Sea socio fundador de la Asociación de Amigos de Letras-Uruguay

 
 

En el centro del Telesterion: Dos mujeres de Magali Alabau

Proemio de Carlota Caulfield

 
 

Well, of course, we are meat, we are potential carcasses.

—Francis Bacon

 

La obra de Magali Alabau es siempre sorprendente y desasosegante. Reconocida como una de las autoras más transgresoras de la literatura hispana actual, esta poeta cubana, residente en Nueva York desde 1967, es autora de una obra devastadora y alucinatoria. Su poesía se caracteriza por trastornar todo punto de referencia establecido, transgredir cánones y crear dimensiones esperpénticas a partir de la paradoja, la ironía y el humor negro. Alabau es una poeta expresionista tardía, y también pertenece a la tradición de la poesía confesional. Su obra, como la propia poeta ha señalado en diversas ocasiones, es un testimonio íntimamente ligado a su existencia, basada en sus vivencias y memorias.

Después de dieciocho años sin publicar un poemario, Alabau nos ofrece Dos mujeres, un libro extremadamente complejo en el que están presentes las huellas de electra/Clitemnestra (1986), La extremaunción diaria (1986), ras (1987), Hermana (1989), Hemos llegado a Ilión (1991), y Liebe (1993), sus poemarios anteriores. Dos mujeres se estructura sobre la base de un fluir de conciencia caracterizado por preguntas de tipo filosófico sobre la identidad del ser.

En este libro, Alabau nos invita a ser espectadores de un drama alucinatorio-ritual marcado por eventos de trascendencia personal. La contextualización del pecado, la venganza y la reconciliación del ser consigo mismo y con su historia familiar, se articulan a partir de un proceso de reflexión plurivalente.

La voz poética de Alabau se adentra en su interioridad y se lacera. El discurso del "yo" enfatiza una persistente marginación-afirmación de la identidad humana. Un nuevo orden

Portada: Die Masken. Pintura de Sylvia Baldeón, 2001

del desorden se impone aquí y, si queremos participar de la intensidad de la representación y escuchar la intrincada oralidad de Alabau, debemos dejarnos confundir y componer, a medidas que leemos, un collage de una poesía que se destaca por su desintegración. Las vivencias subjetivas de la conciencia poética se intensifican con el lenguaje. Predominan en este texto-poema los verbos de movimiento (atravesar, moverse, blasfemar, gritar, aullar, escapar, traspasar, correr, perseguir, ir y venir). La voz poética dice no a la palabra fácil y serena, y sí a la carga contra la expresión tradicional para descuartizar el lenguaje y enfrentarlo por limitante y ajeno.

 

Alabau acostumbra a interrumpir el discurso poético en momentos de tensión emocional, y esta técnica se enfatiza en Dos mujeres. Sarcástica y desesperada, la autora nos transmite una pulsación arrítmica con la que pronto nos familiarizamos. Le damos la bienvenida al vértigo y junto al "yo" poético nos desgarramos y gritamos.

 

Se recogen en estas páginas la violencia sicológica y física, el placer de la venganza, la alienación existencial, el exilio, la lucha entre la locura y la razón, la pasión erótica, y la profanación del orden. Sin embargo, el axis sobre el que gira este poema largo es la reflexión de la poeta sobre su alter ego, su doppelganger, su doble andante, su alma gemela malvada, perversamente juguetona, y sobre todas las cosas, imprescindible. Esta obsesión de la poeta por su encuentro con "la otra" la identifican con una importante tradición literaria en la que Donne, Shelley, Goethe, Rimbaud, Artaud, Fijman, Borges y Pizarnik son algunos de sus más relevantes exponentes. En Dos mujeres, Alabau se busca en la alteridad y se confunde con la otra que inventa, su reflejo la persigue, lo deja atrás pero siempre vuelve a caer en la trampa de la otredad irreconciliable:

 

Las dos mujeres son las misma

pérfida cara de su exigente

yo envalentonada,

llenando de aire las orejas,

creciendo la pechuga en ese pecho

donde sale la otra, la huérfana que cae

entre las piedras que dejan cruzar hacia el peligro.

(Dos mujeres, 15)

Para Alabau su sosias es monstruo, bestia, diablo, bruja, esfinge, ángel sin cabeza. El "yo" se transforma y se disfraza constantemente. Tampoco cesa de mirarse al espejo, de abrazarse a él, de besarlo, y de construirse "su nuevo yo", llámese Lex Barker, Boadicea, Juana de Arco, Ifigenia, Sigfrido, o Lulú de Montparnasse. También se identifica con las Furias, Erinias o Euménides, las de cabeza de perro, alas de vampiro, y cabellos de serpientes. Celebra los desvarios de las Ménades, y con ellas se aparta del orden regular, se viste de yegua salvaje, y practica simbólicamente en su éxtasis el desgarramiento de sí misma, se devora y después se vomita a sí misma.

 

Pero el clímax de todo este texto-poema se revela en la constante lucha por alcanzar una reconciliación, fundamentalmente sicológica, con la madre: "las amantes que son madre/hermana/amiga, que son también ese paraíso perdido para siempre infancia/regreso/Cuba, conviven diáfanas en unas narrativas del 'yo' que olvidan cualquier apresamiento en términos espacio-temporales o sujeciones a una voz monopolizada por un único hablante" (Cuesta 111).

