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Condenado a vivir
de Alfonso Larrahona Kästen
Sonetos místicos
Jerónimo Castillo
jeronimocastillo@yahoo.com.ar

 

La cosmovisión de un poeta le permite incursionar por increíbles lugares, tanto del espacio como de las dimensiones, siempre desde su concepción humana.

“Condenado a vivir”, el libro de sonetos que Alfonso Larrahona Kästen escribiera en su Valparaíso natal en 1998, nos da una muestra acabada de esta diversidad, y haber tenido la fortuna de su lectura, ha puesto un espejo delante nuestro en el que aparece el hombre que quisiéramos ser, sorprendiéndonos de una manera nunca vista ni pensada con anterioridad.

Por preámbulo nos corresponde decir que estamos ante un trabajo sonetístico de impecable factura, como no podía ser de otra manera proviniendo de la mano del poeta porteño, quien desde 1957 cuando editara “Guitarrero Nocturno” viene utilizando esta herramienta, y que en el pasado 2011 liberó a la imprenta con una antología de sus sonetos como ópera prima, donde reafirma no sólo su calidad estructural, sino que encontramos al escritor aristado en todas sus facetas con las más sublimes expresiones de belleza poética.

Ello me exime de hacer un detalle de la calidad literaria de los sonetos contenidos en el libro “Condenado a vivir”, el que va camino a las letras de molde. Y no es porque falten elementos para remarcar cada una de las figuras literarias que engalanan la obra y continúan realzando la pluma de Larrahona. Más bien debo decir con toda justicia que hoy el mérito de este libro se consustancia con otro elemento que normalmente los poetas desdeñan por la exigencia para sostener la partitura de la obra durante su ejecución: su calidad monotemática.

Si a ello le agregamos que la exposición literaria de sus trabajos está enmarcada en el espíritu místico, normalmente catalogado como religioso, ya tenemos un elemento de mayor complejidad que se incorpora. Hasta aquí sólo hemos podido dar una referencia relativa al contenido, el que después que se ha podido leer, tiene la virtud –y así lo comprobarán los futuros lectores-, de transformar el espíritu de quien accede al libro.

Hay un hombre místico en Alfonso Larrahona Kästen, casi desconocido para nosotros, aunque por sus trabajos anteriores le hayamos intuido, que aparece volcando toda su vitalidad con el entendible anhelo de elevación espiritual del ser humano que busca la génesis de su existencia y trata de encontrar la virtualidad de su razón de ser en la tierra a través de la divinidad a la que atribuye este fenómeno.

Sin embargo no se detiene en devaneos filosóficos que satisfagan esa innata necesidad, sino que orienta su palabra poética al Dios hecho Hombre que habitó la tierra en su venida a dejarnos el mensaje sublime, y se comunica con un lenguaje dual, tanto entendible para nosotros, sus lectores, como para el destinatario de sus oraciones hechas versos.

Hay una fidelidad descriptiva en el poeta cuando le canta, por decirlo metafóricamente, a cada uno de los dolores del Crucificado, poniendo también su propio dolor que lo retrotrae al momento sublime de la entrega del Salvador.

El poeta figurativo, romántico, lírico, une todos esos elementos para plasmar el amor hacia el Dios hecho Hombre, sin llegar a ser un genuflexo desposeído de la verdadera concepción que encierra el acto de adoración, y enmarca su obra en uno de los mejores homenajes que el hombre puede tributar a su creador.

Cierra su trabajo tomando dos sonetos magistrales que Lope de Vega, español y Fray Miguel de Guevara, mexicano, ambos del Siglo de Oro, nos legaran y que han tenido trascendencia tal que los poetas recitan de memoria, para hacer tantos sonetos como versos tienen los citados, comenzando sus sonetos con el primer verso de cada de cada uno de ellos, lo que dice de la fortaleza constructiva de nuestro prologado, que bien puede tomarse esa licencia y manejar su cariñoso lenguaje a Jesús con los restantes versos de cada poesía.

Saludamos este nuevo libro con el fraternal abrazo poético desde allende Los Andes, deseándole toda la ventura que se merece y que merece el amigo poeta de Valparaíso, Alfonso Larrahona Kästen.

 

Jerónimo Castillo
jeronimocastillo@yahoo.com.ar

San Luis - Argentina

 

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