Comedero de pájaros
Jerónimo Castillo

La mano que del pájaro mitiga
la levedad del hambre tras el vuelo,
recibe el canto en pago de su anhelo
para que siempre su actitud prosiga.

Lejos del ruido, la maldad, la intriga,
el ave puede recorrer el cielo
para volver a compartir tu suelo
con la certeza de encontrarte amiga.

Si das por ello en la ración el gesto
más apreciado en corazón de plumas,
también recreo habrás de hallar en esto.

Pues tu carińo crece porque sumas
el canto alado que concurre presto
aunque diga su silbo que lo abrumas.

Jerónimo Castillo
De “Vecindad cerril” 
Capítulo de la tierra

Ir a índice de América

Ir a índice de Castillo, Jerónimo

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio