni nada menos, que por el desarrollo tecnológico hacia la inteligencia artificial.

Hoy, no mañana ni cuando el destino nos alcance, existen robots que pueden cocinar, servir mesas, realizar intervenciones quirúrgicas sofisticadas, conducir un vehículo, ensamblar autos y hacer proyecciones futuras y hasta auto repararse pues son máquinas capaces de “pensar” Los políticos ofertantes de empleo ¿están al tanto de cuantos desplazados se deben a los aparatos inteligentes? ¿Se puede imaginar cuantas familias dejaran de tener ingresos como resultado del tercio de puesto de trabajo que para el 2025 serán sustituidos por los robots, el software y las máquinas inteligentes?

Frente a esta llamada tercera revolución industrial ¿que procede? ¿Bastará con un desfile, discurso, o dádivas coyunturales? ¿Servirán de algo los emergentes sindicatos independientes? o eso abona para una mayor pulverización del sector laboral. El riesgo es solo para los trabajadores que cumplen funciones básicas o ¿incluye  a profesionistas, como médicos, arquitectos, ingenieros, economistas y hasta abogados?[2]

Ante tan desolar futuro en el cual se advierte que cuando menos la mitad de población estará sin empleo en menos de 3 décadas, los optimistas inciden en las curricula educativa  para promover el conocimiento de nuevas tecnologías. Se estima que aun hay un margen temporal favorable a la raza humana, antes de que se logren desarrollar máquinas con inteligencia artificial, mejor que la de las personas de carne y hueso. Es el tiempo pues de discurrir, no solo sobre la mejora de la tecnología a secas. El apoyo de máquinas nos seguirá dando la oportunidad de contar con tiempo y espacio para dedicarnos a cuestiones como el escuchar música, disfrutar el ambiente, pescar, hacer deporte, pasar tiempo con las personas que amamos; pero el tiempo aun siendo infinito tiene sus límites, cada cual de conformidad a la especialidad de sus habilidades debería buscar la manera en que la comunidad en su conjunto sea parte beneficiada de los cambios que en materia laboral se están produciendo.

El uso de drones para hacer entregas de productos y comida es benéfico para quien ha puesto su capital en tales aparatos, pero si no deseamos que los desempleados corran como ratas sin salida a las filas de la miseria[3] debemos ofrecerles alternativas en vez de satanizarlos como si la migración en busca de empleo fuera sinónimo de terrorismo.

Referencias:

[1] 133% más de casos de conflictos con represión, en comparación con igual trimestre de 2016.

[2] Use algo de su tiempo para ver como una máquina puede construir una casa en apenas horas, y como un software es capaz de diseñar la vivienda o la oficina que usted imagina sin el mayor esfuerzo. Y Si de verdad le preocupa, conozca las tecnologías de fabricación del Instituto de Arquitectura de Dessau, donde varios arquitectos de América Latina estudian.

[3] El Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) concluye después de varios estudios que en la “áreas expuestas a robots… los salarios disminuyen” Así mismo varios autores coinciden en que el empleo para casi 6 trabajadores se reduce con cada nuevo robot. Si bien es cierto que la industria automotriz ocupa el 39% de los robots en activo, más 19% de la industria electrónica, 9% de la industria de metálica y otro 9% de plásticos

Lilia Cisneros Luján

lcisnerosescritora@gmail.com

1 de mayo de 2017

 

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