Trasnochada
Jerónimo Castillo

Nave azul de los sueños ya venidos
por el claro dulzor de la temprana
vocinglera y artística mañana,
de la mano de viajes emprendidos.

Los tizones del fuego si encendidos
estuvieron, ya son ceniza vana
y en el ojo que sirve de ventana,
se entremezclan gorjeos y silbidos.

Es la aurora que nace donde muere
la visión de una noche desvelada
cuando llega la luz y el ojo hiere.

Otros dejan y él corre por su almohada
como un logro total, ni se requiere
tan siquiera sumarse a la jornada.

Jerónimo Castillo
De “Testimonio americano” (Sonetos) 
Edición del Ministerio de Hacienda y Obras Públicas de la Provincia de San Luis 
Argentina – año 1989
Capítulo del Hombre

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