 

En Dos mujeres, no son casuales las referencias a los misterios de Eleusis, por ejemplo. Dos mujeres perfecciona la repetición cíclica, característica de la tragedia griega y transforma, como en mucha de la poesía de Alabau, "los significados patriarcales de los mitos griegos, y forma una poética de unión entre mujeres" (Martínez 91). Alabau cambia el mito de la madre Demetria, diosa de la vida y la fertilidad, en busca de su hija Perséfone, secuestrada por Hades, el dios de la muerte y el inframundo. El misterio eleusino que quiere celebrar la poeta es el de una hija adentrada en los laberintos del pensamiento humano, el yo poético, que se lanza a la búsqueda de la madre. Las reliquias de la madre y su memoria son fuente de regeneración, pero aún más de destrucción y caos.

 

Los espacios de este texto son interiores y exteriores. Los espacios interiores sicológicos están estrechamente vinculados a la casa familiar. La hablante de Alabau privilegia encierros, silencios y sacrificios personales. Los desplazamientos geográficos enfatizan la condición del sujeto marginal en diferentes ciudades: Creta, Roma, Venecia, y Nueva York son importantes presencias en el texto. También Alabau nos ofrece en su obra una impresionante galería de imágenes sensuales. Sin embargo, la desesperanza, la irracionalidad y las grotescas distorsiones predominan en Dos mujeres y se unen con una íntima fascinación por el ritual del sacrificio.

 

La escritura de Magali Alabau bien pudiera relacionarse con la obra plástica de Francis Bacon (1909-1992). ¿No es acaso el grito visceral de la voz hablante de Alabau muy similar a los aullidos simbólicos de las monstruosas criaturas de Bacon? ¿No tiene acaso la desgarradura de la figura humana en la obra de Alabau la vulnerabilidad de los desnudos de la criatura humana vuelta primate y bestia en Bacon?

 

No puedo evitar esta asociación.

 

                  Three studies for Figures at the Base of a Crucifixión

                    (Tres estudios para figuras de la crucifixión, 1944)

Triptych Inspired by the oresteia of Aeschylus

(Tríptico inspirado en la Orestiada de Esquilo, 1981)

 

Mientras escribo estas palabras preliminares me transporto de nuevo al Museo Britain Tate de Londres. Es el año 2009. Me detengo frente a dos cuadros de Bacon: Three studies for Figures at the Base of a Crucifixión (Tres estudios para figuras de la crucifixión, 1944) y su

Triptych Inspired by the oresteia of Aeschylus (Tríptico inspirado en la Orestiada de Esquilo, 1981), y siento el mismo puñetazo visceral de los absurdos, las indignidades y el pathos de la existencia humana que siempre me ha dado la poesía de Magali Alabau. Dejo esta relación esbozada como referente a la enorme complejidad de Dos mujeres.

 

Este libro de Magali Alabau es, como toda su poesía, "el monólogo bestial y nostálgico de la criatura humana, que padece la ineluctable condición de exiliada. No exiliada de un país (algo que en definitiva resulta meramente anecdótico), sino exiliada, despojada de una armonía ancestral que la autora intuye y que el panorama visible parece ocultar tras un escenario aparentemente infinito de miserias y deterioro" (García Ramos 19).

 

Dos mujeres es un texto de trasgresión que se articula a partir de procesos de visiones y pesadillas. La obsesiva reinvención que hace Magali Alabau de la agonía del dolor psicológico y físico es su discurso por excelencia. Provocadora, irreverente, iconoclasta y rebelde, la poeta en este libro revela, en definitiva, la fragilidad del ser humano. Esta poesía penetra directamente en nuestro sistema nervioso y lo estremece.

 

Carlota Caulfield

 

Obras citadas:

Cuesta, Mabel. "Poetas cubanas de Nueva York: Pasajeras indómitas en el carro del sol", Felipe Lázaro, ed. Indómitas al sol. Cinco poetas cubanas de Nueva York. Antología crítica. Madrid: Betania, 2011. 111.

 

García Ramos, Reinaldo. "Sobre dos libros de Magali Alabau". Linden Lane Magazine 6.1 (1987): 19.  

 

Martínez, Elena M. "Poética del espacio en Alabau, Galliano, Gil, Islas e Iturralde", Felipe Lázaro, ed. Indómitas al sol. Cinco poetas cubanas de Nueva York. Antología crítica. Madrid: Betania, 2011. 91.

 

Carlota Caulfield ha escrito extensamente sobre la obra de Magali Alabau. Entre sus ensayos se encuentran "Exilio, subversión e identidad en la poesía de Magali Alabau" (Middlebury College review, Spring 1994: 40-44), "Texturas de caos: las representaciones de la ciudad/el cuerpo en la poesía de Magali Alabau" (Monographic Review/Revista Monográfica 13. 1998: 380-383), y "Nueva York en la poesía de Magali Alabau" (Julio Ortega, ed., La otra orilla del español: las literaturas hispánicas en los Estados Unidos. Ínsula 667-668 (2002): 13-16). Caulfield es también la editora de Web of Memories: Interviews with Five Cuban Women Poets: Magali Alabau, Alina Galliano, Lourdes Gil, Maya Islas, juana rosa Pita (San Francisco: Eboli Poetry Series, 1997) y de Voces Viajeras: Poetas cubanas de hoy (Madrid: Torremozas, 2002).

 

Carlota Caulfield

 

Editorial
Colección BETANIA de poesía

Coedición de
Centro Cultural Cubano de Nueva York

 

Ir a índice de Ensayo

Ir a índice de Caulfield, Carlota

Ir a página inicio

Ir a índice de autores